Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Damasco.- En el punto álgido del temor a la guerra a principios de septiembre, un grupo de estudiantes y activistas, sobre todo suníes, cristianos y alauíes, dirigidos por una mujer libanesa chií, carísmatica, agnóstica y partidaria de Hizbulá, de la localidad Hermel en el Valle Norte de Bekaa en el Líbano, estableció un campamento de escudos humanos y observadores para proteger las torres de los canales de televisión, la radio y las comunicaciones sirias situadas en la cresta del monte, Qasiun que se eleva a 1.151 metros. La pequeña comunidad tiene el ambiente de una sentada o una huelga de enseñanza. En unos días había más de 200 personas y durante el fin de semana su web «Ala agsadona» («sobre nuestros cadáveres») recibió miles de visitas diarias.
«Estamos preparados para recibir el primer misil crucero a pecho descubierto», explicó un joven, estudiante de arquitectura en la Universidad Siria, una institución privada relativamente cara que ofrece asignaturas en francés, inglés, alemán, italiano y otros idiomas occidentales.
El monte Qasiun, transliterado de Jabal Qāsiyūn, es la alta montaña que domina Damasco desde el norte, y muchos creen que sus torres de comunicación se encontrarán entre los primeros objetivos de los misiles crucero estadounidenses. El área, normalmente un lugar turístico de excursionismo y escalada, es muy apreciada por los sirios como un lugar de belleza y paz donde liberarse de las presiones de todos los días y gozar de las temperaturas frescas de la montaña. También se puede cenar en una serie de restaurantes con cristaleras desde los cuales se puede ver el panorama de toda la ciudad y contemplar la expansión de Damasco con el pasar de los años, algunos distritos incluso se han establecido al pie de la montaña. Tal vez como señal de los tiempos, en la actualidad Qasiun está surcada por un laberinto de las fuerzas armadas sirias.
La conexión especial del monte Qasiun y el pueblo sirio ha sido perpetuada por las historias orales y escritas que señalan lo que significa el Monte para esta región desde la prehistoria. En las laderas de Jabal Qasiun, justo arriba del campo «Ala agsadona», hay una caverna en la cual se dice que habitó Adán, el primer hombre, durante un tiempo. Los historiadores han registrado una variedad de historias sobre Ibrāhīm (Abraham) e ‘Īsā (Jesús) que también se refugiaron y oraron en ella. Los libros medievales árabes hablan adicionalmente de ella como el sitio en el cual Qābīl (Caín) mató a Hābīl (Abel). Además se ha conocido durante siglos como un lugar en el cual las oraciones son inmediatamente aceptadas por Dios. Y en la historia siria cuando una calamidad amenazaba al pueblo, y especialmente durante tiempos de sequía, los gobernantes de Damasco subían a la caverna y oraban por la seguridad y a menudo por la lluvia.
Durante estos días de matanzas y las amenazas de bombardeos occidentales dirigidos por EE.UU., el campamento ha llegado a simbolizar la resistencia siria a la hegemonía y ocupación extranjera.
Sentado bajo la «caverna de Adán», no lejos del campamento, este observador escuchó mientras algunos de estos estudiantes y activistas, muchos de los cuales duermen en colchones de espuma o en carpas, me explicaban su participación en el proyecto de escudos humanos y sus objetivos. Una de ellos, aficionado a la historia social de EE.UU., cantó para mi gran disfrute una canción que está escribiendo y me pidió mi opinión. La canción está adaptada del clásico espiritual africano-estadounidense, escrito por John Wesley Work, Jr. a mediados del siglo XIX, con unos pocos cambios en la letra:
«¡Ve y dilo en la montaña, desde los picos de Qasiun y por doquier.
Ve y grítalo desde la Caverna de Adán, donde nació la bendita resistencia de Siria!»
Algunos de los jóvenes más activos e inspiradores del campamento «Ala agsadona» son «adolescentes» de 60 o 70 años. Muchos han perdido seres queridos durante la terrible crisis. El campamento está en ‘alta alerta’ las 24 horas del día en vista de las amenazas contra sus habitantes por parte de grupos yihadistas extranjeros -considerando también que la montaña ha sido el objeto de ataques con morteros y bombardeada por Israel la primavera pasada. Varios puntos de control del ejército controlan cuidadosamente todo el tráfico que asciende por sus laderas. Pero a pesar de las diversas amenazas la actitud y el espíritu general de «Ala agsadona» es de resistencia, orgullo y patriotismo, no exclusivamente por el actual régimen, sino concentrado en Siria, su historia de 10.000 años como cuna de la civilización y la cultura, así como sus siglos de superpotencia de la región.
Ogarit Dandask, la mujer que concibió la idea de establecer el campamento, explicó: «Protegeremos nuestro país con nuestros cuerpos, porque preferimos morir dignamente que vivir bajo cualquier ocupación. Llamamos a todos los sirios a unirse a nosotros, porque es nuestro país el que está siendo amenazado, no el régimen o alguna persona específica».
Después de oír hablar de preparativos de grandes cantidades de estadounidenses y otros extranjeros para venir a Siria para servir de escudos humanos y observadores internacionales en solidaridad con el pueblo sirio, Ogarit Dandask hizo un llamado a «todos los pueblos libres del mundo, a todos los que creen que los pueblos tienen derecho a decidir su propio futuro», a unirse a esta campaña popular. Muchos sirios han ofrecido sus casas a partidarios extranjeros de Siria, que probablemente serían ubicados en sitios claves de posibles bombardeos.
Al preguntarle si la actual pausa en los planes de bombardeo del gobierno de Obama los llevaría a abandonar los campamentos, la respuesta fue que los participantes se mantendrán vigilantes, listos para reincorporarse plenamente y para ocupar sus puestos si reaparecieran las amenazas de bombardeos inmediatos. La mayoría refleja el punto de vista general de la población siria, cree que la actual pausa solo es eso. Y que los bombardeos estadounidenses siguen siendo probables.
No obstante, como parece el caso en toda Siria, hay un palpable sentimiento de alivio, incluso una limitada euforia por el momento, junto con esperanza y optimismo, de que las Naciones Unidas, Rusia, Irán, EE.UU. y Siria puedan solucionar esta crisis que ha destruido una gran parte de Siria y ha llevado muerte y destrucción generalizadas a muchas de sus familias.
Franklin Lamb realiza trabajo de investigación en Siria y el Líbano. Contacto: [email protected]
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/09/13/go-tell-it-on-the-mountain-from-the-peaks-of-qasioun/
rCR