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14 intelectuales palestinos opinan sobre los pasos que deben guiar a Palestina

¿Cuál es el próximo paso para Palestina?

Fuentes: Al Jazeera

Traducción para Rebelión de Loles Oliván Hijós.

Hay que volver a empezar.

La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel no ha sido una sorpresa para la mayoría de los palestinos porque la verdad es que el respaldo político y militar de Estados Unidos a Israel es más antiguo que la ocupación israelí de Palestina. La decisión de Trump, sin embargo, ha vuelto a demostrar que el «proceso de paz» es una auténtica farsa. Y ha dejado ver que la dirección palestina es corrupta, servil y políticamente insolvente.

Si el liderazgo palestino asumiera un mínimo grado de responsabilidad emprendería de inmediato una revisión integral en sus filas y activaría todas las instituciones de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), reuniría a todas las facciones bajo el paraguas de la OLP y declararía una estrategia unificada inspirada por la aspiraciones y sacrificios del pueblo palestino.

Y si los palestinos deben comenzar de nuevo, lo tienen que hacer con un nuevo discurso político, con nueva sangre política y una nueva perspectiva de futuro basada en la unidad, la credibilidad y la competencia. Nada de esto puede darse con las mismas caras de siempre, el mismo lenguaje agotado y la misma política sin salida.

Desde que Trump firmó la Ley de la Embajada de Jerusalén el 6 de diciembre muchos intelectuales palestinos han expresado sus ideas sobre cuáles deberían ser los siguientes pasos adecuados para su liderazgo y su pueblo.

Se ha hablado mucho sobre una nueva estrategia palestina. Los funcionarios palestinos han «amenazado» con empezar a reclamar la solución de un solo Estado en oposición a la periclitada «solución de dos Estados», con excluir a Estados Unidos del «proceso de paz» y demás; pero no hay indicios de que su discurso sea algo más que transitorio y oportunista.

Para este artículo he recabado la opinión de 14 intelectuales palestinos y palestinas independientes de toda Palestina y de la diáspora. Aunque pertenecen a diferentes escuelas de pensamiento y provienen de diferentes generaciones y lugares comparten muchas ideas. Los palestinos exigen cambio o, en palabras del renombrado historiador palestino Salman Abu Sitta, entrevistado a continuación, «volver a las raíces».

Volver a las raíces. Salman Abu Sitta, historiador y presidente de la Sociedad de la Tierra Palestina

El desastre de 26 años de Oslo debería haber enseñado a quienes iniciaron el proceso un par de lecciones sobre qué significa ser un liderazgo apto. Debería haber enseñado al pueblo palestino que debe alzarse para defender sus derechos inalienables en su país, Palestina. Tampoco han aprendido sus lecciones.

En los últimos 70 años el mayor logro del pueblo palestino ha sido demostrar que no somos unos míseros refugiados necesitados de alimentos, refugio y trabajo. Somos el pueblo de Palestina desde Ras al Naqura hasta Um Rashrash. Contamos con el Consejo Nacional Palestino (CNP, cuyos miembros son elegidos según las Cartas Nacionales de 1964 y 1969). También contamos con el ejecutivo de la OLP elegido por el CNP.

No necesitamos inventar una nueva Palestina o una nueva estrategia nacional. Lo que necesitamos hoy es volver a las raíces. Necesitamos eliminar los pecados de Oslo que han perjudicado a la causa palestina más que la Declaración Balfour.

Necesitamos que 13 millones de palestinos, la mitad de los cuales han nacido después de Oslo, estén representados en un CNP elegido y renovado del que pueda florecer una nueva dirección, joven, eficaz y limpia. Debemos respaldar la Conferencia Popular de Palestinos en el Exterior creada en Estambul en febrero de 2017 con el mismo objetivo.

Volvamos a las raíces. Es inútil quejarse y culpar a los demás. Es hora de actuar, no de hablar. Hagámoslo.

