Jordania se vio paralizada el pasado miércoles por una inédita huelga general de 24 horas en protesta contra una reforma tributaria que sigue las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La medida busca recaudar más impuestos ampliando el número de contribuyentes de renta baja, básicamente un impuestazo contra los trabajadores y el pueblo. El paro […]
Jordania se vio paralizada el pasado miércoles por una inédita huelga general de 24 horas en protesta contra una reforma tributaria que sigue las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La medida busca recaudar más impuestos ampliando el número de contribuyentes de renta baja, básicamente un impuestazo contra los trabajadores y el pueblo.
El paro fue llamado por 33 sindicatos y asociaciones profesionales -entre ellos, abogados, médicos, periodistas y farmacéuticos-, además de varios partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y un gran número de activistas.
«La huelga fue muy exitosa, además de que representa un referéndum sobre las políticas económicas del Gobierno», aseguró el presidente del Consejo de los Sindicatos, Ali al Obus, en un acto ante cientos de manifestantes que se reunieron frente al Complejo de Sindicatos en la capital, Ammán, informa la agencia Efe.
Al Obus anunció que el Consejo de los Sindicatos decidió dar un plazo de una semana para que el Gobierno retire el proyecto de ley, que debe ser debatido en el Parlamento. La nueva ley bajaría el umbral de ingresos exigido para pagar el impuesto sobre la renta y elevaría las tasas para las empresas de varios sectores.
«Esperamos que el Gobierno responda a las demandas de la calle jordana y evite una mayor escalada en el país», dijo el representante sindical, que advirtió, que de no ser así, los sindicatos pedirán la dimisión del Ejecutivo en una nueva protesta el próximo miércoles.
La huelga tuvo un gran acatamiento tanto en el sector privado como en el público, donde los funcionarios pararon entre las 9.00 y las 14.00 hora local, correspondiente al horario oficial de trabajo durante el mes sagrado musulmán de ramadán, que dio comienzo a mediados de mayo. Según dijeron a la agencia Efe varios activistas, los empleados estatales ignoraron las advertencias del Gobierno de que se aplicaría contra ellos la ley del servicio civil que prohíbe las huelgas.
Asimismo, el paro afectó a hospitales claves en Ammán, en respuesta a la convocatoria de la Asociación Médica de Jordania (JMA), solo manteniendo disponibles los servicios básicos en las unidades de emergencia.
El mercado central de verduras y frutas de la capital del país también cerró sus puertas después de que los agricultores se unieran a la huelga, lo que ha afectado al suministro de productos agrícolas, carne y aves. De la misma forma, supermercados y negocios permanecieron cerrados mostrando la contundencia del paro.
La nueva ley se enmarca en el plan de reformas económicas emprendidas en 2016 bajo la supervisión del FMI y cuyo objetivo último es reducir el déficit estatal, una receta similar que el organismo busca aplicar en varios países, recomendación que recientemente hizo a Argentina.
La última reforma pretende mejorar la administración tributaria y aumentar el número de contribuyentes en un 6 %, ya que actualmente solo el 4 % de los jordanos paga el impuesto sobre la renta. Desde el gobierno, el portavoz del Ejecutivo Mohamed Momani, aseguró tras su aprobación que la nueva ley aplicará los impuestos de una forma más «justa» y aseguró que «Los críticos del borrador de ley serán los evasores de impuestos, que no escatimarán esfuerzos para oponerse a él», justificando el impuestazo.
Las protestas y el descontento social se deben a la nueva ley y a otras duras reformas formuladas por el FMI, que también han obligado al Gobierno a retirar los subsidios a cientos de productos básicos y alimentos, lo cual provocó el aumento del precio del pan entre el 67 % y el 100 %.
El paquete del Fondo Monetario incluye un impuesto indirecto del 16 % a los bienes de consumo en Jordania, que en los últimos años se ha visto afectada por el desempleo y la falta de crecimiento económico.