Montserrat Palou Díez es profesora de filosofía en un instituto de enseñanza secundaria de L’Hospitalet de Llobregat, ciudad trabajadora pegada a Barcelona. M. Palou es miembro de diferentes colectivos promotores del estudio de la filosofía en secundaria, es investigadora de las culturas juveniles y está especializada en este ámbito en culturas juveniles latinas. ¿Cuáles son […]
Montserrat Palou Díez es profesora de filosofía en un instituto de enseñanza secundaria de L’Hospitalet de Llobregat, ciudad trabajadora pegada a Barcelona. M. Palou es miembro de diferentes colectivos promotores del estudio de la filosofía en secundaria, es investigadora de las culturas juveniles y está especializada en este ámbito en culturas juveniles latinas.
¿Cuáles son las características del instituto donde trabajas? ¿Qué orígenes geográficos tienen tus alumnos?
Mi instituto está ubicado en Hospitalet de Llobregat entre los barrios Florida, Torrassa y Pubilla Cases, barrios populares de tradición obrera, que han recibido un importante contingente migratorio en los últimos años, especialmente compuesto por trabajadores y trabadoras de América Central y del Sur.
La mayoría de mis alumnos son los hijos e hijas de este proceso migratorio. En muchos casos, sus familias han conseguido «reagruparse» después de 4-6 años de separación.
¿Se combinan bien en las clases catalán y castellano?
No siempre, es un proceso. Les cuesta bastante inicialmente aunque lo intentan desde luego. Ellos y sus padres se preocupan por el tema. A algunos les he ayudado a encontrar clases de ampliación de catalán en diversas escuelas de l’Hospitalet. La mayoría, como es normal, pensaba que venía a España, asociaban su llegada con el castellano, y desconocían que aquí se hablase catalán. Cuando llegan a nuestra tierra el choque con la realidad escolar catalana les angustia bastante, van al aula de acogida y es aquí donde inician sus primeros contactos con el catalán.
Llevas años estudiando el tema de las bandas, digámoslo imprecisamente, de las agrupaciones o asociaciones latinoamericanas. ¿A qué conclusiones has llegado?
Yo aprendí con el Dr. Carles Feixa y su equipo a llamarlas agrupaciones culturales juveniles para evitar confundirnos y trasladar a nuestro imaginario el de banda delictiva, y abonar el prejuicio manteniendo e incitando a la alarma moral y social que muchos explotan para criminalizar estereotipadamente a los jóvenes latinos y no latinos.
Tomo nota, tienes razón. Prosigue Montse, por favor.
Observar, investigar y acompañar a estos chicos y chicas me ha llevado a ver el instituto con otros ojos y a bucear en las metodologías y estrategias escolares y sociales que siguen en otros países tanto en EEUU como en América Latina.
Ahora estoy en una nueva investigación, en el mismo Hospitalet, dirigida por Dr. Oriol Romaní y con gran parte del equipo anterior. Son muchas las dificultades para que chicos y chicas se visibilizen, para que se abra un espacio que les proporcione identidad y reconocimiento y también para que se les atienda a través de políticas educativas y sociales.
¿Y tú has llegado a alguna conclusión aunque sea muy provisional?
Para mí, hay que tomar la iniciativa, levantar los topes y dejar aflorar a las agrupaciones juveniles en la escuela, en el espacio público y en la sociedad, desglaumorizando a las agrupaciones que tienen tintes violentos y delictivos, potenciando unas agrupaciones juveniles latinas, dinámicas y pacíficas, vinculadas a la participación ciudadana a través de la escuela, incluyendo en ella asociaciones juveniles que activen la vida cultural y social de los centros de enseñanza, incluyéndolas también en proyectos de instituciones políticas y sociales -Ayuntamientos, Parlament de Catalunya, etc.- empoderándoles (empowement) desde una ciudadanía activa y crítica.
¿Qué clases imparte actualmente? ¿Cuál es la situación de la enseñanza de la filosofía en Catalunya?
