Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Introducción
A Nelson Mandela y Aung Suu Kyi se les conoce en todo el mundo como prisioneros de conciencia que tuvieron que sufrir períodos muy largos de cárcel por defender sus creencias. Nelson Mandela, que primero fue un preso político sudafricano y después el presidente de su país, pasó 27 años en prisión, muchos de ellos en confinamiento solitario; Aung San Suu Kyi, prisionera política birmana, pasó casi quince años bajo arresto domiciliario. Con el paso de los años, fuimos sabiendo de su situación a través de diversas campañas internacionales en apoyo de su liberación.
Sin embargo, y en agudo contraste, hay casi un silencio sepulcral por parte de la comunidad internacional respecto a los 133 prisioneros políticos palestinos detenidos en las cárceles israelíes desde hace al menos veinte años. Han tenido que soportar juicios injustos y muy duras condiciones carcelarias; no reciben los cuidados médicos y psicológicos mínimamente necesarios y muchos se hallan en confinamiento solitario. La mayor parte de esos prisioneros fueron detenidos cuando eran muchachos y hombres jóvenes y han alcanzado la treintena y la cuarentena habiendo pasado toda su vida adulta en prisión, con escaso o ningún contacto con sus seres queridos y el mundo exterior.
El Middle East Monitor irá ofreciendo los perfiles y nombres de 25 de esos prisioneros en las próximas semanas, poniendo fin a su situación de anonimato y subrayando las injusticias que esos hombres y sus familias llevan padeciendo a manos del estado de Israel.
Nael Salih al Barghuti, encarcelado el 4-4-1978
Fakhri Asfur al Barghuti, encarcelado el 23-6-1978
Akram Mansur, encarcelado el 2-8-1979
Fuad Qasim al Rasim, encarcelado el 30-1-1981
Ibrahim Yabir, encarcelado el 8-1-1982
Hasan Salmah, encarcelado el 8-8-1982
Ozman Musleh, encarcelado 15-10-1982
Sami Yunis, encarcelado en 1983
Karim Yunis, encarcelado en 1983
Maher Yunis, encarcelado en 1983
Salim Ali al Kayal, encarcelado el 30-5-1983
Hafez Qundos, encarcelado el 15-5-1984
Issa Abed Rabbo, encarcelado el 20-10-1984
Ahmed Farid Muhammad Shahadeh, encarcelado el 16-2-1985
Muhammad Nasr, encarcelado el 11-5-1985
Rafe’a Karajeh, encarcelado el 20-5-1985
Talal Abu Kabash, encarcelado el 23-6-1985
Mustafa Ghunimat, encarcelado el 27-6-1985
Ziad Mahmoud Ghunimat, encarcelado el 27-6-1985 (Perfil al final)
Uzman Abdullah Bani Husayn, encarcelado el 27-7-1985
Haza’ Muhammad Haza’ Sa’adi, encarcelado el 28-7-1985
Siddqui Sulayman Ahmad al Maqt, encarcelado el 23-8-1985
Hani Badawi Muhammad Yaabir, encarcelado el 3-9-1985
Muhammad Ahmad Abdul Hamid al Tus, encarcelado el 6-10-1985
Nafiz Ahmad Talib Harz, encarcelado el 25-11-1985
Fa’iz Mutawi’ al Khour, encarcelado el 29-11-1985
Ghazi Jumu’ah al Nams, encarcelado el 30-11-1985
Muhammad Misbah Ashur, encarcelado el 18-2-1986
Ahmad Abdur Rahman Abu Hasireh, encarcelado el 18-2-1986
Muhammad Abdul Hadi al Asan, encarcelado el 4-3-1986
17ª Semana:
Ziad Mahmoud Ghunimat
Ziad Mahmoud Mohammed Ghunimat, de 45 años, nacido en Surif, Hebrón, es un verdadero patriota que actualmente cumple una sentencia a cadena perpetua en una prisión israelí. Fue arrestado el 27 de julio de 1985 tras un asalto a su hogar durante el cual las fuerzas israelíes rodearon la vivienda y le ordenaron que saliera y se rindiera. Ziad tenía veinte años cuando le arrestaron y hasta la fecha ha pasado veinticinco años de su vida tras las rejas. Hizo cuanto pudo para poder proseguir su educación en la cárcel, consiguiendo el certificado de estudios secundarios para después matricularse en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea, donde intenta completar sus estudios.
La orden de arresto acusaba a Ziad Ghunimat de formar parte de la resistencia palestina y, más específicamente, de un grupo militar de Surif que llevó a cabo una operación cerca del ilegal asentamiento judío de Beit Shemesh que acabó con la muerte de dos colonos israelíes. Todos los miembros del grupo que intentaron escapar a través del desierto hacia Siria murieron en un ataque de un bombardero israelí después de que un espía revelara su paradero. Ziad fue uno de los cuatro que sobrevivieron a la operación.
Su padre recuerda aún los días en que su hijo vivía con su familia, aunque la madre de Ziad, Haja Amna, sufre pérdida de memoria debido a la conmoción que sufrió y a tanto sufrimiento. Su hija Ahalm dice: «Mi madre empezó a sufrir esta enfermedad poco después que enviaran a Ziad a prisión. Siempre nos dice que adónde la llevamos cuando podemos ir a visitarle y no recuerda a su hijo hasta que le tiene enfrente. No deja de preguntar por qué su hijo está allí, en esa prisión».
A los 78 años, Haj Abu Ziad Ghunimat confía en poder ver pronto a su hijo como hombre libre antes de morir: «Llevo más de veinticinco años confiando en verle de nuevo. Espero que pueda salir de la prisión, que pueda casarse y entonces podré sentirme muy feliz; me duele mucho ver así a su pobre madre, con la memoria perdida como consecuencia de cuanto ha vivido».
Como todas las familias de los prisioneros, la familia de Ziad Ghunimat ha pedido a las instituciones palestinas que se movilicen para conseguir liberar a todos los prisioneros palestinos de las cárceles israelíes. Reivindican que las organizaciones palestinas deben cuidar de su hijo y de los demás presos de la misma forma que ellos lucharon y se preocuparon por su pueblo y por la libertad de su patria.
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