La ocupación israelí de los territorios palestinos ha costado a la economía palestina más de 2.500 millones de dólares al año durante las dos últimas décadas, según un informe de la ONU publicado el lunes, 2 de diciembre. El informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que entre 2000 y […]
La ocupación israelí de los territorios palestinos ha costado a la economía palestina más de 2.500 millones de dólares al año durante las dos últimas décadas, según un informe de la ONU publicado el lunes, 2 de diciembre.
El informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que entre 2000 y 2017 la pérdida fiscal total en detrimento del gobierno palestino asciende a 47.700 millones de dólares, cantidad que triplica casi el PIB palestino de 2017, según el informe.
La cifra incluye los 28.000 millones de dólares en intereses devengados y 6.600 millones de dólares en fugas de ingresos fiscales palestinos.
El informe afirma que esta cantidad habría sido suficiente para eliminar el déficit presupuestario del gobierno palestino -17.700 millones de dólares- en el mismo período, más del doble.
Asimismo establece que si los 47.000 millones de dólares se hubieran invertido de manera juiciosa en la depauperada economía palestina, esos fondos habrían creado dos millones de puestos de trabajo adicionales durante el período de 18 años, es decir, 110.000 al año.
El informe fue presentado en el Instituto Palestino de Investigación de Políticas Económicas (MAS) en la ciudad de Ramala, en Cisjordania, sede del gobierno palestino. Misyef Jameel, investigador del MAS y coautor del informe, especificó que sólo han contabilizado el impacto fiscal directo y aseguró que el monto real de todas las pérdidas ha sido probablemente mucho más alto.
La economía palestina ha tenido que hacer frente a la fundación del Estado de Israel en 1948, a la subsiguiente ocupación de los territorios palestinos y a la firma de los Acuerdos de Oslo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a principios de la década de 1990.
El Protocolo de París -el acuerdo económico firmado entre la OLP e Israel en 1994- rubricó la dependencia económica palestina al otorgar a Israel pleno control sobre las fronteras exteriores y sobre la recaudación de impuestos de importación y de valor añadido.
Los expertos aseguran que Israel ha utilizado estos beneficios a su favor y para estrangular la economía palestina imponiendo los cierres de los territorios palestinos ocupados y mediante la retención de los ingresos adeudados a la Autoridad Palestina con el fin de obtener dividendos políticos.