Han pasado 134 días desde el comienzo de la batalla de Kobane, una ciudad estratégica situada en la zona Autónoma de Rojava (en el Kurdistán sirio), limítrofe con Turquía. Tras una encarnizada y tenaz auto-defensa el pasado lunes las unidades del Ejército Islámico abandonaron derrotadas el casco urbano de Kobane, y lo que aparentemente debía […]
Han pasado 134 días desde el comienzo de la batalla de Kobane, una ciudad estratégica situada en la zona Autónoma de Rojava (en el Kurdistán sirio), limítrofe con Turquía. Tras una encarnizada y tenaz auto-defensa el pasado lunes las unidades del Ejército Islámico abandonaron derrotadas el casco urbano de Kobane, y lo que aparentemente debía haber sido un paseo militar para el arrogante e «invencible» ISIS se ha convertido finalmente en un fracaso, dejando al descubierto al mismo tiempo la inconsistencia de la supuesta «alianza internacional» que dice combatirlos.
Crónica de una liberación, con muchas consecuencias
Las milicias populares, YPG (Unidades de defensa del pueblo) y las YPJ (unidades de defensa de las mujeres) retomaron, a lo largo del lunes 26 de enero, varios barrios de la ciudad de manera consecutiva, tras haber rechazado los últimos intentos de las fuerzas de ISIS por hacerse con la zona central de la urbe. El día anterior por la mañana los milicianos ocuparon el emblemático barrio de Kanya Kurda, una victoria también simbólica y moral pues fue precisamente en la gran colina que domina esta barriada donde fue izada la bandera negra del Estado Islámico en los primeros días de asalto, que todo el mundo pudo ver en directo por televisión cuando la caída de Kobane en manos del ISIS parecía «inminente e irremediable».
Tras la toma de Kanya Kurda las unidades de autodefensa fueron reconquistando progresivamente el control de Qesra Bozan Beg y posteriormente del distrito de Miktel. Los combates más duros se produjeron el día anterior en la zona este de la ciudad, en los cuales murieron al menos 41 militantes de ISIS, según informaciones proporcionada por el comandante de las YPG, Mazlum Kobane, este mismo jefe militar subrayaba que los militantes de ISIS en retirada se estaban refugiando en territorio turco, una muestra más de la complicidad del Gobierno turco con el Estado Islámico.
Las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG) emitieron la pasada noche un comunicado subrayando que «la victoria en Kobane será de gran estímulo también para otras victorias: podemos decir que en Kobane se ha celebrado el inicio del fin de ISIS». Un anuncio que en estos días sin duda será necesario analizar pues la liberación de Kobane puede ser efectivamente el inicio de un cambio en la correlación de fuerzas en la región del Medio Oriente.
Mensajes desde el frente
Sin embargo, por el momento, lo que prevalece en el terreno en estas horas es la alegría.
Desde la ciudad recién liberada Sedat Sur, periodista de ANF, trasmite en directo por nuestro Skype «la conmoción y felicidad son incontenibles, todos los milicianos están celebrando». Desde el mismo centro de la ciudad cuenta que los milicianos están en las calles y señala que «hay que ser muy cuidadoso porque todavía estamos en peligro. De hecho esta noche como siempre la guardia y la vigilancia serán altísimas».
Los mensajes se acumulan sin cesar en el ordenador, son las palabras de esos héroes comunes y corrientes en que se han convertido los milicianos y milicianas de las fuerzas de defensa (YPG y YPJ) quienes eufóricos por el final de la batalla nos mandan un comentario, una frase para compartir su sentimientos… «Esa victoria es para todos los milicianos que han caído en la lucha para la liberación de nuestra ciudad» escribe Rozerin. Sehit añade «a nuestra ciudad, a nuestro pueblo, al mundo, le hicimos una promesa: expulsar el ISIS de Kobane. Y esa promesa hoy la hemos cumplido. Hoy Kobane es libre y el ISIS no va a entrar aquí nunca más».
El poder de las nuevas tecnologías se ha puesto en esta jornada al servicio de la gente. No podemos ver las caras de los amigos y amigas con los cuales en esos meses hemos estado en precario contacto después del inicio del ataque de ISIS, pero es fácil sentir su felicidad. «Queremos agradecer a todos los que nos han animado y apoyado en esos largos, larguísimos 134 días – escribe Heval – esa victoria no es solo de y para la gente de Kobane, sino para toda la humanidad». Barzan se suma a la satisfacción por este día memorable,quiero decir que todo el mundo hoy es un poquito más libre».
Los kurdos cantan y bailan por la victoria, pero la guerra sigue presente
Son solo algunas muestras del ambiente en el frente de Kobane, una fiesta y alegría que llegó inmediatamente a los asentamientos de la numerosa población local refugiada y desplazada en Turquía, a todo el Kurdistán turco y a Rojava. Nada más conocerse la noticia de la liberación de Kobane miles de personas ocuparon las calles de Diyarbakir (Amed), «capital» del Kurdistán turco, para celebrar la victoria frente a la sede del BDP (Partido de la Paz y Democracia), lo mismo ocurrió en Urfa, Mardin, Cizre. Igualmente en Ankara y Estambul los residentes kurdos y la izquierda turca celebro en las calles la noticia, lo mismo sucedió en los otros dos cantones de Rojava (Afrin y Cezire) a pesar de que la situación en sus territorios sigue siendo de guerra. Los fuegos artificiales, cantos y bailes que llenas el Kurdistán en estos momentos son también un homenaje al sacrificio de los numerosos milicianos que han muerto defendiendo su ciudad de Kobane.
Por teléfono Asya Abdullah, co-presidenta del PYD (Partido Democratico del Kurdistan) señala en medio de la alegría que «esta noche volverá a ser una noche de alerta. Kobane hoy es una ciudad liberada, pero no olvidemos que las fuerzas de ISIS fuera siguen organizándose. La lucha continúa porque otras zonas alrededor de Kobane todavía no son libres». Sus palabras son el recuerdo de que aún quedan batallas por librar y que la guerra continúa.
Turquía en la mirilla
En medio de la alegría kurda el Gobierno turco encargó a su vice-primer ministro, Bulent Arinç la desagradable tarea de dar la cara, y sus cínicas palabras no dejan de ser sorprendentes :»El apoyo proporcionado por Turquía a Kobane no puede ser olvidado» , ha afirmado ante una audiencia de atónitos periodistas que hasta ahora solo han podido constatar este «apoyo» en la cobertura que Turquía brinda al ISIS (incluido el recoger a los combatientes islámicos que hoy huyen de Kobane), la represión en contra de los refugiados y la población desplazada de Kobane, la obstinación en su rechazo a abrir un corredor humanitario hacia la ciudad o su permanente vigilancia para evitar la incorporación de voluntarios a las autodefensas de Rojava, un curioso «apoyo» sin duda.
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