Unir al pueblo. Lamis Andoni, escritora y periodista en Amán, Jordania

La tarea inmediata es unificar al pueblo palestino dentro de Palestina y en la diáspora contra el llamado «acuerdo del siglo» del presidente estadounidense Donald Trump que se está desarrollando a marchas forzadas delante de nuestras narices. El acuerdo de Trump no es más que otro intento de legitimar el control israelí sobre todos los territorios palestinos y deslegitimar los derechos históricos, nacionales y legales del pueblo palestino, especialmente el derecho al retorno.

No debemos centrarnos en si queremos una solución de dos Estados o un Estado. En lo que debemos concentrarnos es en unir a los palestinos en torno al objetivo de liberar Palestina y desmantelar el proyecto colonial sionista que emplea métodos brutales como el apartheid y la limpieza étnica para mantenernos bajo control.

No podemos ignorar la urgencia de reconstruir la OLP. Los gobiernos israelí y estadounidense se han empeñado en su destrucción y lo están consiguiendo. Trabajemos para su reactivación con una base más amplia, más inclusiva, para que se transforme en un organismo que represente a todos los palestinos. No debemos aceptar tampoco la criminalización de la resistencia armada.

La Campaña Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS) es una herramienta crucial en esta lucha pero no puede ser la única forma de resistencia. Debemos llevar a los funcionarios israelíes a la Corte Internacional de Justicia y juzgarlos por crímenes de guerra. Tenemos que deslegitimar la ocupación y todas sus prácticas, oponernos a Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU y usar todas las herramientas legales para resistir la presión israelí y estadounidense.

Pero primero debemos poner fin a nuestra gran dependencia de la ayuda extranjera -particularmente de la ayuda estadounidense- que sirve para domesticar a las ONG y para mantener a la Autoridad Palestina como policía de Israel.

Derrotar al sionismo. Mazin Qumsiyeh: escritor, científico y director del Museo de Historia Natural de Palestina

Alguien me dijo una vez que «estamos dando patadas al caballo muerto de la solución de dos Estados». Le expliqué que se trataba de un caballo «ilusorio» inventado por David Ben-Gurion en la década de 1920 con fines propagandísticos. Creo que solo hay tres escenarios posibles para la lucha anticolonial:

1 – El modelo argelino, muy caro, rara vez exitoso y con escasas probabilidades de que se pueda aplicar en Palestina.

2 – El modelo australiano, que implica una victoria relativa para los colonizadores. Este modelo también tiene un gran coste, como en el caso de Australia: el genocidio de la población nativa.

3 – El modelo del «resto del mundo» que tuvo éxito en América del Sur, América Central, Canadá, Sudeste Asiático y Sudáfrica. Según este modelo, se pone fin al colonialismo mediante la creación de un país compartido por todos los pueblos del territorio.

Solo el tercer modelo puede aplicarse en Palestina y puede poner fin a la opresión sionista. Soy muy optimista respecto al fin del sionismo. Nosotros, los 12 millones de palestinos, y millones de personas más, nos aseguraremos de que así sea y antes de lo esperado. Ha llegado el momento de reclamar la lucha de liberación a quienes nos la secuestraron.

Resucitar la OLP. Samaa Abu Sharar, periodista y activista en Beirut, Líbano

Los palestinos donde quiera que estemos deberíamos adoptar un nuevo enfoque para mejor honrar nuestra causa. Deberíamos:

1 – Unir a toda nuestra intelligentsia palestina bajo un mismo paraguas para que analice, evalúe y diseñe una nueva estrategia capaz de afrontar la actual situación palestina.

2 – Desmantelar la Autoridad Palestina y revocar los Acuerdos de Oslo.

3 – Elegir un liderazgo joven y alternativo dentro de la OLP que represente a los palestinos y palestinas de todas partes, capaz de unirnos y de trabajar por la solución de un solo Estado con iguales derechos para los palestinos.

