Recomiendo:
0

Una gran fábrica de ladrillos arruinada, conteniendo amianto, puede ser la ruina de Vélez Málaga

Fuentes: Rebelión

– EL ALCALDE. ¡Todo esto no son más que locuras! El hombre capaz de lanzar semejantes acusaciones contra su propia ciudad es, y será siempre, un enemigo del pueblo. H. Ibsen, Un enemigo del pueblo   Muchos alcaldes temblarían ante un infortunio como el que Ibsen cuenta en su obra, si les ocurriese en su […]


– EL ALCALDE.

¡Todo esto no son más que locuras!

El hombre capaz de lanzar semejantes

acusaciones contra su propia ciudad es,

y será siempre, un enemigo del pueblo.

H. Ibsen, Un enemigo del pueblo

 

Muchos alcaldes temblarían ante un infortunio como el que Ibsen cuenta en su obra, si les ocurriese en su municipio.

 

Una desgracia como la del drama de ficción que comentamos se cierne sobre el municipio de Vélez Málaga, y la reacción del Alcalde ha sido la misma que la de su colega en la pieza dramática: minimizar el riesgo, llamar alarmista y bufón al concejal denunciante del peligro y achacarle que puede dañar seriamente la imagen de un municipio mayormente turístico. Lo que se conoce desde los romanos como «matar al mensajero».

 

Una fábrica de ladrillos con uralitas por los suelos

Pero vayamos a los hechos: el pasado 6 de junio, el concejal del Ayuntamiento de Vélez por Equo, José Luís Gámez, envía una denuncia al Seprona por el estado en que se encuentra una antigua fábrica de ladrillos, víctima de la crisis, cuyos 15.000 metros cuadrados de tejados de uralita están, en gran medida, destrozados, fragmentados y en buena parte esparcidos por los suelos. A la vez, presenta una moción [1] a su propio Consistorio que se debate en Pleno el pasado 27 de junio.

 

El Alcalde, que profesionalmente es Inspector de Trabajo y sabe de estos asuntos, encarga una medición de fibras a una empresa especializada. Con la carta del informe en la mano es cuando se atreve a llamar alarmista y otras cosas más al osado concejal denunciante. Su moción para instar a los propietarios «a que se retiren las planchas de uralita del edificio en ruinas o bien lo haga de oficio el propio Ayuntamiento» es rechazada por la mayoría del PP. Y como prueba de que no hay peligro ni motivo de alarma alguna, ni que el Ayuntamiento tenga nada que hacer, le facilita el citado documento.

 

¿Qué dice el informe del laboratorio especializado? Constata que, hechas las mediciones pertinentes, hay efectivamente amianto pero que la cantidad está por debajo del límite legal permitido, es decir que hay menos de 0.01 fibras/cm3 en el ambiente analizado. Todos contentos, el Alcalde disipa las dudas, la prosperidad turística del municipio no corre peligro y santas pascuas.

 

Pero la realidad sobrepasa los dulces cantos de sirenas de un mero recuento de fibras en el ambiente. Porque el espectáculo que denuncian los diversos reportajes fotográficos que se han realizado sobre la desvencijada fábrica de ladrillos abandonada es dantesco. Un panorama que con muchas precauciones pudimos comprobar in situ.

 

El documento entregado por el Alcalde nos sirve para fundamentar una denuncia

En efecto, el documento público que recibió el concejal «malo» para que callase para siempre, contenía no solo las mediciones comentadas (hay amianto en el ambiente pero está por debajo el límite legal) sino también un Informe de Recomendaciones Preventivas acerca de la fábrica de tejares abandonada.

 

Para hacer este informe la empresa de Prevención visita el lugar del «terremoto» el pasado 12 de junio y constata las siguientes anomalías que transcribo:

– Que «se accede a las instalaciones sin ningún tipo de problemas … y que durante el tiempo que estuvimos en ellas accedió a través de las mismas un camión en tres ocasiones»

– Que «aproximadamente un 90% de la placas de las instalaciones contienen amianto… y un 99% de los restos del suelo también»

– Que » si una persona pisa las placas del suelo pueden romperse y provocar un liberación de fibras de amianto»

 

A la vista del panorama la empresa hace al Ayuntamiento las siguientes recomendaciones:

– «Cerrar todo el perímetro de la fábrica para impedir el acceso a personas o vehículos» tal como le exige la ley.

