Las conversaciones de paz en Suiza, en los últimos días, no han dejado grandes avances más que liberación de presos y el acuerdo de ambas partes para futuras rondas de diálogos nuevamente. La ciudad de Berna, Suiza, fue el lugar escogido para comenzar a entablar diálogo buscando un acuerdo de paz entre la facción Huthi […]
Las conversaciones de paz en Suiza, en los últimos días, no han dejado grandes avances más que liberación de presos y el acuerdo de ambas partes para futuras rondas de diálogos nuevamente.
La ciudad de Berna, Suiza, fue el lugar escogido para comenzar a entablar diálogo buscando un acuerdo de paz entre la facción Huthi y la pro-gubernamental. Luego de seis días corridos de conversaciones, las cuales concluyeron el pasado 20 de diciembre, no se llegó a firmar ningún convenio para lograr el cese del fuego.
Podemos mencionar como único logro concreto del encuentro en Berna, el arreglo para la liberación de prisioneros de ambos bandos. Cerca de 600 detenidos, entre huthies y combatientes pro gobierno, fueron liberados en la provincia de Lahij, mientras las conversaciones continuaban.También se acordó para el 14 de enero próximo retomar la instancia de diálogo aunque todavía sin lugar definido, por el momento.
La ronda de diálogo se llevó a cabo bajo un pedido explícito, por parte de los Huthies, de un cese del fuego. De igual manera, desde ambas partes, se realizaron acusaciones de no cumplir con la medida y encabezar ataques en la ciudad de Taiz y Abyan. El mismo día que concluyó el encuentro en Suiza, el país volvió a estar atravesado por la misma violencia que marca a Yemen desde comenzado el conflicto en 2011.
Repasemos brevemente el panorama político y social que atraviesa al país más pobre de Oriente Medio. Con los levantamientos de la Primavera Árabe, el por entonces Presidente Alí Abdullah Saleh, se vio obligado a abandonar el poder y exiliar. Luego del llamado a elecciones, resultó vencedor quien fuese su vicepresidente, Abd RabbuhMansur al-Hadi. El nuevo Presidente impulsó una línea de gobierno «aconsejada» por los Estados Unidos y Arabia Saudita, la cual llevó a que numerosas facciones se encuentren con distintas limitaciones en el terreno político y social.
En este escenario irrumpen en escena los Huthies, una agrupación guerrillera de la rama chií del Islam, la opuesta al sunnismo gobernante en el Reino Saudí. Los Huthies supieron gobernar Yemen del Norte desde 1962, luego perdieron terreno hasta la unificación del país en 1990. En esta nueva guerra civil buscan recuperar el poderío que lograron tener en el pasado.
En el actual conflicto, los Huthies han establecido una alianza política con el ex Presidente Saleh, hasta lograr en Septiembre de 2014 tomar la capital del país, Saná. Desde ese momento, Hadi exilió hacia Arabia Saudita, para después mudar su gobierno a la ciudad de Adén, al sur de Yemen. Internacionalmente se lo sigue reconociendo como el Presidente de Yemen.
Los Huthies llegaron a dominar 70% del territorio yemení, hasta en que en Marzo de este año Arabia Saudita encabezó una coalición para dar batalla a la guerrilla chií. Se los ataca acusándolos de ser aliados de la República Islámica de Irán, gobernada desde 1979 por el clero chií.
Estas dos facciones son las que, hoy en día, deben lograr un acuerdo para que la paz vuelva a imperar en el país. En Suiza no se logró un avance significativo, pero se abrieron las puertas para continuar el diálogo.
Según cifras de la ONU, ya son más de 5800 fallecidos, 27 mil heridos, y cerca del 80% de la población necesita ayuda humanitaria, por causa del conflicto civil.
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