4 – Fomentar todas las formas de resistencia en Palestina ocupada, incluida la resistencia armada, que es compatible con el derecho internacional, hasta acabar con la ocupación.

5 – Movilizar a los palestinos pudientes del exterior para que establezcan un sistema de apoyo moral y financiero a los palestinos de los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén, y a los refugiados en el exterior.

Es imprescindible una tercera intifada. Ibrahim Sa’ad, escritor y académico en Reino Unido

«El juego ha cambiado», en palabras del funcionario de la Autoridad Palestina Saeb Erekat. Cuando el juego cambia los jugadores también deben cambiar. En Palestina los jugadores obsoletos deberían retirarse y dejar paso a una nueva generación valiente que tome las riendas.

Si Abbas y el grupo que se apiña a su alrededor quieren pasar a la historia como hombres valientes deberían retirarse de la política y dejar al personal administrativo que gestione los asuntos cotidianos de los palestinos. Soy consciente de que ello puede contribuir al caos especialmente cuando puede que se esté incubando una tercera intifada, pero debe hacerse.

Además los israelíes deberían sufrir las amargas consecuencias de sus acciones si se niegan a adaptarse a la solución de un solo Estado.

Es imprescindible una tercera Intifada. Creo que será un paso hacia la construcción de un Estado democrático con igualdad de derechos para todos y garante del derecho al retorno de los refugiados palestinos.

Un solo Estado para todos. Samah Sabawi, escritora, poetisa, dramaturga y asesora política de Al Shabaka, desde Australia

El liderazgo palestino está atrapado en un círculo buscando desesperadamente la forma de «salvar» la solución de dos Estados y un nuevo mediador que reemplace a Estados Unidos para el proceso de paz.

Pero implicar a un intermediario indigno fue solo una de las muchas trampas de un proceso diseñado desde el principio para detener la resistencia palestina y fomentar la dependencia de la ayuda internacional a cambio de mantener la seguridad y el bienestar de Israel.

Lo que necesitamos hoy es que la Autoridad Palestina cese de inmediato toda colaboración de seguridad con Israel y que la vieja guardia de la AP y de la OLP dejen paso a la joven generación de palestinos y palestinas que, tanto en la diáspora como en la patria, nos pueda guiar en una lucha unificada y popular, hacia los derechos civiles, la libertad, la justicia y la igualdad.

Creo que ha llegado nuestro momento y que estamos preparados para convertir la realidad presente del apartheid en un mañana con un Estado para toda su gente.

Un estrategia alineada internacionalmente. Sam Bahour, presidente de Estadounidenses por una economía palestina dinámica, en Palestina ocupada

Enfoco la desafortunada declaración de Jerusalén de Trump desde dos perspectivas:

Como estadounidense creo que la declaración no podría haber causado más daño a la ya deteriorada posición de Estados Unidos en la región. Esta acción extraordinaria vuelve a avivar la desconfianza y la condena desde todos los rincones del mundo, ha devuelto la violencia a las calles de Palestina y ha dejado la puerta abierta a que otros actores regionales como Turquía e Irán llenen el vacío político.

Como palestino veo la declaración de Trump como una confirmación de lo que los palestinos venimos diciendo desde hace décadas: que Estados Unidos está en el lado equivocado de este conflicto y lo ha estado durante 70 años. Trump está brindando al mundo la oportunidad para que finalmente actúe y exija a Israel que rinda cuentas.

Los palestinos han demostrado una tremenda madurez política en todo esto al no apartarse de una estrategia internacionalmente alineada por la libertad y la independencia en el Estado de Palestina.

Sí a la resistencia popular, no al elitismo político. Yousef M. Aljamal, doctorando palestino en la Universidad de Sakarya, Middle East Institute, Turquía

El pueblo palestino debería adoptar una estrategia en tres ámbitos:

1 – La estrategia palestina debería basarse en este momento en construir un frente palestino unificado que refleje las aspiraciones de los palestinos y las palestinas. Este frente no debe incluir a las élites que han formado parte del período previo porque han demostrado ser una gran decepción para nuestra gente. Este frente debe representar a los palestinos de todas partes.

