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Ni se investiga, ni se preparan especialistas en organización del trabajo y los salarios en Cuba

Fuentes: El Estado como tal (Blog)

Poner la ciencia en lengua diaria: he ahí un gran bien que pocos hacen. José Martí Durante los últimos decenios, la investigación científica del trabajo y la preparación de especialistas en organización del trabajo y los salarios ha sido nula, al extremo que en el 2012 la Comisión de Implantación de los Acuerdos del Partido […]


Poner la ciencia en lengua diaria:

he ahí un gran bien que pocos hacen.

José Martí

Durante los últimos decenios, la investigación científica del trabajo y la preparación de especialistas en organización del trabajo y los salarios ha sido nula, al extremo que en el 2012 la Comisión de Implantación de los Acuerdos del Partido y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social disuelven el Instituto Nacional para la Investigación Científica del Trabajo con la indiferencia del CITMA; decisión, en mi criterio, totalmente inaudita, errónea e insólita. Es incomprensible que en un país socialista donde existen cientos de institutos y centros para investigar disímiles temas, el trabajo, fundamento de toda sociedad, no merezca una institución sólida para investigarlo. Si a ello le agregamos que el 99% de quienes dirigen los recursos humanos a todos los niveles carecen de los conocimientos idóneos sobre la materia, no hay dudas que se le ha dado la espalda a la optimización del trabajo.

Esta situación ha provocado, entre otros aspectos, lo siguiente:

A. Relacionados con la eficiencia del trabajo.

  • Desestímulo laboral que provoca disminución de la productividad del trabajo y otros indicadores de eficiencia.
  • Deficiencias en la organización del trabajo en la mayoría de los centros laborales.
  • Disminución de la calidad de las producciones y los servicios.
  • Incongruencias graves en la organización del salario.
  • Incremento de las indisciplinas laborales.
  • Alta tasa de fluctuación de la fuerza de trabajo.
  • Plantillas sin fundamento alguno.
  • Normas de trabajo fijadas para que el trabajador gane más, etc.

B. Relacionadas con la fuerza de trabajo.

  • Los individuos, fundamentalmente los jóvenes, pierden interés en la temática.
  • Los poquísimos investigadores se dedican a otros menesteres.
  • Los poquísimos especialistas en organización del trabajo se dedican a otros menesteres.
  • No existe el relevo para esta actividad.
  • Disminuyen sensiblemente los valores ético-morales.

C. Relacionados con la documentación emitida por los organismos superiores de dirección.

  • Algunas expresiones que aparecen en los documentos, leyes, decretos, resoluciones, etc., son incompatibles con la teoría, marxista-leninista.
  • En los documentos mencionados se nota la superficialidad y el desconocimiento de las técnicas de organización del trabajo y los salarios.
  • Se ha otorgado a las empresas facultades que no les corresponden, sino al Gobierno y al Estado.

RECOMENDACIONES

  1. Elaborar y aplicar con carácter paulatino la Reforma General de Salarios, la cual debe, por una parte, elevar los salarios que actualmente no se corresponden con el costo de la vida, y dotar al sistema de elementos que propugnen el crecimiento de la productividad y demás indicadores de eficiencia a la vez que coadyuve a la formación del hombre en todos sus aspectos.
  2. Reconsiderar la decisión adoptada sobre el Instituto de Investigaciones Científicas del Trabajo.
  3. Implementar cursos en los diferentes grupos y empresas sobre organización del trabajo y los salarios, así como lograr que se adopten las mismas medidas a nivel de la enseñanza técnico-profesional y las universidades.
  4. Evaluar los conocimientos que poseen los directores de Recursos Humanos a todos los niveles sobre organización del trabajo y los salarios, en caso de resultar insuficiente dicha evaluación, fijar los cursos que deben pasar para adquirir la preparación necesaria.
  5. Revisar el Código de Trabajo y su Reglamento librándolo de incongruencias y superficialidades en el tratamiento de algunas cuestiones.

NOTA SOBRE EL AUTOR:

Lázaro González Rodríguez. Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Titular Adjunto de la Universidad de La Habana. Miembro de Honor de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Desde 1961 hasta 1981 laboró en el Ministerio del Trabajo en la esfera de la organización del trabajo y los salarios, ocupando, entre otros cargos, los de Director de Salarios, Viceministro y Director fundador del Instituto Nacional para la Investigación Científica del Trabajo. En 1981 y hasta el año 2003 labora en el Ministerio de Industria Básica ocupando los cargos de Director Económico en la Unión de la Goma (1981-1984), Director de la Empresa de la Goma «Conrado Piña» (1985-2000) entidad laboratorio del MTSS y primera en aplicar el perfeccionamiento empresarial en el país. A partir de 2001 y hasta 2003 realiza actividades de asesoramiento en la esfera de la organización del trabajo y los salarios en el organismo central. Actualmente labora como consultor. Es presidente fundador de la Sociedad de Estudios del Trabajo de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Desde su fundación hasta 2009 fue miembro del Tribunal de Grado Científico de Economía Aplicada. Autor de varios de los libros más sobresalientes publicados en Cuba sobre cuestiones relativas a la organización científica del trabajo, los salarios, la productividad, y los estímulos materiales y morales.

Fuente: http://elestadocomotal.com/2018/07/01/1533/