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Yo no me baño en el Malecón

Fuentes: IPS

Entrevista exclusiva de IPS Cuba a Irina Echarry y Erasmo Calzadilla, activistas verdes. Los activistas verdes de Cuba Irina Echarry y Erasmo Calzadilla, técnica y licenciado en Farmacia respectivamente, integraron cada uno en 2010 dos iniciativas ciudadanas de saneamiento alrededor de 500 metros del arrecife que bordea al Malecón habanero. Ambos brindaron a IPS su […]

Entrevista exclusiva de IPS Cuba a Irina Echarry y Erasmo Calzadilla, activistas verdes.

Los activistas verdes de Cuba Irina Echarry y Erasmo Calzadilla, técnica y licenciado en Farmacia respectivamente, integraron cada uno en 2010 dos iniciativas ciudadanas de saneamiento alrededor de 500 metros del arrecife que bordea al Malecón habanero.

Ambos brindaron a IPS su visión de ecologistas sobre las consecuencias para la salud humana y el medio ambiente de la tendencia, hasta el momento no regulada, de bañarse en las aguas que rodean el emblemático muro capitalino.

IPS: ¿Bañarse en el Malecón pudiera representar riesgos para la salud humana? ¿Cuáles?

IE y EC: Las aguas que bordean el Malecón habanero son pestilentes y putrefactas. La vida marina se ha ido extinguiendo en la zona: eso nos contaron los buzos que encontramos mientras hacíamos nuestra faena.

Además, limpiando el litoral descubrimos desagües de aguas negras vertiendo justo en las pocetas (albercas) donde se bañan los niños, a veces acompañados de sus padres. El «diente de perro» por donde caminan los bañistas está lleno de vidrios, condones usados, colillas de cigarro y bolsas con basura podrida.

IPS: Bañistas consultados por IPS dijeron que solo representa peligro zambullirse en la Bahía y el río Almendares ¿Cuál es su opinión al respecto?

IE y EC: La bahía está muy contaminada. Hidrocarburos, sobre todo petróleo, aguas negras y residuos industriales van a parar a ella todos los días. Estas sustancias son nocivas para la salud y pueden provocar desde enfermedades infecciosas hasta cáncer.

Del río Almendares podemos decir algo semejante. En él, el petróleo y sus derivados no son tan comunes, pero sus aguas arrastran los desechos de la ciudad que recorren, junto a los contaminantes que vierten las industrias.

También recibe el lixiviado de los dos vertederos más importantes de la ciudad, el del Cotorro y el de calle 100. Estudios realizados encontraron que la concentración de metales pesados en ciertos tramos del río es incompatible con la vida. Algo de eso llega a los bañistas.

No conocemos de mediciones de radioactividad en el río, pero sabemos que en algunos hospitales se vierten sustancias radioactivas por el tragante, sin previo tratamiento. Algo de eso también llega a los bañistas, junto a todo lo demás que vierten los hospitales.

Los organismos más resistentes a los antibióticos se han obtenido de las aguas negras de los hospitales. Tener contacto con ellas puede provocar resistencia a estos medicamentos. Los metales pesados y la radioactividad son muy tóxicos y peligrosos para la salud.

IPS: ¿Cuánto contribuyen a la contaminación costera los residuos que dejan las personas que suelen bañarse en el Malecón? IE y EC: Las bolsas de nylon y las latas de refresco y cerveza (nada de esto es biodegradable) son el principal aporte de los bañistas a la contaminación medio ambiental del litoral. Hemos visto familias haciendo picnics a la orilla del agua, y como no hay cestos de basura en los arrecifes, los desechos van a parar ¿a dónde? al mar.

Fuente: http://www.ipscuba.net/index.php?option=com_k2&view=item&id=1882:yo-no-me-ba%C3%B1o-en-el-malec%C3%B3n&Itemid=10