2 – Los palestinos deben dejar de reclamar una solución de dos Estados. Deben adoptar una nueva estrategia basada en la obtención de los mismos derechos en todo el país y castigar a Israel internacionalmente intensificando la Campaña del BDS, que en los últimos 10 años ha demostrado ser muy eficaz.

3 – Los palestinos deberían iniciar un movimiento de resistencia popular contra la ocupación israelí a gran escala aprovechando el respaldo que Palestina ha obtenido internacionalmente para que Israel rinda cuentas por sus crímenes contra el pueblo palestino.

Intifada internacional. Iyad Burnat, presidente del Comité Popular contra el Muro en la aldea de Bi’lin, Cisjordania

Lo que hoy en día se denomina «plan Trump» no es en absoluto un plan de Trump. Es más bien la continuación del proyecto sionista basado en la consigna de «una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra».

Es un plan para evacuar a los habitantes indígenas de su tierra a través de la limpieza étnica, para construir un Estado puramente judío y para acabar con cualquier cosa que se parezca a Palestina.

En mi opinión, la única forma de salir de esta crisis es abolir la Autoridad Palestina y establecer un liderazgo nacional unificado que incluya a todas las facciones de la resistencia y de las bases. Ese liderazgo podrá organizar una intifada popular que atraiga la atención y el apoyo de un gran número de personas de todo el mundo, una intifada internacional.

El objetivo final de la causa palestina debe ser un Estado único y democrático donde todos vivamos en libertad, justicia e igualdad; un lugar al que los palestinos exiliados también puedan regresar. En otras palabras, una Palestina post-sionista donde musulmanes, cristianos y judíos puedan vivir en armonía, seguridad y paz.

A toda máquina con el BDS. Randa Abdel Fatah, académica de la Universidad Macquarie, Australia

El aumento global del racismo populista de extrema derecha y la visibilidad que ofrece Trump del indiscutible sesgo estadounidense nos brindan la oportunidad de reafirmar que la nuestra no es una causa de liberación «compleja» sino abiertamente antirracista, anticolonialista y anti-apartheid.

Creo, por lo tanto, que debemos avanzar a toda máquina con la Campaña del BDS, particularmente para forzar cambios esenciales en las relaciones económicas y comerciales de Israel a nivel internacional. Los boicots académicos y culturales están sentando las bases para que la opinión pública actúe a favor de aislar a Israel.

En definitiva, debemos «rastrear el dinero». Si movilizamos el apoyo de una masa crítica de la sociedad civil internacional, especialmente en los países occidentales que colaboran con Israel (como mi país, Australia), podremos presionar para que se apliquen sanciones económicas y desinversiones.

‘No participar’. Haidar Eid, profesor asociado en la Universidad Al Aqsa en Gaza, y activista a favor de un solo Estado

Creo que necesitamos una estrategia completamente nueva que rompa con el sistema político existente, incluida con la oposición oslorizada y onegerizada. Un estrategia de «no participación» en el sistema político actual.

La crisis de liderazgo que afecta también a todos los partidos políticos está tan profundamente arraigada que el único camino a seguir es no participar en el actual sistema político palestino. De lo contrario, solo seguiremos teniendo un conjunto de opciones muy limitadas, a cuál peor, y sin poder alcanzar la autodeterminación y los derechos de los palestinos. Una de esas opciones limitadas es la solución racista de dos Estados que, irónicamente, casi consiguió el consenso de los partidos políticos [palestinos] existentes.

La decisión de Donald Trump de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, seguida por el respaldo del partido Likud a la resolución de anexionarse la mayor parte de Cisjordania, solo nos ha confirmado la falacia del llamado «proceso de paz» y el mito de la independencia.

