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[Siria] Entrevista al opositor y activista de DD.HH. Michel Kilo

«Una intervención exterior sería la destrucción del país»

Fuentes: L´Humanité

Personalidad reconocida de la oposición, encarcelado en varias ocasiones, Michel Kilo constata que ni el poder ni la oposición logran ganar. Estima necesario un diálogo con ciertos elementos del régimen para ir hacia la democracia. Pierre Barbancey : ¿Cómo analiza la situación en Siria? Michel Kilo: Lo primero es subrayar que estamos en una crisis […]

Personalidad reconocida de la oposición, encarcelado en varias ocasiones, Michel Kilo constata que ni el poder ni la oposición logran ganar. Estima necesario un diálogo con ciertos elementos del régimen para ir hacia la democracia.

Pierre Barbancey : ¿Cómo analiza la situación en Siria?

Michel Kilo: Lo primero es subrayar que estamos en una crisis que puede aún durar meses, incluso años. Hay que aceptarlo. Existen en el seno del pueblo las fuerzas necesarias que se han adaptado a una crisis que va a durar mucho. Ésta está, de una cierta forma, equilibrada. El régimen no tiene las fuerzas suficientes para impedir a la gente salir a la calle. Pero la gente no tiene la fuerza necesaria para hacer caer el régimen. Estamos ahí. El futuro depende de la forma en que este equilibrio va a ser modificado. El régimen espera que la población vaya a detener el movimiento de protesta. Mientras que la población espera que el régimen vaya a dividirse y que vean emerger fuerzas que podrán encontrar la solución. Estamos en una situación muy delicada.

Hay fuerzas dentro de Siria, como los Comités locales, y las fuerzas del exterior, como el Consejo Nacional Sirio (CNS). ¿Cómo se sitúa Vd.?

Michel Kilo: Soy una persona independiente, como sabes. No soy miembro del CNS. Soy una persona que ha trabajado en el movimiento de la sociedad civil, en el origen de este movimiento popular que ocupa actualmente las calles. Ahora hay dos grandes organizaciones de la oposición siria: el Comité Nacional por el Cambio Democrático en Siria (CNCD) y el Consejo que reagrupa a fuerzas del interior, como la Declaración de Damasco y muchos representantes de las tribus, de los comités de jóvenes. Pero ninguno de los dos es la fuerza que ha creado el movimiento. Los intelectuales estuvieron en su origen. Ahora han tomado una cierta distancia tanto respecto al CNS como del Comité. En nuestra visión, estamos más próximos al Comité nacional. Y en nuestra representación del movimiento, más cercanos al CNS.

La formación del CNS ha dado una esperanza a los sirios que tienen la impresión de que tienen ahora una representación política que es una alternativa al poder. Pero el CNS ha trabajado volviéndose hacia el exterior y ha descuidado mucho la situación interna, es decir el pueblo que le ha dado su confianza. El pueblo tiene ahora el sentimiento de que está solo. Y algunos demandan un nuevo paso hacia una representación que una a la oposición del interior y la del exterior. Hay ahora una verdadera demanda.

El viernes por la noche se ha anunciado la firma de un acuerdo entre el Comité Nacional por el Cambio Democrático y el Consejo Nacional Sirio.

Michel Kilo: De hecho este acuerdo no ha sido ratificado. Había una gran resistencia en el seno del CNS contra este acuerdo, que está ahora anulado de hecho. Se ha anunciado que, en realidad, no se trataba más que de una hoja de trabajo sobre los planteamientos de cara al futuro. El CNS se considera como el único representante de la población siria. No tiene la voluntad de ratificar un proyecto o una declaración común con nadie en Siria. Se niega a aceptar la existencia de otras fuerzas de oposición y rechaza la formación de un comité para dirigir el trabajo común de los diferentes grupos de la oposición. Es exactamente lo que preveía el texto que es ahora denunciado por el CNS, que quiere considerarse como la única formación de la oposición siria. Es una locura.

¿El envío de observadores de la Liga Árabe es algo positivo?

Michel Kilo: Era algo muy positivo. Hay que dar las oportunidades necesarias para que el trabajo árabe sea exitoso. Pero Qatar trabaja para los Estados Unidos. Y el CNS quiere ahora la internacionalización del conflicto. Han demandado, el domingo, por primera vez, una intervención militar con la creación de zonas tampón bajo protección aérea y marítima.

¿Desean algunos un escenario a la libia?

Michel Kilo: Algunos tienen efectivamente esa idea. Pero Siria es completamente diferente de Libia. En Siria, entre el 25% y el 35% de la población forma parte de alguna minoría, se hace política, mientras que en Libia, no había más que un hombre, Gadafi. En Siria, hay un ejército muy fuerte y hasta ahora unido alrededor del poder, y una población con un sentimiento nacional muy desarrollado. Es decir que trabajar por una intervención exterior, es trabajar por la destrucción de Siria, que llevaría a una guerra civil que duraría años con posibilidades de intervención de fuerzas regionales y partidos y corrientes tanto en un campo como en el otro. Esto tendrá repercusiones en el Líbano, en Palestina, en Jordania e incluso en Turquía. Los sirios, incluyendo quienes están encarcelados, quienes han sufrido torturas, están en contra de toda intervención militar pues saben lo que significa.

¿Qué propone Vd.?

Michel Kilo: Hace ya diez años, habíamos propuesto una fase de transición. Que hubiera una reunión con el poder para hablar sobre la situación en el país, fijar los temas esenciales a ser tratados y encontrar los medios para resolver juntos los problemas y crear un régimen transitorio que nos llevara en algunos años a un régimen democrático. En su último documento político, el Consejo Nacional Sirio ha hablado de una solución negociada y de una fase transitoria. Han renunciado al eslogan de «Hacer caer el régimen».

Pero, ¿está el régimen inclinado a discutir?

Michel Kilo: En absoluto. Pero si, ante tí, tienes un régimen unido y tienes deseos de dividirle, es preciso hablarle de forma de que algunos individuos en el seno del régimen se animen a decir: «Es una solución aceptable que va a conservar nuestros intereses y salvaguardar el país». Es el momento ahora de decir que si hay elementos del régimen dispuestos a discutir y a aceptar una fase transitoria que permita ir hacia la democracia -lo que significa una dislocación del régimen despótico-, estamos disponibles. Hay personas en el seno del régimen que dicen que hay que pensar ahora en otras soluciones que la represión.

Entrevista realizada por Pierre Barbancey, y publicada en L´Humanité del 3 de enero de 2012.

http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article23924

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR