Las autoridades bareiníes han anunciado en el mes de octubre la firma de un acuerdo de varios miles de millones de dólares con la empresa americana Lockheed Martin para la entrega de 16 aviones de combate F-16, a la vez que multiplican los acuerdos de cooperación militar con varios países. Una militarización acelerada que intenta, […]
Las autoridades bareiníes han anunciado en el mes de octubre la firma de un acuerdo de varios miles de millones de dólares con la empresa americana Lockheed Martin para la entrega de 16 aviones de combate F-16, a la vez que multiplican los acuerdos de cooperación militar con varios países. Una militarización acelerada que intenta, en particular, comprar el silencio internacional sobre las violaciones de los derechos humanos y la participación de Baréin en la coalición dirigida por Arabia Saudita en Yemen. Mientras tanto, la población, descontenta, sufre las consecuencias del aumento récord de la deuda pública.
Los días 16 y 17 de octubre de 2017, Baréin ha celebrado su primera feria internacional de defensa (Bahrain International Defence Exhibition and Conference, BIDEC 2017), bajo el patronato del rey Hamad bin Issa Al-Jalifa. Altas personalidades militares, representantes extranjeros de los círculos de la defensa y diplomáticos delegados en el reino han tomado parte en el acontecimiento, cuya organización estaba asegurada por la sociedad Clarion Events con el concurso de la fuerza de defensa de Baréin y del Centro Bareiní de Estudios Estratégicos, internacionales y energéticos (Derasat).
En esta ocasión, las autoridades han anunciado la firma de un contrato de 3 800 millones de dólares (3 223 millones de euros) con Lockheed Martin para la entrega de 16 aviones de combate F-16. El comandante en jefe del ejército del aire Hamad bin Abdulá Al-Jalifa ha declarado que estos aparatos superpotentes contribuirían eficazmente al desarrollo del ejército del aire, ya dotado de numerosos equipamientos modernos, según ha informado la agencia de prensa oficial Bahrain News Agency (BNA). Esta declaración sigue al anuncio del Pentágono, a comienzos de septiembre de que el Departamento de Estado americano había dado su aprobación a un contrato de venta de armamento a Baréin por un montante de más de 3 800 millones de dólares. Una decisión inmediatamente notificada al Congreso, que había suspendido el año pasado, debido a sus temores sobre el respeto de los derechos humanos, un contrato similar que trataba igualmente sobre el suministro de 19 aviones F-16 producidos por Lockheed Martin por un montante de 2 700 millones de dólares (2 300 millones de euros). Entonces, el Pentágono había hecho saber por medio de dos comunicados distintos que estaban en marcha otros contratos que incluían la venta de patrulleras armadas de ametralladoras y 221 misiles anticarro fabricados por Raytheon, así como operaciones de modernización de la flota actual de F-16 por un montante de 1 800 millones de dólares (1,5 millardos de euros).
Este anuncio había sido vivamente condenado por la ONG Americans For Democracy And Human Rights según la cual «la venta de material militar cuando el gobierno de Baréin no respeta los derechos humanos» debía ser prohibida por el Congreso. En el verano de 2016, una sesentena de congresistas había dirigido al antiguo presidente Barack Obama una demanda de anulación de un contrato de venta de armas a Arabia Saudita de un montante de 1 150 millones de dólares (977 millones de euros). Frente a esta protesta y aunque el Departamento de Estado hubiera decidido en julio de 2015 levantar la prohibición de la venta de material militar y de seguridad al gobierno de Baréin impuesto tras la represión violenta de las manifestaciones de febrero-marzo de 2011, la administración Obama había rechazado finalizar el acuerdo debido a los temores relativos a los derechos humanos en los dos países.
Pero tras su encuentro en mayo pasado con el rey Hamad bin Issa Al-Jalifa durante su visita a Riad, el presidente Donald Trump ha afirmado que las relaciones entre Washington y Manama estaban en vías de mejora. Si el Congreso no ha tomado aún su decisión sobre este nuevo contrato, el senador Bob Corker, presidente de la comisión de relaciones exteriores en el Senado, que declaraba aún en el mes de junio que prohibiría las ventas de armas a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) mientras que no se viera claramente un avance en el arreglo del conflicto con Qatar, ha indicado finalmente que no bloquearía la venta de los F-16.
Comprar el silencio internacional
Estos contratos con los Estados Unidos son emblemáticos de la alianza puesta en pie por la nueva administración americana con los países del Golfo -y en particular Baréin-, al contrario que el equipo precedente, que presionaba a favor de una mejora de la situación de los derechos humanos y de que la legislación estuviera conforme con el derecho internacional.
