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El nuevo Plan General plantea la reclasificación de 160.000 metros cuadrados de huerta en el municipio valenciano

Vecinos y movimientos sociales rechazan la urbanización de l’Horta de Alboraia

Fuentes: Rebelión [Imagen: Som Horta]

Calvet, Desemparats, Mar, Massamardà, Masquefa, Miracle, Saboia y Vera. Son ocho de las partidas de huerta que integran Alboraia, municipio de 24.700 habitantes emplazado en el área metropolitana de Valencia y la comarca de l’Horta.

Actualmente se halla en fase de tramitación el nuevo Plan General Estructural (PGE) de Alboraia, documento que establecerá las directrices urbanísticas del municipio para los próximos años (el Plan General vigente data de 1991). El nuevo instrumento de planeamiento, defendido en solitario por el equipo de Gobierno, del PSPV-PSOE, plantea la “recalificación” de al menos 160.000 metros cuadrados de huerta productiva.

Integrado en el Movimiento Per l’Horta, el colectivo Som Horta de Alboraya rechaza el nuevo proyecto de PGE por ocupar una superficie de huerta y apostar por un crecimiento urbanístico “excesivos”, en un contexto de crisis climática y sin incremento demográfico; según el INE, entre 2017 y 2020 la población de Alboraia se situó -con escasas variaciones- en torno a los 24.000 habitantes; además el Gobierno Valenciano (PSPV-PSOE, Compromís y Podemos) tramita actualmente la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica.

Ya en octubre de 2019, en la versión anterior del proyecto de PGE expuesta al público, Per l’Horta denunció que el documento de planeamiento “iniciado (en su día) por el (Gobierno municipal del) PP y que ahora trata de desarrollar el PSPV-PSOE, carecía de la justificación suficiente para la reclasificación de suelo de huerta ‘no urbanizable y protegido’ a ‘suelo urbanizable’” (se planteaba en la versión de 2019 la ‘reclasificación’ de 264.000 metros cuadrados de huerta en plena producción).

La Memoria Informativa del PGE incluye información sobre l’Horta de Alboraya. La superficie del término municipal es de 838 hectáreas; de las 633 hectáreas catalogadas como ‘suelo no urbanizable”, 601 tienen la consideración de ‘suelo agrícola protegido” y se corresponden con la zona de huerta. Sobre el valor patrimonial de l’Horta, el documento municipal lo destaca como “rico”, “milenario” y “poderoso”, pero “asediado por los cambios estructurales y la creciente presión urbanística”.

En 1960 cerca de dos tercios de la población alborayense residía en el casco urbano, y en torno al 37% en la zona de huerta; mientras que en 2000, añade el Documento de Información Pública, la distribución se había modificado: el 78% de la población vivía en el casco urbano y el 3,7% en l’Horta.

Aprobada en marzo de 2018, la Llei de l’Horta de València se remite en el preámbulo al Informe Dobris de la Agencia Europea de Medio Ambiente (1998), que destaca la relevancia histórica y cultural de la huerta valenciana: sólo existen cinco espacios semejantes en la UE, de ahí la importancia de su “conservación activa”.

La introducción a la Ley subraya los valores de l’Horta; por ejemplo, “genera una producción agrícola de proximidad que permite disponer a la población del área metropolitana de Valencia (1,7 millones de habitantes, INE 2020) de productos hortofrutícolas de alta calidad con costes reducidos de transporte y menores efectos de gases de efecto invernadero”. Pero también alerta sobre las amenazas de desaparición, por “la presión de la actividad urbanística, las infraestructuras de movilidad y la crisis y abandono de la actividad agraria”.

Además de la reclasificación de suelo de huerta, Som Horta critica que el PGE planee la construcción de 2.891 viviendas nuevas en Alboraia, lo que podría suponer un aumento de la población en 7.000 habitantes (una población superior en un 30% a la actual). La Memoria Justificativa del PGE señala que, en 2018, de las 12.970 viviendas existentes en el municipio, 1.995 –el 15,4%- permanecían vacías. Como muestra de los precios, el portal inmobiliario Idealista.com anuncia promociones de vivienda nueva en el núcleo urbano de Alboraia, de 106 metros cuadrados, a un precio de 207.000 euros; la página Web Habitaclia anuncia pisos de alquiler de 86 metros cuadrados, a 100 metros de la playa, por 895 euros mensuales.

