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Unidad nacional palestina para aislar a los traidores

Fuentes: Palestine Think Tank

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

La reunión en El Cairo del lunes 26 de enero entre un representante de Hamas y el dirigente de Fatah Azzam al-Ahmed representa un rayo de esperanza para millones de palestinos y para sus aliados, que confían y rezan para que se acabe de una vez la duradera escisión entre los dos actores políticos más importantes de la arena palestina.

El encuentro, aunque de carácter simbólico y de procedimiento, demuestra que pueden superarse los problemas entre las dos partes si ambas hacen gala de buena voluntad y, especialmente, si el régimen de Ramala pone fin a su ignominioso sometimiento a Israel y los Estados Unidos.

Ni que decir tiene que el enfrentamiento ha causado estragos en la reputación de la justa causa palestina e infligido muchas heridas sangrientas a nuestro pueblo, cuyas cicatrices necesitarán del paso del tiempo para poder desaparecer.

No obstante, todavía somos un pueblo que siente los mismos dolores, que se pudre bajo la misma odiosa ocupación y que alberga idénticas esperanzas de libertad y justicia.

Pero tenemos que ser francos y honestos los unos con los otros para poder alcanzar una armonía nacional duradera y tratar de evitar el rechazo a la otra parte. Esto tiene que ser así porque ni Hamas ni Fatah van a marcharse ni se van a evaporar en el infinito.

No hay duda de que una calamidad inmensa ha golpeando a nuestro pueblo en la Franja de Gaza. Pero la infernal agresión sufrida no significa en absoluto una victoria para Israel, a menos que la entidad sio-nazi considere como un acto de heroísmo el asesinato masivo de inocentes civiles y la destrucción masiva de sus hogares y edificios públicos.

Porque si es así como lo valoran, tendremos que empezar a considerar a Adolf Hitler como el héroe más importante de todos los tiempos.

Sin embargo, deberíamos evitar fustigarnos demasiado a nosotros mismos o intentar sacar provecho de la propaganda de unos contra otros.

Israel intentó decapitar a Hamas, destruir su legítimo gobierno (legítimo porque Hamas fue elegido por el pueblo palestino) y devolver la Franja de Gaza al líder de la AP, Mahmoud Abbas, sobre una bandeja totalmente carcomida.

El hecho de que Israel no pudiera conseguir su objetivo criminal no se debió a la magnanimidad israelí. Los sionistas tienen una mente demasiado criminal y miserable para saber lo que significa la magnanimidad. Después de todo, la magnanimidad requiere al menos un ápice de humanidad y el sionismo no sabe qué es eso.

En verdad que fueron Hamas y otras facciones de la resistencia palestina quienes se ganaron a pulso esa firmeza, esa legendaria determinación frente a una criminalidad, espanto y capacidad armamentística abrumadores.

De ahí que uno sólo pueda contemplar con absoluto desprecio los bulos baratos y las calumnias procedentes de Ramala acusando a la resistencia de ser la responsable de la inmensa muerte y destrucción sufridas en Gaza, como si los criminales pilotos que estaban arrojando las bombas y los misiles y el fósforo blanco sobre las cabezas de nuestros niños y civiles fueran los miembros de Hamas y no los criminales de guerra israelíes.

Sin duda, esas mezquinas acusaciones son las típicas de dos categorías de personas: de los ignorantes que desconocen los hechos o de los auténticos traidores, de esos que están haciéndole el trabajo sucio a Israel.

Se puede disculpar a los primeros en función de su ignorancia o estupidez. Sin embargo, los segundos son Judas malevolentes a los que debe silenciarse y castigarse. Y si no se puede tratar con ellos de forma adecuada, hay que dejarles aislados en desgracia.

Esta debería ser una de las tareas principales de Hamas en las próximas semanas y meses. Si así no lo hacen, los quintacolumnistas que hay dentro de Fatah y de la AP, la misma gente que cometió adulterio a plena luz del sol colaborando con el Shin Beth y la CIA para violentar la voluntad del pueblo palestino y conseguir los objetivos patológicos de EEUU en esta torturada parte del planeta continuarán causando daño e intentando hacer que naufrague la barca colectiva palestina.

Deben ser expulsados, aislados, denunciados, repudiados y deben pagar por su traición y perfidia.

Pero Fatah no es un movimiento de traidores y no está entre los intereses del pueblo palestino hacer que Fatah caiga en manos de los secuaces de Muhammed Dahlan, Nimr Hammad y al-Tayeb Abdul Rahim, quienes probablemente estaban anhelando, y así lo expresaron públicamente, una victoria israelí en Gaza.

Por lo tanto, es adecuado y conveniente que Hamas se acerque a los auténticos patriotas de Fatah. Y el momento de hacerlo es ahora.

No hay duda de que a pesar de la enormidad de la masacre genocida sionista contra nuestro pueblo en Gaza, Hamas no sólo ha conseguido quedar intacto sino que también se ha ganado un abrumador respeto y admiración por todo el mundo. Hamas no debería considerar a la ligera ese flujo de apoyo ganado del que muchos movimientos, partidos y gobiernos soñarían incluso con recibir sólo una parte. En vista de todo ello, Hamas debería mostrar una flexibilidad inteligente para tratar de reestablecer la unidad nacional.

Es esa unidad nacional la que finalmente podrá arrojar al gobierno de Fayyad al basurero de la historia y liquidar la prostituida práctica conocida como «coordinación de seguridad» [con Israel].

El restablecimiento de la unidad nacional exigirá asimismo la pronta retirada de gente como Keith Dayton y otros funcionarios de la CIA que han enseñado a cientos, cuando no a miles, de nuestros engañados e inocentes jóvenes que el enemigo es Hamas, no los matones sionistas que acaban de asesinar y atentar contra miles de nuestros niños y civiles de la Franja de Gaza y que han estado robando nuestra tierra y reduciendo nuestros horizontes.

Dios ordena en el Corán a los musulmanes que se abstengan de caer en la desunión y conflictos internos. En la Sura al Anfal, Dios dice: «Y obedeced a Dios y a su Mensajero y no caigáis en las disputas a menos que queráis perder la esperanza y el poder; y sed pacientes y perseverantes, porque Dios se mantiene al lado a quienes perseveran pacientemente». De todas las facciones palestinas, Hamas debería ser la que mejor entendiera esto. ¡Amén!

Enlace con texto original:

http://palestinethinktank.com/2009/01/27/national-palestinian-unity-to-isolate-the-traitors/