– «Proceder a la retirada del amianto existente en el suelo y cubiertas» a través de unas empresa especializada y en el RERA

– «Que las personas que accedan a las instalaciones lo hagan con los equipos de protección adecuados al riesgo existente» (máscara FFP3, buzos desechables, guantes de nitrilo, calzado de seguridad y casco)

– «tanto la máscaras respiratoria como el buzo se tratarán como residuos, tendiendo que ser retirados por una empresa gestora de residuos de amianto. No se pueden tirar a un contenedor de basura».

Vaya cambio, «pasamos del aquí no pasa nada» al recomendar máximo cuidado ya que se trata de un material muy peligroso. Quizá los munícipes no llegaron a leer la totalidad del Informe.

 

Evidentemente, el Ayuntamiento cuando en el citado Pleno se lava las manos para escurrir el bulto de sus responsabilidades está incurriendo en un presunto delito pues está poniendo en grave peligro la salud pública.

 

El límite legal de amianto permitido no es garantía de salud

El manejo del amianto instalado se rige por el real decreto 396/2006 de 31 de marzo y por su Guía correspondiente editada por el Instituto Nacional de la Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). En estos documentos aparecen los valores límites a no sobrepasar tanto cuando se hace desamiantado seguro como en el medio ambiente (0.1 f/cm3 y 0.01 f/cm3 respectivamente). Estos son unos valores recomendados para poder trabajar y manejarse con un riesgo aceptable, diríamos. Nada que ver con las recomendaciones para la salud.

 

Es la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que da las pautas de lo que es o no saludable. Y lo que dice la OMS es que el amianto está clasificado como un cancerígeno de los más potentes que hay, del tipo I, y que no hay dosis segura. En un documento de la OMS de septiembre de 2006 titulado «Eliminación de las enfermedades relacionadas con el amianto» se puede leer que: «habida cuenta de que se carece de datos sobre el umbral del efecto carcinogénico del amianto, y de que se ha observado un mayor riesgo de desarrollar cáncer en poblaciones expuestas a niveles muy bajos, para eliminar con eficacia las enfermedades que provoca será preciso abandonar la utilización de todas sus variedades» [2] .

 

También, en 2011, Kurt Straif de la International Agency for Research on Cancer (IARC), dependiente de la OMS, afirmaba que: «actualmente, todavía hay controversias sobre hasta qué punto hay diferencias en la potencia de las diferentes formas de amianto (por ejemplo, el crisotilo opuesto a los anfíboles) y los diferentes tamaños (fibras largas y cortas). Sin embargo, estos asuntos no alteran la conclusión fundamental de que la evidencia epidemiológica indica que TODAS LAS FORMAS Y TAMAÑOS DE FIBRAS DE AMIANTO COMERCIAL SON CANCERÍGENAS PARA LOS SERES HUMANOS» [3] .

 

Igualmente, la Directiva 2009/148/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre reconoce que «los conocimientos científicos actualmente disponibles no permiten establecer un nivel por debajo del cual los riesgos de salud no existan, únicamente reduciendo la exposición al amianto se disminuirá el riesgo de enfermedad relacionadas con él» ( Considerando 3); y se insiste en el considerando 11 en que » si bien no se ha podido determinar el nivel por debajo del cual la exposición al amianto no entraña riesgo de cáncer, es oportuno reducir al mínimo la exposición de los trabajadores al mismo».

