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Un solitario libro en medio de un campo de concentración

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

No tengo gran cosa que añadir a la inmensa cantidad de información alrededor de la última masacre judía israelí…

Y saludo la actitud de Turquía (con reservas, porque ningún jugador importante, por mucho que nos guste su política inmediata, es una fuerza totalmente benigna). Y de alguna manera, si tengo que elegir entre los imperios persa u otomano, desde luego que optaría por el segundo….

Pero dejando a Turquía a un lado, esta masacre reveló lo que ya sabíamos, la impotencia total de los regímenes árabes… y también el enorme apoyo que la causa palestina puede aún movilizar después de más de sesenta años de lucha…

Al-Yasira en árabe ha realizado una cobertura total de la última masacre nazi israelí, actualmente no ofrece nada más que esa cobertura y compone entrevista tras entrevista con los testimonios de los activistas detenidos y ahora liberados…

Todos los testimonios son conmovedores pero hay uno que destaca, y ese testimonio es el de Mohamed Vall, uno de los corresponsales en inglés de Al-Yasira. Ese tipo no es sólo periodista, también es escritor, puedo decirlo por la forma en que habla…

Y es en su historia en la que me centraré esta noche… porque logró encapsular en unos pocos minutos toda la tragedia palestina… pero no sólo eso…

A pesar de mis fuertes críticas a los dirigentes palestinos, ya sean de Hamás o de la AP, y a pesar de mis fuertes críticas a muchos de los «intelectuales» palestinos (pensadores, escritores, académicos, periodistas, activistas, bloggeros, etc. y a sus seguidores) y a sus más desgraciadas posiciones vis-à-vis sobre Iraq y la ocupación iraní de Irán por Iraq, todavía siento que la tragedia palestina no es sólo la tragedia de los palestinos sino la tragedia de todos los árabes. Y todavía creo que, al menos hasta 2003, en el corazón de todos los conflictos en Oriente Medio, la cuestión palestina constituye el elemento central… y, por correlación, la ilegal existencia racista de la entidad judía llamada Israel…

Pero desde 2003, tenemos otro enemigo, al menos los iraquíes, y ese es Irán, que ha hecho todo cuanto estaba en su poder por desarabizarnos mediante las formas más terribles de tortura, limpieza étnica y exilio… peor que lo que hemos presenciado de la entidad sionista…

Tras expresar esto, volveré al testimonio que más me ha emocionado… y ese es el de Mohamed Vall. No estoy segura de qué nacionalidad tiene Vall, puede que sea de Mauritania… aunque no puedo dar fe de ello… no sé bien qué me recuerda, quizá las manifestaciones masivas que se suceden por todas partes… incluida Mauritania, quizá que vi cómo los mauritanos llevaban fotos del Presidente Saddam Hussein. No pensaba mencionarlo… porque Iraq era un gran actor al que tuvieron que redimensionar… y sé a ciencia cierta que si Iraq hubiera sido totalmente soberano, con todas sus capacidades militares, Israel no se habría atrevido nunca a perpetrar esa carnicería…

Es tan fácil ver por qué Iraq y su Presidente tenían que desaparecer… dejando un vacío político y estratégico que ahora están llenando Turquía e Irán…

OK, intentaré no irme más por la tangente… volvamos a Mohamed Vall… así como a otros testimonios que muestran el salvajismo absoluto de la entidad judía…

Un doctor egipcio que fue liberado ayer dijo, y esto fue corroborado por otros testigos, que dejaron que los heridos se desangraran hasta morir, que a los activistas les dejaron sin agua, ni comida, en lo alto de la cubierta del navío bajo un sol abrasador… que a algunos les torturaron mientras estaban detenidos, que les insultaron dejando muy patente el racismo judío: los occidentales fueron mejor tratados que los musulmanes y árabes a bordo…

Ese doctor egipcio dijo que cuando el barco atracó en el puerto israelí, había cientos de «ciudadanos» israelíes aplaudiendo a su ejército, incluso aplaudiendo que hubiera habido muertos y heridos… esa es la auténtica naturaleza del sionismo judío… no nos equivoquemos al respecto… es una entidad enferma… profundamente enferma, profundamente inmoral, profundamente envilecida, profundamente racista, profundamente asesina…

