Traducido para Rebelión por LB
Los palestinos ya no empacan comestibles casi todos los días en el supermercado Rami Levi, situado en el cruce de Gush Etzion, desde que un romance entre un empacador palestino y una cajera judía llevara a los rabinos locales a exigir a Levi que tomase medidas.
En un intento de impedir cualquier confraternización entre los reponedores palestinos y las cajeras judías, aquéllos ya no trabajan junto a las cajas durante la mayor parte de la semana. Se ha hecho una excepción con los turnos de noche del miércoles y del jueves, días en los que las cajas están tan atareadas que hay pocas oportunidades para iniciar una charla.
La decisión se produjo a raíz de la tormenta desatada en los asentamientos de Gush Etzion cuando se supo que una joven del lugar que trabaja como cajera había iniciado una relación sentimental con uno de los reponedores palestinos.
Los trabajadores del supermercado y un destacado rabino local afirman que el trabajador palestino está despedido, pero Levi lo niega, diciendo que: «Se ha ido a Jordania. Cuando regrese, ya veremos». El cajero dejó su trabajo voluntariamente.
Desde que Rami Levi Shivuk Hashikma abrió una sucursal en Gush Etzion, el establecimiento ha sido una fuente de controversia. Está situado junto a una estación de servicio y no en el interior de un asentamiento, por lo que no hay impedimento para que los compradores árabes y judíos se entremezclen libremente. La mayoría de los trabajadores son palestinos de la zona que se encargan de realizar los repartos, empaquetar las compras en bolsas y reponer las estanterías. La mayoría de las cajeras son muchachas procedentes de los asentamientos.
Aunque periódicamente se han publicado en los medios de comunicación informaciones alabando el supermercado como una isla de convivencia entre palestinos y colonos judíos, algunos grupos de ultraderecha y algunos vecinos han hecho llamamientos para boicotear el local, alegando que está incitando las relaciones inter-religiosas. Estas campañas no han tenido mucho resultado. De hecho, el establecimiento está tan lleno que las pequeñas tiendas de comestibles de la zona han comenzado a temer por su negocio.
Durante las últimas dos semanas, sin embargo, cuando se propagó la noticia del affair entre el reponedor y la cajera, Gedeon Perl, rabino de Alon Shvut, se reunió con el señor Levi, propietario de la cadena, y le pidió que tomase medidas para evitar que se repitiera otro caso similar.
«Hubo un asunto entre una cajera y un reponedor que casi llegó a provocar que aquélla abandonara su hogar», dijo Perl a Haaretz. «Había un plan para llevarla al pueblo de él.
«Me pidieron que hablara sobre el problema con Rami Levi y con su personal y les dije que una de las cosas que temíamos cuando la tienda abrió hace un año era precisamento eso.
«Estoy muy satisfecho con las medidas que ha adoptado Rami Levi. A los árabes tampoco les agradan demasiado estas cosas [las relaciones interreligiosas] y parece que Rami Levi comprende el problema. El trabajador ha sido despedido y no volverá. Hace falta un látigo para aleccionar a la gente después algo como esto».
Levi niega que el trabajador haya sido despedido, se ha declarado «contrario a la asimilación» y ha insistido en que «ha habido sospechas de romance, pero no se ha producido tal. No hubo nada. Estos grupos extremistas continúan entrometiéndose y volviendo locos a todo el mundo.
«Este es el ‘supermercado de la paz'», dijo Levy. «A los extremistas judíos y palestinos no les gusta».