 

Recientemente, en 2013, de nuevo el Parlamento Europeo ha aprobado la Resolución ( 2012/2065(INI) [4] en la que se dice que: «B. Considerando que, ya en 1977, un grupo de expertos encargado por la Comisión Europea concluyó que «no existen pruebas teóricas de que exista un límite de exposición por debajo del cual no haya riesgo de desarrollar un cáncer» y que «no se ha establecido un nivel seguro de exposición al amianto», y considerando que esta opinión ha sido confirmada a lo largo de los años por todos los organismos científicos consultivos, y que los tribunales aceptan, por lo general, que no se conoce un límite de exposición al amianto por debajo del cual no existan riesgo» , y añade: «D. Considerando el aumento del riesgo de sufrir cáncer entre la población expuesta a niveles muy reducidos de fibras de amianto, incluidas fibras de amianto crisotilo» …

 

La reducción a 0.1 f/cm3 como límite máximo permitido  es una cuestión práctica porque amianto en alguna cantidad vamos a encontrar en todos los entornos amiantados, por lo que si se recomendase cero fibras /cm 3 impediría cualquier desamiantado y sería peor el remedio que la enfermedad. Pero el principio de que cualquier dosis es cancerígena está bien establecido, como el de cualquier tamaño y forma. No hay dosis segura es una máxima bien segura.

 

La Guía Técnica del INSHT que rige en España para el desamiantado dice que: «la utilización de equipos de protección individual de las vías respiratorias es recomendable siempre, incluso en aquellas situaciones en las que la evaluación de riesgos nos indique que no es probable que se sobrepase el valor límite, por dos razones fundamentales:

• No hay ninguna exposición al amianto, por pequeña que sea, que pueda considerarse

segura.

• No es posible garantizar, en la mayor parte de los trabajos, que no se puedan

producir exposiciones accidentales no previstas.» [5]

Sobre el cálculo de los límites máximos admisibles, las fibras que se recuentan hoy día y la friabilidad el fibrocemento

Los valores límites admisibles son, evidentemente, algo arbitrarios, pues dependen de la correlación de fuerzas en litigio: de una parte los intereses de la industria y de otra la de los/as trabajadores y ciudadanos. En medio, las autoridades y los expertos que basculan. El caso de España es bien demostrativo. La legislación en vigor marca, como sabemos, como límites 0.1 y 0.01 fibras por centímetro cúbico, pero si nos retrotraemos unos años nos encontramos con que en la primera valoración de valores máximos admitidos es del Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas de 1961 que fijó en 175 fibras por centímetro cúbico la concentración máxima permitida de amianto en espacios productivos. Se trata del mismo estándar acordado en 1946 por la American Conference of Governmental Industrial Hygienist que mantuvo su vigencia hasta finales de los años sesenta.

La diferencias entre 1961 y 2014 son: para el ambiente laboral de 1750 veces menor, para el ambiental es de 17.500 veces menor.

 

En cuanto al recuento de fibras por los laboratorios autorizados, éste se hace por medio de microscopía óptica, que es la que exige la ley, pero si sustituyésemos el recuento mediante esta microscopía por el basado en la microscopía electrónica, nos permitiría tomar en consideración las fibras cortas y finas, que constituyen el 20% de las presentes en el ambiente, y que también son cancerígenas [6] . Luego, los recuentos exhibidos en los Informes oficiales están dados a la baja. Por eso en la Resolución del Parlamento Europeo de 2013 ya citada se «pide a la Comisión que realice investigaciones con objeto de revisar el valor límite de fibras de amianto; y se insta a la UE a que sustituya la microscopía óptica la microscopía electrónica de transmisión que es más precisa y ofrece una mejor detección de las partículas finas».

 

En cuanto a la friabilidad (disgregación) del fibrocemento, éste se considera material no friable mientras está en buenas condiciones y no tiene más de 40 años, pero en caso contrario se transforma en amianto friable. Como dice el Informe de Previsión en que nos apoyamos «si una persona pisa las placas del suelo pueden romperse y provocar un liberación de fibras de amianto». Y debido a su estructura cristalina cuando el amianto es desmenuzado forma haces de fibras que se separan longitudinalmente en filamentos cada vez más pequeños. Cada fibra está formada por miles de fibrillas; de un haz de un

milímetro de amianto pueden salir unas 50.000 fibras respirables. Por su pequeño tamaño y su forma permanecen en el aire como nubes invisibles durante largos periodos de tiempo pudiendo ser transportadas por corrientes de aire hasta distancias considerables y estar presentes del orden de billones de ellas en el aire [7] .

