El 29 de diciembre de 2023 Sudáfrica presentó una demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el delito de genocidio contra el pueblo palestino. Genocidio es, “según la definición de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948: ‘un acto cometido con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso’” (1) La petición de Sudáfrica fue el cese el fuego inmediato en Gaza.
Sudáfrica argumentó que en las tres primeras semanas de respuesta Israel lanzó 6.000 bombas por semana, matando a muchos miembros de 1.800 familias y exterminando completamente a centenares de éstas. Sudáfrica también presentó declaraciones de altas autoridades de Israel llamando al genocidio y un video del bombardeo de 30 edificios (2).
Además: “… Sudáfrica también se refirió a la destrucción de infraestructuras civiles, el desplazamiento forzoso de poblaciones, la detención de decenas de hombres que fueron desnudados y transportados a un lugar desconocido, y el acceso limitado a la ayuda humanitaria de emergencia, lo que llevó a las poblaciones a la inanición.” (3)
El 26 de enero de 2024 la CIJ emitió su primer fallo, al inicio del cual Joan E. Donaghue, presidenta de la CIJ, afirmó: “El tribunal es muy consciente de la magnitud de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano” (4).
El primer fallo de la CIJ ordena a Israel a prevenir el genocidio mediante una serie de medidas cautelares que enumeramos a continuación: 1) Israel debe tomar todas las medidas que estén en sus manos para impedir y castigar la incitación directa y pública a cometer un genocidio a los palestinos, 2) Permitir la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino, 3) no destruir y no ocultar evidencia de los actos llevados a cabo contra la población palestina de Gaza y 4) presentar un informe del cumplimiento de la orden luego de 30 días a partir del dictamen de la CIJ.
El fallo de la CIJ ha sido celebrado por Sudáfrica, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación ha manifestado en un comunicado que el mismo es «una victoria decisiva para el Estado de derecho internacional», “un hito importante en la búsqueda de justicia para el pueblo palestino”. El comunicado además sostiene que el fallo lleva consigo la afirmación implícita de que «las acciones de Israel en Gaza son plausiblemente genocidas y ha indicado medidas provisionales sobre esa base» (5).
Riad Malki, Ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, también celebró el fallo de la CIJ, y recordó que las decisiones de esta institución son de obligatorio cumplimiento. “Los jueces analizaron los hechos y la ley, y fallaron a favor de la humanidad y la ley internacional”, sostuvo (6).
Ahora bien, el fallo de la CIJ no ejecuta la petición de Sudáfrica: el alto el fuego en Gaza. En cambio, en el caso de la demanda de Ucrania contra Rusia por genocidio, la CIJ exigió el alto el fuego inmediatamente (7). Pero no lo hace con Israel, “aun cuando este Estado ha matado a muchos más civiles en 4 meses que Rusia en dos años” (8). La CIJ no exige el alto el fuego aun cuando ha declarado que es ”plausible” el genocidio israelí (9) y aun cuando la presidenta de la CIJ ha dicho: “El tribunal es muy consciente de la magnitud de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano”.
Israel, antes de que la CIJ emitiera el fallo, sostuvo muy envalentonado que continuarán con sus acciones genocidas en Gaza, aunque La Haya se oponga. Hay que anotar que varias altas autoridades de Israel han hecho declaraciones que justifican y alientan el genocidio contra los palestinos y expresan una ideología fundamentalista y profundamente reaccionaria. El propio presidente de Israel declaró que no era el momento de suspender los ataques militares indiscriminados contra la población civil de Gaza.
Sin embargo, de manera hipócrita y cínica, después del fallo de la CIJ, Benjamín Netanyahu ha afirmado que Israel respeta el derecho internacional. Mientras tanto, el ejército israelí continúa masacrando a la población de Gaza después de que la CIJ dictaminó su primer fallo.
También de manera hipócrita y cínica Estados Unidos ha manifestado a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, que su Estado presiona a Israel para que eviten la muerte de civiles y permitan la ayuda humanitaria a los gazatíes. Lo real es que Israel es un peón de Estados Unidos y cumple funciones de primer orden en Medio Oriente para mantener la hegemonía mundial de este último; en reciprocidad, Estados Unidos ha apoyado diplomática, militar y financieramente el genocidio que Israel perpetra contra el pueblo palestino. Por lo tanto, Estados Unidos también es responsable del genocidio ejecutado contra el pueblo palestino.
Ambos estados mantienen una fuerte alianza desde 1948, cuando los israelíes ocuparon territorio palestino, y en las últimas semanas Estados Unidos vetó una resolución del Concejo de Seguridad de la ONU de un cese el fuego y negó (contra todas las evidencias) que Israel estuviera cometiendo genocidio.
Y bien, a pesar del fallo de la CIJ, y a pesar de las propias declaraciones de Netanyahu, Israel ha seguido masacrando al pueblo palestino en los últimos días. El día martes 30 de enero la Autoridad Palestina ha denunciado que Israel continúa masacrando a la población de Gaza y que impide la entrada de ayuda humanitaria. La AP también ha condenado un ataque reciente de Israel contra un hospital de Yenin, en Cisjordania. Por eso la AP ha pedido que el Concejo de Seguridad de la ONU presione para que Israel cumpla con el fallo de la CIJ (10).
Estas nuevas agresiones de Israel contra el pueblo palestino no hacen más que ratificar la expresa determinación de Israel de exterminar al pueblo palestino, eliminarlo como sujeto político y desplazarlo hacia Egipto y Jordania y así apropiarse de todo ese territorio con sus riquezas naturales y aprovechar sus ventajas geopolíticas.