Ciencias sociales de primero de ESO, «Alternativa a la religión» en primero y tercero también de ESO; primero y segundo de filosofía de Bachillerato y una optativa de Psicología. Aproximadamente, como ves, la mitad de mi horario es de otra disciplina, de ciencias sociales en concreto. Ya te puedes hacer idea de lo que ocurre con la asignatura de filosofía con lo que te acabo de explicar.
La situación de la filosofía es precaria, cada nueva ley de educación en los últimos 15 años ha ido reduciendo su presencia en el currículo, de tal manera que allí donde en los años 90 habían 5 profesores ahora queda uno o medio.
¿Y por qué crees que se reduce la presencia de la filosofía de forma ininterrumpida desde años?
Pienso que todo está vinculado a la tendencia de ofrecer un currículo cerrado y «clásico» derivado de la pérdida de peso de esos mismos saberes en el modelo científico y en la sociedad, y a una crisis muy potente en el ámbito educativo producido por la aparición de las nuevas tecnologías de la educación que configuran el interés de los niños, adolescentes y jóvenes en el marco de una sociedad globalizada y en exceso consumista y materialista.
En mi opinión, no se dejan aflorar otras materias en la órbita de la filosofía que podrían ser decisivas en el crecimiento personal del alumnado. Trabajar con grupos reducidos en Lógica y argumentación, juegos de lenguaje, antropología, reintroduciendo los estudios culturales que incluyen también las culturas juveniles del siglo XX, etc. Yo pienso que estas materias serían, en líneas generales, más provechosas y estimulantes para los alumnos.
Evidentemente, hablo de materias que han de trabajarse con una perspectiva adaptativa al nivel y edad de los chicos. Quiero decir con ello: vincularlas a las metodologías del pensamiento crítico, de la pedagogía crítica y de la filosofía para niños que podrían ofrecer herramientas complementarias que activasen el desarrollo cognitivo e intelectual de los adolescentes.
Cambio un poco de tema. Creo que celebraste el último 14 de abril en tu Instituto, en tus clases. ¿Por qué? ¿No es politizarlas? ¿Sabían tus alumnos de la fecha y de su significado?
Yo considero que el 14 de abril es una fecha histórica en la que nuestro pueblo -mis abuelos, mis padres, sus bisabuelos, tus familiares probablemente- encontró su camino a una democracia moderna. Todos los alumnos y alumnas de secundaria y bachillerato deberían conocer y hacer suyo este período de la historia. Ahora que la desmemoria de la globalización y del mercado impone sus reglas se hace necesario buscar raíces comunes y elementos compartidos para mejor potenciar la ciudadanía activa y la democracia participativa a través del legado y del reconocimiento de un momento histórico que a través de nuestro exilio nos hermana con los pueblos de Hispanoamérica donde fueron a recalar muchos de nuestros transterrados: Juan Ramón Jiménez y su mujer Zenobia Camprubí, José Gaos, Max Aub, Juan David García Bacca, Rafael Alberti, León Felipe, entre ellos. Y también, claro está, María Zambrano, filósofa a la que admiro desde mi juventud.
¿Y qué les explicaste a sus alumnos, muchos de ellos de orígenes distantes, en ese día republicano?
Organice un dossier de trabajo para ayudarles a conocer mejor los hechos que habían tenido lugar aquel día y los acontecimientos que vinieron después. Les hablé de los retos sociales a los que se enfrentó y dio respuesta el gobierno republicano y los enfrentamientos políticos con la derecha. Etcétera. Ya puedes hacerte idea.
Pero, antes de ello, realmente preferí empezar no por la historia sino por el reconocimiento emocional que se hizo en RivasvaciaMadrid 2004 a los viejos y queridos republicanos venidos de cualquiera parte del mundo. Pensé que seleccionar unos fragmentos del DVD y canciones (Mariposa de Noviembre cantada por Luis Pastor y Lourdes Guerra y a Galopar, Rafael Alberti con la voz ruda del Paco Ibáñez) podían hacer sentirse más cerca a los jóvenes de dos pueblos con la misma raíz y con la misma voz: los jóvenes venidos de Ecuador, de Chile, de Colombia, de Bolivia, con los chicos de Hospitalet.