 

Los casos de Valladolid y Castellón

La situación que padece Vélez Málaga no es nueva, hay muchos otros casos por todo el país, pero dos son especialmente aleccionadores.

 

El Valladolid, tras el cierre de la fábrica de Uralita en 2009, ésta fue literalmente expoliada. Tras muchas protestas de ecologistas y vecinos el Ayuntamiento ordenó el vallado y vigilancia de la zona y dictaminó que el desamiantado seguro tendría que correr a cuenta de la empresa titular. La Fiscalía presentó una denuncia contra la propiedad de la antigua fábrica, la empresa Royal Urbis, por un delito medioambiental.

 

En Castellón el pasado mes de junio el Seprona ha imputado a 39 personas acusadas de desmantelar de manera irregular la cubierta de amianto de una nave azulejera de una empresa que estaba cerrada y en concurso de acreedores, en Villarreal. Se les acusa de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Parecido al caso que nos ocupa.

 

Tanto la vía administrativa como la penal son recursos de los que se dispone para obligar a hacer los desamiantados seguros a quién corresponda, sin peligro para los ciudadanos.

 

Un pronóstico

La situación de la fábrica arruinada con amianto triturado en el municipio costero de Vélez Málaga es por sí misma demagógica, es un escándalo mientras se mantenga en este estado, además de un peligro público. Eso lo saben los turistas foráneos, que si proceden de los países del norte o el centro europeo están especialmente sensibilizados, pues nos llevan años de lucha legal y en la calle, y un espectáculo como el del amianto triturado en Vélez es inconcebible.

 

La fábrica abandonada no está aislada en medio del campo, al contrario en un radio de entre 200 y 300 metros existe una gran superficie, El Ingenio, un parque acuático, Aquavelis, en donde los niños y niñas al aire libre juegan durante una media de 5 horas, una residencia de ancianos y una urbanización, el Tomillar.

 

A poco que se corra la voz de la situación, tanto los nativos como los de fuera evitarán acudir al Ingenio, dejarán de llevar a sus hijos al Parque Acuático y, en las urbanizaciones próximas, los vecinos estarían intranquilos.

 

La demagogia verbal, la dejadez y el abandono pasarán factura a los políticos inoperantes e irresponsables.

 

Por todo ello, estamos seguros de que en breve plazo veremos rectificar a la Alcaldía y poner en marcha las medidas necesarias para un desamiantado urgente y seguro. Al revés que en la obra de Ibsen, la locura la cometería el Alcalde si tratase de demonizar a los mensajeros y su abstención fuese la causa de un grave daño para la salud pública. Los delitos de omisión son más graves aún que los de acción, como ha recordado el Papa Francisco en relación al problema de la abundante pederastia entre los curas. El silencio de las altas jerarquías eclesiásticas, dice el Pontífice, es una concausa de las muchas actuaciones criminales de los curas con los niños y niñas inocentes porque estimula la impunidad.

 

Mientras tanto seguiremos en la lucha.

Por el bien de todos.

 



[1] El Observador: http://www.revistaelobservador.com/medio-ambiente/8981-el-partido-andalucista-presenta-una-mocion-en-el-ayuntamiento-de-velez-malaga-y-denuncia-ante-el-seprona-el-estado-de-la-fabrica-de-ladrillos-de-el-prado-donde-se-amontonan-placas-de-uralita-con-amianto

[2] http://whqlibdoc.who.int/hq/2006/WHO_SDE_OEH_06.03_spa.pdf

[3] http://www.who.int/phe/news/events/international_conference/Session2_DrStraif.pdf

[4] http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?type=TA&reference=P7-TA-2013-0093&format=XML&language=ES

[5] El amianto hoy. Retos tras la prohibición. CCOO, Madrid 2011, pag. 54

[6] Boletín electrónico del INSHT nº 89, Erg@line: http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/TextosOnline/Erga_online/2010/Ficheros/ERG@nline%20n%C2%BA%2089.pdf

[7] «El amianto hoy. Retos tras la prohibición», CCOO. Madrid 2011, pag. 11: http://www.cancerceroeneltrabajo.ccoo.es/comunes/recursos/99924/pub44138_El_amianto_hoy._Retos_tras_la_prohibicion.pdf