Es necesario constatar, sin embargo, que la carrera de armamentos en la que se empeña Baréin no entra dentro de sus posibilidades, puesto que el pequeño reino no posee los abundantes recursos naturales de sus vecinos saudí y qatarí. Y, a pesar de su pequeña superficie, acoge ya dos bases militares, una americana y la otra británica. Tal necesidad de armamento suscita por tanto muchas interrogantes y las autoridades bareiníes están bajo el fuego de las críticas que les reprochan consagrar tanto dinero en la compra de aviones militares y participar en la guerra del Yemen en lugar de resolver sus problemas económicos y políticos.
Esta prisa por dotarse de un poderoso arsenal militar, que se traduce en una desenfrenada carrera con los países vecinos -Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos e incluso Irán- participa de una estrategia que tiene por objetivo comprar el silencio internacional sobre las violaciones de los derechos fundamentales y las guerras injustas realizadas por el reino. Esto permite igualmente asegurarse la solidaridad de los países exportadores de armas frente a lo que califican de «terrorismo», un vocablo a menudo aplicado a revueltas populares o a las demandas de reformas provenientes de ciudadanos a los que se acusa de ser agentes del extranjero o terroristas.
No es el primer contrato que Baréin firma con los Estados Unidos o con países europeos exportadores de armas. En efecto, el reino intenta diversificar su cooperación militar y técnica ampliándola a un número creciente de Estados para desviar la atención de esos países de las violaciones de los derechos humanos.
El jeque Nasser bin Hamad al-Jalifa, comandante de la guardia real e hijo del rey, ha indicado en el BIDEC que Manama había emprendido negociaciones con Rusia con vistas a adquirir el sistema de defensa antimisil S-400. Una declaración que se produce tras el anuncio en julio pasado por Moscú de la firma de un contrato con Baréin para el suministro de misiles antiaéreos y de misiles anticarro.
En mayo de 2016, el gobierno ruso había encargado a su ministro de defensa la firma de un acuerdo de cooperación militar con el reino, cuando los dos países acababan de reiterar su voluntad común de reforzar las relaciones militares y técnicas durante la visita efectuada a Rusia por el rey, en febrero del mismo año. En esa ocasión, el ministro ruso de asuntos exteriores, Serguéi Lavrov, había recordado la creación por las dos partes de una comisión de cooperación militar y técnica encargada de trabajar en ese sector. El anteproyecto del acuerdo preveía la puesta en pie de una base sólida de cooperación para favorecer el intercambio de experiencias en materia de operaciones de mantenimiento de la paz y de lucha contra el terrorismo, la formación de los cuadros militares, la invitación de observadores a los entrenamientos y las consultas entre los estados mayores de los dos países.
La firma de estos contratos se produce en un contexto de fuerte competencia entre países occidentales en la región del Golfo, en la que la nueva administración americana pretende poner en pie una alianza sóida para combatir a la organización del Estado Islámico (EI) y restringir el papel de Irán. Abrigando Baréin ya a la quinta flota americana y una base naval británica, los opositores al sobrearmamento y los defensores de los derechos humanos denuncian una ocupación militar disfrazada que permite a los Estados Unidos y a Gran Bretaña controlar las decisiones de los Estados del Golfo en materia de seguridad y de armamento.
Acuerdos de cooperación militar de todo tipo
Un acuerdo de cooperación militar liga igualmente al reino con Francia, con la que se había firmado en febrero de 2009 una declaración común relativa a la cooperación en el terreno del sector nuclear civil. Los dos países se entrevistan regularmente a propósito de cooperación militar, y la última reunión de la que ha informado la prensa, en octubre de 2017, entre el oficial de estado mayor jeque Jalifa bin Ahmad Al-Jalifa y el subdirector Africa y Medio Oriente de la Dirección General de Armamento (DGA) del gobierno francés, Stéphane Pichon, ha tratado sobre los medios para reforzar las relaciones bilaterales.
La cooperación militar de Baréin no se limita a los países europeos y a los Estados Unidos, puesto que incluye igualmente a Jordania, Egipto y Marruecos, así como Paquistán, Malasia, y otros países de Asia. Así, ha tenido lugar una reunión entre el jefe de la guardia nacional jeque Mohammed Ben Issa Al-Jalifa y el general Naveed Mukhtar, director general de información militar paquistaní (Inter-services Intelligence, ISI), con vistas a elevar el nivel de intercambios y la coordinación militar con los países hermanos y amigos y de reforzar las experiencias militares y los resultados en combate, según indica un comunicado de la BNA.
