Danny Danon, el que impulsó la ley contra los miembros del BDS hasta llevarla a varios países europeos en su forma y en otros como España a lanzar campañas de amenazas a quienes traten de denunciar la situación en Palestina, ese Danny Danon racista, que se ha ocupado de perseguir y aplicar castigos a las […]
Danny Danon, el que impulsó la ley contra los miembros del BDS hasta llevarla a varios países europeos en su forma y en otros como España a lanzar campañas de amenazas a quienes traten de denunciar la situación en Palestina, ese Danny Danon racista, que se ha ocupado de perseguir y aplicar castigos a las organizaciones de izquierda israelí que buscaban la manera de ayudar al pueblo palestino con la campaña «Bienvenido a Palestina», que fue presidente del Comité de Inmigración judía, un departamento puramente colonial del ente israelí (de ahí que haya resultado el principal promotor de asentamientos sionistas en Palestina), y que acuso de «blando» al máximo exponente del sionismo hoy, Netanyahu, éste personaje de ultraderecha el día 12 de Junio ha sido elevado a la Presidencia de la Comisión de Justicia de la ONU.
Algún otro detalle de semejante indivíduo: dirige grupos de presión como el de Viudas y huerfanos del Ejército, el de Valores Sionistas, y el Consejo de Aliados Cristianos, que llevó recientemente a Miami su reunión con la ultraderecha de Centro y Sudamérica, y le acompañaron los servicios secretos, la CIA, y congresistas republicanos y demócratas estadounidenses, de allí salieron planes para desarrollar intervenciones injerencistas contra los gobiernos de izquierda en Sudamérica.
Como las resoluciones de la ONU son contrarias a la ocupación de Palestina, a la expulsión de su pueblo, a la creación de asentamientos, al levantamiento del Muro del apartheid, y a favor de la vuelta de los refugiados palestinos, Danny Dannon despreció siempre al gran organismo internacional, llegando a declarar que no debía tenerse en cuenta a la ONU en las decisiones que tomase Israel. Pero semejante idea no apartaba al sionismo del propósito de ocupación de la ONU, y es por eso que el gobierno de Netanyahu le hizo embajador en la institución.
Antes, como gran provocador, en 2010 entró en la mezquita de Al Aqsa, el lugar santo para el pueblo palestino, con una cohorte policial y militar, quería demostrar que sería capaz de organizar el final de su idea colonialista.
En 2014 amenazó con que si se producía el reconocimiento de Palestina en la ONU entonces llevarían adelante la ocupación completa de Cisjordania, con ello se expulsaría a los dos millones de palestinos y palestinas a los países limítrofes.
La relación de fuerzas gubernamentales a nivel internacional se ha ido modificando y Danny Danon, el racista, ha sido elevado a la presidencia de la Comisión de Asuntos Jurídicos de Naciones Unidas, la Comisión en la que se elaboran las Resouciones que van a llevarse a la Asamblea General. ¿Cómo un dirigente racista o sionista, anti ONU, va a marcar las líneas de actuación en el Derecho Internacional y en la lucha por la Justicia?. Es como el nombramiento de un ministro saudita para la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos. Los tiempos están cambiando.
El grupo árabe en la ONU, por medio de su representante yemení, denunció que «Israel, violador de las leyes internacionales, no puede dirigir los asuntos jurídicos de la ONU».
¿A qué distancia queda la justicia para el pueblo palestino si los pueblos del mundo se resignan y no luchan para que la nueva relación de fuerzas en los órganos internacionales decaiga?
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Gaza 51 días», «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», y «Dietario de crisis». Es presidente de Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales, AMANE.
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