Otras actuaciones del proyecto de PGE cuestionadas por Som Horta son la ampliación del polígono industrial sobre superficie de huerta “con la excusa de una mejora paisajística, ya que de este modo no se resuelve ninguno de los problemas que afectan al polígono y que explican su baja ocupación”.

El movimiento social se opone al modo en que el Ayuntamiento planea un Parque Agrario (80.000 metros cuadrados) en la Partida de Peixets, ya que la iniciativa se presenta con “una orientación claramente lúdica”. La Llei de l’Horta, añade el colectivo, establece que los parques agrarios “pueden computar como ‘público’ siempre que mantengan su carácter agrícola”. Además esta iniciativa, argumenta Som Horta, “incluye una laguna artificial para depurar aguas residuales; si hay un problema de falta de depuración de aguas, esta tendría que resolverse en origen, no a costa de sacrificar superficie de huerta”.

En un comunicado del 21 de julio, Per l’Horta rechazó la “opacidad” de la mayoría municipal socialista en torno al PGE, documento que no cuenta con el apoyo de los regidores de Compromís, Esquerra Unida del País Valencià-IU, el PP y Ciudadanos. El plan “fue presentado a golpe de eslóganes rápidos en las redes sociales”, afirma Som Horta, que pide una nueva exposición pública del PGE, ya que presenta modificaciones sustanciales respecto a la versión de 2019 (la petición se sustenta en el Artículo 53.6 de la Ley valenciana de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje de 2014).

El Periòdic de l’Ajuntament d’Alboraia informa, en su edición de junio, de que el consistorio no ha asumido contenido alguno en 80 alegaciones individuales al PGE sobre las 176 presentadas en la última exposición al público; y añade, respecto a las alegaciones colectivas, que en 61 de las 368 tramitadas tampoco ha aceptado ningún contenido. Los alegantes, destaca Per l’Horta, “no han recibido respuesta razonada sobre los motivos por los que se han rechazado sus propuestas, parcial o totalmente”.

Precisamente la queja por la falta de participación ciudadana fue uno de los motivos por los que la plataforma Alboraia Horta i Litoral inició, en diciembre de 2020, una campaña contra la reactivación del PGE. “Construir, construir y construir; destruir la huerta y masificar el litoral”, es un modo de resumir el vídeo animado que difundió la plataforma, integrada por asociaciones de vecinos, partidos políticos y movimientos en defensa del territorio.

El vídeo contextualiza el proyecto de PGE en el endeudamiento municipal, cuya responsabilidad atribuye a la anterior alcaldía, del PP (1999-2011); pero “los que gobiernan ahora quieren hipotecar nuestro futuro con la excusa de pagar aquella deuda” (el socialista Miguel Chavarría es el alcalde de Alboraia desde junio de 2011). En enero de 2020, Alboraia Horta i Litoral comenzó a repartir un tríptico informativo (titulado SOS Alboraia) donde denunciaba que la destrucción de zonas de huerta, el desarrollo de los sectores de la Riquera, Quercus y la ampliación del polígono industrial suponen una vuelta al modelo de la burbuja inmobiliaria.

La campaña #NoeselmeuPGE incluye pancartas y la difusión de carteles por las redes sociales. El pasado 23 de junio las organizaciones se adhirieron a la concentración que la plataforma Més Horta-Menys Formigó convocó ante el Ayuntamiento de Alboraia, que celebraba un pleno ordinario.

Con motivo de la concentración de finales de abril, Més Horta-Menys Formigó denunció en un comunicado: “En Alboraia hay suficientes solares vacíos, abandonados, llenos de trastos, tanto en las zonas residenciales (en los tres núcleos) como en las zonas industriales (polígonos de la Mar y san Vicent) que podrían desarrollarse con la edificación correspondiente si ello fuera necesario, en lugar de destruir más huerta protegida”. Por otra parte, concluye el colectivo vecinal, “no es cierto que para crear colegios o dotacionales sea necesario hacer un PGE, ni siquiera para obtenerlos gratuitamente”.