¿Podrá el fallo de la CIJ imponerse al Estado genocida de Israel? Hemos mostrado que hasta el momento Israel no ha acatado el fallo, pero, ¿acatará en el futuro inmediato a través del Concejo de Seguridad de la ONU?
Mencionemos, además, para responder a esta pregunta, dos hechos adicionales: 1) Israel no ha cumplido con 26 resoluciones de la Asamblea General de la ONU y Estados Unidos no ha cumplido con otras tantas resoluciones de esa misma Asamblea General de la ONU respecto al bloqueo económico contra Cuba, 2) luego del fallo de la CIJ, Estados Unidos, Canadá, Australia, Italia, Reino Unido, Finlandia, Suiza, Países Bajos y Alemania, han decidido retirarle el financiamiento a la Agencia de las Naciones Unidas Para los Refugiados de Palestina (UNRWA), con el pretexto de que 12 miembros de esta institución habrían participado en el atentado del 7 de octubre de 2023. (En mi opinión, es muy probable que esta decisión sea una mera venganza contra el fallo de la CIJ: ¡la inmoralidad de los gobiernos de occidente va demasiado lejos!).
El conjunto de estos hechos muestra que los intereses imperialistas se imponen y colisionan abiertamente con el derecho internacional. Precisamente el genocidio contra el pueblo palestino se produce como defensa de intereses imperialistas burlando el derecho internacional. El sistema imperialista no puede instituir un orden internacional en base a los principios de la libertad, la democracia y el respeto a la soberanía de los estados y los derechos humanos; al contrario, este sistema produce caos, conculcación de la soberanía de los estados y grandes amenazas para la humanidad por la eventual réplica de genocidios en otros lugares del mundo y el eventual uso de armas nucleares.
Teniendo presente que Estados Unidos es miembro del Concejo de Seguridad, y que Estados Unidos es cómplice activo del genocidio israelí, no podemos de ninguna manera creer que esta institución garantizará el cumplimiento del fallo de la CIJ.
En el mundo globalizado actual las instituciones internacionales no tienen capacidad de presión sobre las potencias económicas y militares para hacerles cumplir la ley internacional. La ONU no tiene esa capacidad. Específicamente, el fallo de la CIJ no está orientado resueltamente a detener el genocidio, puesto que no ordena un “alto el fuego”. Y las potencias, especialmente Estados Unidos e Israel, actúan abiertamente contra el derecho internacional, aunque utilizan una retórica demagógica a favor de la democracia y la libertad para engañar a los pueblos del mundo.
Deseamos fervientemente que se acabe ya el genocidio y cualquier otra forma de agresión al pueblo palestino. Deseamos fervientemente el fin del apartheid y la ocupación israelí. Deseamos fervientemente que Palestina pueda reconstituirse en un Estado autónomo y soberano.
Repetimos, la CIJ no ordenó un cese el fuego definitivo, y su fallo por ello es largamente insuficiente. Un cese el fuego definitivo es lo que requiere el pueblo palestino y lo que exigen los sectores conscientes y movilizados del mundo árabe y del resto del mundo. Un cese el fuego definitivo es lo que requiere la humanidad de manera urgente. Lograr el cese el fuego definitivo equivale, además de luchar por las vidas de los palestinos, a luchar por impedir la ejecución de otros genocidios contra otros pueblos del mundo. Pero ya el logro de este objetivo es muy complicado, la verdad sea dicha, dado que lo que se tiene al frente es a monstruos imperialistas que pugnan por el control de las materias primas, las vías comerciales, los mercados de bienes y la hegemonía regional (en Medio Oriente) y mundial. Hoy en día Estados Unidos y su socio/vasallo Israel están empujando al Medio Oriente a una gran guerra.
Y para lograr las otras metas mencionadas (fin del apartheid, fin de la ocupación israelí, constitución de Palestina como un Estado soberano) y, sobre todo, para lograr un mundo cualitativamente distinto al actual, para lograr un modo de vida distinto al actual, requerimos de un nuevo sistema económico y social, y no un mero cambio de conductas de los gobernantes (lo cual es iluso, además). Éstos responden a intereses económicos y políticos concretos. El sistema actual está podrido hasta la médula y si no se lo liquida puede llevarnos a una situación de catástrofe mundial.
Notas:
1) “Denuncia por «genocidio» en Gaza: la Corte Internacional de Justicia emite su primer veredicto” Centro Regional de Información de las Naciones Unidas, 26 de enero de 2024. Texto disponible en: https://unric.org/es/veredicto-de-la-corte-de-justicia-internacional-sobre-gaza/
2) Ibid.
3) Ibid.
4) “Las 6 medidas que la corte de la ONU exige cumplir a Israel en Gaza”, en Opinión, Bolivia, 29 de enero de 2024. Texto disponible en: https://www.opinion.com.bo/articulo/mundo/6-medidas-que-corte-onu-exige-cumplir-israel-gaza/20240129000039935367.html
5) “Satisfecha Sudáfrica con decisión de Corte Internacional de Justicia”. Prensa Latina, 26 de enero de 2024. Texto disponible en:
6) Video disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=dB8ItDYXwVM&t=57s
7) Cfr. El artículo que reproducimos en este mismo espacio: Revolución, “La Corte Internacional de Justicia dice que el genocidio israelí contra Palestina es “plausible”…Pero se limita a dar una advertencia vacía”, 31 de enero de 2024. Texto disponible en revcom.us
8) Ibid
9) Ibid
10) “El primer ministro palestino pide a Israel adherirse al «importante» fallo de la CIJ” Europa Press Internacional, 29 de enero de 2024. Texto disponible en: https://www.europapress.es/internacional/noticia-primer-ministro-palestino-pide-israel-adherirse-importante-fallo-cij-20240129160750.html
Santiago Ibarra es sociólogo, docente universitario e investigador.
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