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Varias mujeres describen los abusos sufridos a manos de las fuerzas sirias

Violadas bajo una foto de Asad

Fuentes: Middle East Eye

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Aida fue arrestada por vez primera por la Guardia Republicana de Siria en un control de Alepo, desde donde la trasladaron a su sede local y allí, bajo una foto del presidente Bashar al-Asad, fue golpeada, atada y después violada.

Fue conducida a un hospital para que le trataran la hemorragia producida por las violaciones, pero siete días después y en contra del consejo de los doctores, las fuerzas de seguridad la llevaron a una prisión donde la encerraron en una celda con otras veinte mujeres.

Aida soportó tres meses de violaciones repetidas y un mes de confinamiento en solitario, aunque compartió la celda con un cadáver en descomposición. Allí encontró una cuchilla con la que intentó quitarse la vida.

En dos ocasiones fue sometida a la infame «alfombra voladora» (un tablón de madera al que se ata a la detenida arqueándola hacia atrás); también la obligaron a observar cómo abusaban sexualmente de jóvenes detenidos utilizando botellas.

Cuando la dejaron libre, se encontró con que su marido la había abandonado y se había casado de nuevo. Las autoridades la obligaron entonces a firmar el compromiso de abandonar Siria y no volver nunca.

Aida es una de las ocho mujeres que por primera vez han hablado de su tragedia en manos de las autoridades sirias.

Sus historias se incluyen en un nuevo informe elaborado por la ONG Abogados y Doctores por los Derechos Humanos (LDHR, por sus siglas en inglés) que incluye horrendos detalles sobre repetidas violaciones, violencia sexual extrema y torturas. Sus nombres se cambiaron para proteger sus identidades y las de sus familias.

Comentando estos casos, Toby Cadman, jefe de gabinete del Guernica 37 International Justice Chambers, que está ofreciendo apoyo jurídico a LDHR en los mismos, dijo a Middle East Eye: «Es lamentable que en estos momentos no exista un mecanismo internacional que haga rendir cuentas; tendremos que crearlo».

«Todo el mundo está trabajando unido por la justicia, y por la historia ya sabemos que la justicia y la rendición de cuentas llegan finalmente un día, aunque tome su tiempo. Luchar para que se impongan y poner fin a la impunidad es absolutamente esencial para una futura Siria democrática basada en el imperio de la ley.»

Las experiencias -que han tenido lugar todas durante conflicto que asola al país- han dejado a las mujeres con indelebles cicatrices psicológicas y físicas, convirtiéndolas en marginadas dentro de sus propias comunidades.

Datos sobre la detención de mujeres en Siria

(Marzo 2011-febrero 2017)

· Al menos hay aún 7.571 mujeres bajo arresto o desaparecidas.

· Más del 80% de esa cifra han sido detenidas por el gobierno sirio (5.158 mujeres y alrededor de 319 niñas).

· El 12,2% se hallan en poder de facciones de la oposición armada (813 mujeres y 108 niñas).

· El 4,7% en poder de grupos islamistas extremistas:

Estado Islámico: 3,8% (271 mujeres y 17 niñas)

Frente Fatah Al Sham (antes Frente Al Nusra): 0,9% (64 mujeres y 5 niñas)

· El 1,5% se halla en poder manos de las fuerzas kurdas autogestionarias principalmente el YPG -Unidades de Protección Popular- (61 mujeres y 55 niñas).

(Fuente: Syrian Network for Human Rights/sn4hr.org)

«Estas mujeres están todavía, sin excepción, atrapadas en el terror de la detención y se han convertido en personas retraídas, temerosas y llenas de ansiedad», expone el informe.

Todas las mujeres fueron médicamente evaluadas por doctores de LDHR formados para afrontar esos traumas. Los expertos médicos determinarán si los hallazgos son consistentes con los estándares internacionales de violencia sexual y tortura a fin de que puedan servir de prueba ante los tribunales.

Cuando se hallaban detenidas, «las mujeres no eran tratadas de forma diferente a los hombres». El informe señala que «no hubo consideración alguna ante sus diferentes necesidades personales y sanitarias».

«En un trasfondo de desnudez forzosa a su llegada y el espectro del acoso sexual y los insultos en sus celdas, en los aseos y en los pasillos, sus cuerpos ya no les pertenecían», se añade.

«Hay muchas barreras culturales y sociales que impiden debatir sobre la detención y la estancia en prisión y lo que allí sucede, especialmente en el caso de las mujeres. Por desgracia, en vez de recibir cuidados y apoyo, las mujeres que han estado detenidas se enfrentan al estigma y la vergüenza en sus comunidades.»

«Matadero humano»

El informe es el último de una serie de revelaciones que han ido surgiendo en los últimos años sobre el funcionamiento interno de las depravadas prisiones sirias.

Hace unos meses, Amnistía Internacional declaró que hasta 13.000 personas habían muerto a causa de la tortura y el hambre en la prisión de Saidnaya, cerca de Damasco, descrita como un «matadero humano». Y que los cadáveres habían sido incinerados en un crematorio gigante para ocultar la escala de los asesinatos y abusos masivos.

El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) estimó que sólo dentro de las prisiones podrían haber muerto asesinados hasta 45.000 opositores al gobierno de Asad.

No obstante, la justicia para las víctimas y sus familias sigue brillando por su ausencia, según declaraciones de los activistas por los derechos humanos.

Rusia -el patrocinador principal de Asad- ha vetado las propuestas hechas en el Consejo de Seguridad de la ONU para que se creara un tribunal similar a los establecidos para los conflictos de Ruanda y Yugoslavia.

Siria tiene aún que ratificar el Estatuto de Roma, que permite que el Tribunal Penal Internacional procese delitos internacionales graves si el Estado en el que se han producido no lo hace.

En febrero pasado, abogados del Guernica 37 con sede en Madrid, que representaban a la hermana de un sirio torturado hasta la muerte en una prisión de Damasco en 2014, presentaron una querella criminal contra nueve miembros de las fuerzas de seguridad siria ante la Audiencia Nacional de España.

El caso consiguió ver la luz después de que un desertor conocido como «César» escapara de Siria en septiembre de 2013 con más de 50.000 fotografías que documentaban la muerte de más de 6.000 personas.

Se piensa que es el primer caso que se presenta ante un tribunal occidental contra las autoridades sirias. Y fue posible llevarlo ante el tribunal porque la hermana del hombre es ciudadana española y, bajo el derecho internacional, los familiares de víctimas de crímenes contra la humanidad perpetrados en cualquier lugar son también considerados víctimas.

Pero el mes pasado, los tribunales españoles revocaron la anterior decisión de conocer el caso. Guernica 37 ha apelado.

Cadman dijo que Guernica 37 estaba trabajando en una serie de investigaciones relacionadas con Siria y que en el informe de LDHR se describían como «muy creíbles y centradas en cuestiones verdaderamente preocupantes».

«Vamos a continuar trabajando con la sociedad civil siria y con las organizaciones de derechos humanos para documentar estos casos y presentarlos ante tribunales nacionales, desarrollando un marco institucional que permita que un día sea Siria quien haga rendir cuentas a los responsables de estas acciones.»

Amandla Thomas-Johnson es un periodista que trabaja para Middle East Eye. Ha elaborado diversos documentales para Vice News, Channel 4 Dispatches, Aljazeera y BBC Radio 4.  

Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/raped-beneath-picture-assad-syrian-women-describe-abuse-hands-syrian-forces-926313745  

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.