Creo que esos abuelos republicanos de los que hablaba son la mejor lección de solidaridad y compañerismo que yo podía encontrar para hacerles pensar que no están solos y aislados sino que forman un grupo, que somos, todos, ciudadanos del mundo en esa isla de libertad que es la clase de filosofía, donde las paredes no son más que las telarañas del pensamiento.
Pero, a estos jóvenes latinoamericanos, perdona que insista, ¿no les queda muy lejos la reivindicación republicana? ¿Conocen ellos acaso la historia de la II República española?
No, no les queda lejos, nada, en absoluto, porque para ellos todo está por conocer. Como es lógico, hay muchas cosas que no saben y es allí donde el maestro ha de intervenir para llenar el vacío de la ignorancia. El profesor ha de poner pasión, inteligencia e ilusión en lo que explica y hacer propuestas para compartir, releer y hacer nuestros los acontecimientos del pasado y presente. Ellos, los chicos y chicas «latinos» suelen responder con los grandes ojos abiertos de quien está empezando a vivir, y seguramente con más capacidad de tomar distancia que posiblemente nosotros para juzgar los hechos objetivamente.
Creo que cantasteis en clase. ¿Es así? ¿Qué canción intentasteis?
Elegí el «Canto a la libertad» de José María Labordeta. Me parece una canción llena de esperanza y optimismo en la búsqueda de un mundo mejor, al que no deben renunciar ni los niños, ni los adolescentes ni los jóvenes.
Nosotros en la clase habíamos trabajado profundamente el tema de las utopías modernas y de las distopías contemporáneas, así que, bien mirado, la canción fue la continuación de una lección de filosofía. Muchas veces menospreciamos a nuestros adolescentes y les calificamos de desinteresados, incívicos e insolidarios llevados por los estereotipos negativos que se divulgan a través de los mass media y que se enquistan desgraciadamente en nuestra sociedad ofreciéndonos una imagen crispada y absurda de los jóvenes. Pero si te acercas a los chicos y chicas, si buscas en ellos, en sus múltiples lenguajes y en sus claves, suelen desbordarnos con su energía para proponer e intervenir activamente en los proyectos de participación democrática que les ofrecemos, han de participar en proyectos que aumenten su presencia como ciudadanos, a pesar de que la mayoría de mis alumnos y sus familiares, como se sabe, no pueden hoy por hoy hacer ejercicio de ese derecho humano. ¡Paradoja de paradojas!
También les pasaste una película. ¿Cuáles fueron sus comentarios?
Vimos una parte de Maria querida de José Luis García Sánchez (2004), una película sobre la filósofa María Zambrano, que siendo discípula de José Ortega y Gasset, fue una mujer y una filósofa implicada en el proyecto de modernización y educación de la II República.
Ella ya procedía de un entorno filosófico. Su padre, Blas Zambrano, fue también profesor de filosofía y un hombre muy implicado pedagógicamente.
Me gustaría aquí recuperar un fragmento de un texto muy significativo de lo que pensaba respecto a las enseñanzas de su época y al papel social de la educación:
«La plena educación de todos los hombres será el único medio de que se acelere la revolución social.»