Por lo tanto, la solución pasa por romper absolutamente con el discurso de la solución racista de dos Estados y por respaldar un sistema democrático e inclusivo basado en la declaración universal de los derechos humanos, en la democracia y en nuestro derecho a la autodeterminación. Es decir, un Estado laico y democrático en la tierra histórica de Palestina, un Estado para todos sus ciudadanos y ciudadanas independientemente de su religión, etnia, género, etc.

Temiendo lo peor en Gaza. Rawan Yaghi, escritora de Gaza, ex alumna de la Universidad de Oxford

En Gaza ni siquiera podemos plantearnos una solución a la crisis actual. Creemos que nuestras dificultades no se toman en serio. La anticipación de nuevos ataques militares israelíes está empeorando aún más una atmósfera ya de por sí tensa. El aislamiento económico y el asedio impuestos por Israel, por la Autoridad Palestina y por Estados Unidos nos hacen temer lo peor.

Los dirigentes palestinos han perdido la confianza de los palestinos que viven en los Territorios Ocupados y en el exterior. Necesitamos una alternativa, una estrategia global que incluya a los palestinos de todas partes porque la legitimidad de la Autoridad Palestina y de sus decisiones políticas está permanentemente cuestionada, y con razón.

Además los constantes esfuerzos por aislar y boicotear a Israel no son suficientes. También hay que intensificar ese frente.

Resistencia. Mohammad Nufal, ex preso político y profesor jubilado

La decisión de Trump sobre el estatuto de Jerusalén es estúpida, por decir poco. Pero nunca se hubiera podido producir sin la aprobación tácita de ciertos países árabes como Egipto, Arabia Saudí y algunos otros Estados del Golfo. Dicho esto, los palestinos, ahora más que nunca, necesitan hacer valer sus voces.

Aquí en Palestina entendemos que «lo que se toma por la fuerza solo se puede recuperar por la fuerza» y no por un «proceso de paz» que no ha sido nunca sincero. Israel no ha cumplido jamás ninguno de sus compromisos establecidos en acuerdos previos. De hecho, ha seguido hablando de «paz» mientras expandía los asentamientos ilegales y demolía hogares palestinos.

Igualmente, Estados Unidos no ha sido nunca justo con los palestinos. Su parcialidad pro-israelí se ha hecho notoriamente explícita durante muchos años. Israel no tiene interés alguno en permitir un Estado palestino, al igual que Estados Unidos no piensa presionar a Israel en ese frente. El único actor que sigue con la letanía de una «solución de dos Estados» es el pusilánime liderazgo palestino.

El pueblo palestino es valiente, fuerte y constante, y merece un liderazgo igualmente valiente; uno que no tenga miedo a abolir Oslo, a cancelar el reconocimiento de Israel y, sí, a reanudar todas las formas de resistencia en Cisjordania como hicimos en Gaza. Debemos poner fin a toda coordinación de seguridad con Israel, poner fin a las detenciones de palestinos y palestinas, y comprometernos con el proyecto de liberación nacional.

La lucha continúa… Ahmad Jalil Al Haach, escritor y activista de Gaza

Cualquier acuerdo propuesto y presentado por cualquier mediador, en este caso, Estados Unidos, no es más que una artimaña para desviarnos de actuar de acuerdo con este principio universal: luchar por la victoria decisiva.

Los palestinos que aceptaron propuestas como Oslo provocaron vergonzosas derrotas sucesivas que nuestra gente ha pagado caras en pérdida de vidas y de posesiones, todo en vano. Todo lo que han conseguido los que estuvieron a favor de Oslo ha sido ganar muy buenos sueldos, ellos y sus familias.

Y aún así, el enemigo no ha podido ni podrá alcanzar una victoria final y decisiva. La lucha sigue y seguirá hasta que salgamos victoriosos y regresemos a nuestra patria. El salvaje vencedor no lo será por siempre, ni seguiremos vagando por siempre los vencidos.

Fuente: http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/palestine-180116110352197.html