La periodista de la Cadena Ser Angels Barceló entrevistó el pasado día 13 de diciembre a Ricardo Martínez, responsable de Logística de la Unidad de Emergencias de Médicos Sin Fronteras. En el video que inserto más abajo se puede ver la entrevista completa con el testimonio sencillamente desgarrador de Ricardo.
Tanto Israel como Hamás llevan años tratando de exterminarse mutuamente. Ahora, tras el ataque terrorista de Hamás, la respuesta de Israel es criminal y aterradora, produciendo, tal y como muestra Ricardo, una auténtica matanza. Un exterminio que cuenta con el apoyo de las grandes potencias, encabezadas por el gobierno de Estados Unidos que acaba de vetar en Naciones Unidas la demanda de un alto el fuego humanitario. Israel va injustamente más allá de la defensa frente al terrorismo de Hamás. Ataca deliberadamente a civiles, impide que llegue ayuda humanitaria y se preste atención sanitaria a las personas heridas, entre ellas miles de niñas y niños y de mujeres embarazadas, ha dejado sin agua, comida y a la intemperie a decenas de miles de personas, y permite que se cometan actos de violencia, incluso personal, terriblemente crueles e injustificados.
Oír el testimonio de Ricardo Martínez en la entrevista rompe el corazón de cualquier ser humano sensible, emociona y es como un mazazo en nuestra conciencia. Al menos a mí, me hace brotar un sentimiento de impotencia brutal y que sienta vergüenza del mundo en el que vivo. Hace años leí al biólogo chileno Humberto Maturana y descubrí su descripción de los seres humanos como «adictos al amor» y «dependientes para la armonía biológica de nuestro vivir cotidiano de la cooperación y la sensualidad, de las caricias y de vínculos positivos y sintonía emocional con los demás, no de la competencia y la lucha». ¿Qué estamos haciendo, entonces? ¿Por qué nos empeñamos en actuar como seres infrahumanos? ¿Dónde queremos llegar? ¿Por qué cometemos estos crímenes y protegemos a los criminales en lugar de detenerlos? ¿Dónde están los lideres que tanto protestaban, con razón, cuando era Ucrania la invadida y ni siquiera en tan dramáticas condiciones? ¿Hasta cuándo su doble moral que, en realidad, es cómplice del crimen?
Yo no sé, desde luego, cómo se podría acabar con tanto sufrimiento, ahora en Gaza y, al mismo tiempo y antes, en tantos otros lugares. Pero tengo algo muy claro: si, en lugar de actuar como si la injusticia, la violencia o el dolor que sufren los demás no fuera con nosotros y no hacer nada, nos dolieran como les duele a quienes directamente los sufren; y si reaccionáramos de alguna forma, en lugar de actuar como seres sin alma, ni corazón, ni agallas, que lo aceptamos todo sin rechistar, quizá dramas como el de Gaza no podrían ocurrir. Dan muchas ganas de echarse a llorar oyendo testimonios como el de Ricardo, pero no deberíamos limitarnos a sentir pasivamente lo que está sucediendo. Hay formas de ayudar, sobre todo, para denunciar lo que pasa y reclamar el inmediato alto el fuego y la paz: recogiendo y divulgando información veraz, hablando con la gente, haciendo que tome conciencia quien nos rodea, ayudando a organizaciones como Médicos sin Fronteras, organizando actos de protesta allí donde vivamos o trabajemos, escribiendo a embajadas y gobiernos y, principalmente, mostrándonos día a día como los seres humanos que describe Maturana, adictos al amor, amantes de la paz y comprometidos con la justicia; no como cobardes que, al no hacer nada, damos alas a los criminales, a la violencia, las injusticias y al dolor de millones de seres inocentes. Por favor, vea este video, pero no se limite a llorar, hable de él, difúndalo, ¡haga algo, por favor!
Fuente: https://juantorreslopez.com/vea-este-video-y-no-se-limite-a-llorar-haga-algo/