El testimonio de Mohamed Vall es digno de una novela…

Diez días antes de que se embarcara camino de Gaza, estaba leyendo una novela de Oscar Wilde, una historia sobre un prisionero… se llevó el libro con él… quería terminarlo durante la travesía marítima… En el barco, Mohamed se encontró con un anciano de Gaza y su esposa. El hombre padece un problema cardíaco y se llevó a su mujer a Estambul para que a ella la trataran de cáncer de colón… A esta pareja palestina no se le permitió volver a casa… se embarcaron con la esperanza conseguir regresar al hogar… regresar a Gaza…

Cuando los criminales sionistas judíos atacaron el barco, los soldados israelíes robaron TODAS las pertenencias de los pasajeros, hicieron pedazos las maletas, las ropas, confiscaron los teléfonos móviles, los cuadernos, las agendas, el dinero… y el libro de Mohamed… Justo antes del asalto, los activistas intentaron tirar sus cosas personales al mar, no querían que asaltaran su privacidad… que les aplastaran los móviles, que arrojaron al océano sus cuadernos de notas, el dinero que llevaban para Gaza se distribuyó entre otros activistas…

A Mohamed Vall le quitaron el libro de Oscar Wilde sobre el prisionero y Mohamed se encontró en una celda israelí, no le permitieron que llevara el libro con él… pero aquel anciano palestino estaba allí… un nuevo libro, una auténtica historia…

El anciano palestino se sentía completamente perdido, totalmente desesperado, no paraba de pedirle a Mohamed que se quedara a su lado… como si Mohamed fuera su única ancla de salvación en esa cárcel israelí… Mohamed, durante el período de once horas de encarcelamiento, consiguió conocer íntimamente y vivir toda la tragedia palestina incardinada en la historia de aquel hombre…

Cuando los diferentes cónsules llegaron para ocuparse de sus ciudadanos detenidos… Mohamed manifestó que los ojos del anciano se llenaron de tristeza y desesperación… allí no había ningún cónsul de su país, de su tierra, que pudiera mediar por él…

Estaba prisionero en su propia tierra… una tierra robada a la fuerza, con brutalidad, mentiras y engaño…

Liberaron a Mohamed, que se encontró en Jordania… al anciano le liberaron también y le permitieron volver con su familia a Gaza, pero su mujer, la enferma de cáncer, sigue todavía retenida en las cárceles de su propio país… en su propia tierra… por extranjeros… europeos askenazís rubios y de ojos azules, o africanos de ojos y pelo negro de orígenes etíopes…

Pero los palestinos saben que la simpatía y solidaridad mostrada hacia ellos es abrumadora… que no están solos… y que la historia es despiadada… todo queda recogido en los libros… en libros invisibles, rostros invisibles, listas sin nombres… todo queda registrado…

Gaza, el mayor campo de concentración, el gueto del siglo XXI, impuesto nada menos que por los supervivientes de los campos de concentración y de los guetos… la historia se siente avergonzada, se cubre el rostro con un velo de vergüenza… como hacen los judíos que murieron en los campos de concentración nazis… también ellos sienten vergüenza… una vergüenza inmensa…

Pero no puedo olvidarme de Iraq. Durante trece años, un embargo draconiano, un asedio inhumano en el que se mantuvo prisioneros no sólo a millón y medio de personas, sino a veinticuatro millones de iraquíes, que llevan viviendo desde hace casi una década en el mayor campo de concentración… ¿Cuántos se movilizan por nosotros cuando los iraquíes nos morimos de hambre, cuando caemos como moscas de enfermedades y desnutrición…? ¿Cuántos? Los nombres podrían contarse con los dedos de una mano…

Llevamos una década viviendo en un gueto, el más inmenso de los guetos, el más inmenso campo de concentración levantado por Estados Unidos y Gran Bretaña… ¿cuántos hablarán en nuestro nombre? ¿Cuántos se pondrán a navegar hacia nosotros? ¿Cuántos estarán dispuestos a arriesgarse por nosotros?

Fuimos y somos tan sólo un libro solitario… todavía…, en un inmenso campo de concentración. Un campo de concentración estadounidense-iraní.

Fuente: http://arabwomanblues.blogspot.com/2010/06/lone-book-in-concentration-camp.html

rCR