Igualmente, durante la visita del rey el pasado 30 de abril a Malasia, las dos partes han subrayado la necesidad de desarrollar y reforzar sus relaciones de cooperación en materia de defensa y de seguridad procediendo a intercambios de información, de evaluación de la información y de buenas prácticas. Se ha firmado un protocolo de colaboración, en el que se prevén en particular la formación, el entrenamiento e intercambio de soldados, el refuerzo de los intercambios de informaciones sobre las redes terroristas y el intercambio de experiencias en materia de lucha contra el creciente fenómeno de radicalización.
Un acuerdo similar ha sido firmado en marzo pasado entre las fuerzas armadas jordanas y bareiníes. El general Mahmud Abdelhalim Farihat, jefe de estado mayor de los ejércitos de Jordania, ha recordado en esta ocasión el papel de primer plano jugado por el ejército jordano en la creación de las fuerzas de defensa bareiníes militares, técnicas y de entrenamiento.
En 2012, según un comunicado de la BNA, Manama había firmado con Marruecos un acuerdo de cooperación militar que reforzaba los lazos en este terreno y ampliaban los intercambios de experiencias en el terreno militar y científico.
Armas contra civiles
El Reino Unido ha sido objeto de numerosas críticas por parte de los defensores de los derechos humanos debido a la asunción de la dirección, por la sociedad Clarion Events, de la organización del BIDEC. «Los británicos rechazan que sus impuestos sirvan para promover las ventas de armas a Baréin y a los regímenes que pisotean los derechos humanos», indicaba un comunicado publicado por la campaña contra el comercio de armas (Campaign against Arms Trade, CAAT). «El impulso a las exportaciones de armas por el Reino Unido [a través del BIDEC] será interpretado como un acto de apoyo al régimen [de Baréin] que no solo encarcela y tortura a los y las militantes de los derechos humanos y de la democracia, sino que también forma parte de la coalición que bombardea hoy Yemen y expone a millones de personas a los riesgos del hambre y la cólera», prosigue este comunicado.
«Es muy inquietante ver que las empresas son capaces de hacer publicidad a favor de las armas y venderlas a Baréin cuando este país es miembro de la coalición que, bajo la dirección de Arabia Saudita, ha participado en el enfrentamiento en Yemen y la emergencia de una de las peores crisis humanitarias de origen humano. Estas armas no serán utilizadas solo contra los civiles yemeníes, sino también contra las y los ciudadanos de Baréin que han visto que sus libertades se reducían de forma drástica en los últimos 18 meses», subrayaba Sophie Baggott, del Bahrain Institute for Rights and Democracy (BIRD).
Un aumento récord de la deuda pública
Los y las bareiníes no han dejado de ironizar en Twitter sobre la presentación, durante el BIDEC, de «Dib» (El lobo), un vehículo de patrulla concebido por el hijo del rey Jalid bin Hamad Al Jalifa. Éste se ha fotografiado ante el vehículo, con la pechera cargada de condecoraciones a pesar de su corta edad y una experiencia militar que se reduce a su participación en la coalición dirigida por Arabia Saudita en Yemen.
En las redes sociales resuenan los sarcasmos contra los descomunales gastos militares de un gobierno que se muestra incapaz de resolver los problemas económicos, políticos y sociales del país. La deuda pública, en aumento constante, debería alcanzar un nivel récord y superar el 100% del PIB, fijado en 29,3 millardos de euros en el nuevo proyecto de presupuestos, contra 28 millardos de euros a finales de 2016. Cuando a finales del año pasado, la parte de la deuda pública en el PNB se elevaba al 72% por un montante de 17,04 millardos de euros, las previsiones para el año en curso indican 19,8 millardos de euros, es decir, el 80% del PNB.
El pequeño reino tiene también dificultadas para realizar los numerosos planes de desarrollo y de servicios, en particular los programas inmobiliarios comercializados por el gobierno y para los que los ciudadanos contratan créditos a largo plazo. Cuando son necesarias más de 55 000 viviendas suplementarias, el programa del ministro de la vivienda solo prevé la construcción de 17 000. En estas condiciones, no es arriesgado apostar que, creciente a causa de los nuevos impuestos y tasas decretados por el gobierno desde que participa en la coalición militar en Yemen, y precisamente cuando los precios del petróleo y de los productos básicos aumentan, el descontento popular tenga todavía grandes perspectivas por delante.
Fuente original: http://orientxxi.info/magazine/les-occidentaux-arment-bahrein-la-population-en-paie-le-prix,2110
Traducción: Faustino Eguberri para Viento sur