«Si lográramos producir una generación de hombres fuertes de espíritu y de cuerpo, de hombres que, sin saber muchas ciencias, conocieran los principios fundamentales de la ciencia, que, sin ser políticos, tuvieran clara noción de sus derechos; que, sin ser artistas, amaran la belleza; que, sin saber todas las artes manuales, poseyeran los fundamentos científicos y tuvieran el desarrollo de los sentidos adecuados a cualquiera; que, sin creerse dioses, sintieran con toda su intensidad y en toda su extensión la dignidad de la humana naturaleza; libres, por otro lado, de necias preocupaciones, que llevan la confusión al espíritu y la perturbación a la vida, si lográramos producir una generación de hombres así educados ¿sería posible la continuación del actual orden de cosas? No sería posible. (BLAS ZAMBRANO: Fines sociales de la educación)
La película, vuelvo al hilo de la pregunta, es una joya filosófica, trata con una gran delicadeza la vida y pensamiento de María Zambrano que está interpretada por esa magnifica actriz que es Pilar Bardem. La María Zambrano real murió en España después de haber pasado por un largo exilio: México, Chile, Cuba, Italia, Suiza. Hoy un instituto en su Vélez-Málaga natal y un aeropuerto, el de Málaga llevan su nombre, pero muchos, la gran mayoría de la sociedad española, no sabe quien es María Zambrano. Cito [1] un texto sobre el pensamiento de Zambrano que me gusta comentar en clase (sólo el texto de M. Zambrano viene del libro, lo otro es cosecha mía)
El eje del pensamiento de María Zambrano es la propuesta de una razón poética que nos conduce a nuestras raíces, a nuestro interior, al territorio donde sucesivas capas de sabiduría académica y banal han enterrado la ignorancia, aquella que Sócrates ofrecía como eje de la reacción e impulso hacia el saber, aquella propuesta que él mismo y María Zambrano acercaron a los jóvenes, aquel reconocimiento de la propia ignorancia que nos coloca en el inicio de nuestra propio ser y consciencia. María Zambrano es a la vez una gran poeta que nos conduce al sosiego de la mano de su razón mediadora, que es un desdoblamiento de su razón poética, que será el «único camino para reconvertir la historia sacrificial de Occidente en una historia ética donde el fondo trágico de la naturaleza humana quede superado en la construcción de una sociedad democrática, regenerada de sus dolencias ancestrales. El sentido iniciático del proceso señalado, queda así asumido en un proyecto de regeneración moral de la sociedad» (Maria Zambrano). Y justo ahí, es donde aparece el sueño de un camino, el camino para la democracia participativa, del reencuentro, que para mí es ahora, el reencuentro con los jóvenes de América, la raíz delicada y frágil de un Nuevo Mundo que aspira a florecer en un mundo mejor en el viejo mundo, que sin duda todavía es posible.
Su reacción, la de los alumnos, fue una mezcla de extrañeza y de descubrimiento, de interés, de cercanía. Descubrir a aquellos hombres y mujeres de la República y a María Zambrano ha sido para ellos toda una experiencia intelectual pero, sobre todo, emocional y emocionante que les coloca a la puerta del reconocimiento del pensamiento y de un pensar implicado histórica y socialmente.
Por la tarde, tampoco descansaste. Estuviste, muy bien acompañada por cierto, en el acto que UCR organizó en la plaza de Sant Jaume, la futura, esperemos, plaza de la República, ¿qué te pareció? ¿Qué puedes explicarnos de este encuentro?
Un acto emotivo que contenía los argumentos de una reivindicación y una propuesta: ir a por la Tercera. ¡Vamos a por la III República Catalana y Española!
Una joven de 15 años, al final del acto, subida a una escalera inacabable, cambió el nombre de la plaza. Creo que la conoces bien.
Claro. Es mi hija.
¿Cómo se llama? ¿María, como María Zambrano?
Se llama Ana Maria. Le pusimos este nombre mi marido y yo, que por cierto también es profesor de filosofía, por motivos familiares y también porque muchas de mis amigas y alguna que otra pensadora que llevan ese nombre: Hanna Arendt y, por supuesto, María Zambrano.
Pues tiene ya madera e inspiración republicanas.
Creo que sí. En nuestra casa, se habla y se vive en clave republicana, se abordan los acontecimientos del pasado y del presente en tono crítico y nos implicamos en las propuestas de cambio social que creemos están cercanas a nuestros planteamientos, aunque a veces no encontramos un lugar para hacer efectivo ni nuestro pensamiento ni nuestra posición crítica ni un lugar para nuestra participación.
Gracias Montse por la entrevista, por tu narración… y por tus clases republicanas de filosofía. ¡Por la III República!
Nota:
[1] Cita extraída de: Luis Abellán: María Zambrano, una pensadora de nuestro tiempo, Anthropos, Barcelona, 2006.