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Los jueces eligen sus representantes

Unas elecciones donde casi todo es derecha

Fuentes: Rebelión

El pasado 27 de noviembre se celebraron entre los jueces elecciones a salas de gobierno del Tribunal Supremo y de los tribunales superiores de justicia de las diferentes autonomías. Las salas de gobierno no tienen funciones jurisdiccionales sino organizativas. Podríamos decir, salvando las distancias, que es el equivalente a las elecciones a comité de empresa […]

El pasado 27 de noviembre se celebraron entre los jueces elecciones a salas de gobierno del Tribunal Supremo y de los tribunales superiores de justicia de las diferentes autonomías. Las salas de gobierno no tienen funciones jurisdiccionales sino organizativas. Podríamos decir, salvando las distancias, que es el equivalente a las elecciones a comité de empresa de los trabajadores. 

En estas elecciones se cubrieron 116 puestos, la asociación ganadora es la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que es la correa de transmisión del Partido Popular en este ámbito. Esta asociación obtuvo 53 plazas para sus miembros. El segundo colectivo votado resultó ser, con 21 elegidos, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), de carácter claramente conservador pero que cuida las formas al no alinearse tan claramente con el Partido Popular como la APM. En tercer lugar, el Foro Judicial independiente (FJI) consiguió 11 representantes, esta asociación se destaca de las anteriores por más intensa -todavía- defensa del corporativismo de los jueces. Y en último lugar, con nueve electos, aparece la Asociación Jueces para la Democracia (JpD) con 9 representantes. Esta asociación tiene muy estrechas vinculaciones con el PSOE. Por último los jueces no asociados han obtenido 23 miembros; de los que al menos 11 formaban parte de las listas de la APM.

Sí trasladásemos estos resultados al Congreso de los diputados resultaría que el Partido Popular tendría una holgada mayoría absoluta con 193 diputados frente a los 154 reales. El PSOE pasaría de tener 169 diputados a 28. Izquierda Unida y los partidos nacionalistas no tendrían representación alguna. La ASJFV interpretaría el papel del partido de Rosa Diez con 63 diputados frente al que tiene actualmente y a la derecha del PP habría un partido (FJI) con 33 diputados.

Similares perfiles ideológicos nos los encontramos también en los otros dos cuerpos superiores de la administración de Justicia: Fiscales y Secretarios Judiciales.

Varias son las reflexiones que podemos realizar, la obvia es que la derecha está enrocada en el Poder Judicial, controla el acceso a la carrera judicial mediante el actual sistema de oposiciones, en las que la prueba más selectiva tiene una valoración totalmente subjetiva sin posibilidad de revisión. Ésta es una explicación, la otra podría ser que los miembros de la derecha son más listos que lo de la izquierda, pero el sentido común indica que no es una cuestión de neuronas, es un problema de economía y linaje. Por ejemplo, a la vista de los apellidos de muchos de los miembros del Tribunal Supremo que se repiten desde el franquismo, podemos obtener la conclusión de que ser hijo de magistrado es un mérito no escrito pero de indudable influencia en los Tribunales de las oposiciones.

El anterior ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, quiso cambiar el modelo de oposiciones a la judicatura. Presentó un proyecto más democrático e igualitario como es el adoptado por la República Francesa. El simple anuncio del proyecto produjo una auténtica rebelión de los jueces. Se convocó la primera huelga de jueces de la historia de España para impedir los planes del Ministro y, además, reclamar mejoras salariales. Los togados salieron triunfantes, lograron la retirada del proyecto y, posteriormente, la dimisión del ministro. Visto en perspectiva, el clamor mediático organizado en su día por el episodio de caza con el Juez Garzón, parece una mala broma, máxime si se compara con los casos Gurtel, Palma…

También cabe subrayar cómo la celebración de estas elecciones del tercer poder del Estado pasan totalmente desapercibidas en los medios de comunicación. Quizás sea por que no ha habido cambios importantes en la judicatura en los últimos lustros. Para que haya una noticia tiene que ocurrir algo novedoso, no lo es que en estas elecciones la derecha cope los puestos elegidos, es lo «natural» para los clanes familiares que gobiernan este país desde hace siglos. Cualquier intento de cambio se aborta mediante la consigna de que «no hay que politizar la justicia». El tremendo desequilibrio político hacia la derecha existente entre los integrantes de la judicatura y el resto de la sociedad es un claro exponente del déficit democrático del Poder Judicial.

Fuente: http://carlosmartinez.info/content/view/214/1/ 

Rebelión ha publicado este artículo con permiso del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.