Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Israel amenazó con lanzar un ataque militar contra Siria, acusando a Damasco de estar directamente implicado en las dos explosiones de autobuses en el sur de Israel el martes pasado.
Mientras los principales diplomáticos israelíes insistían que Damasco deberá pagar por dar refugio a dirigentes de Hamás, el viceministro de defensa Zeev Boim dijo que un ataque contra objetivos sirios podría ser inminente.
«Es posible que se lancen operaciones, siempre que los objetivos sean bien escogidos y que el momento sea apropiado, para que los sirios comprendan que hay líneas rojas que no pueden ser cruzadas», dijo Zeev Boim.
Boim reaccionó ante comentarios del presidente del comité de asuntos exteriores y de defensa del parlamento, Yuval Steinitz, que propuso «atacar objetivos sirios, especialmente en Líbano, a pesar del riesgo de un enfrentamiento en la frontera norte».
El Ministro de Exteriores, Silvan Shalom, había afirmado anteriormente que Siria «es responsable por actos terroristas contra nosotros porque ese país es la sede de las centrales de organizaciones terroristas y las órdenes para realizar estos ataques son dadas en Damasco».
Siria «tiene que comprender que esta política tendrá claras consecuencias… si creemos que Damasco ha cruzado una línea roja, entraremos en acción», agregó.
Hamás ha reivindicado la responsabilidad por los ataques del martes. El líder máximo de Hamás, Khaled Meshaal, vive en Damasco.
El portavoz oficial del primer ministro Ariel Sharon, Raanan Gissin, afirmó que «la orden para los ataques terroristas proviene directamente de la oficina de Khaled Meshaal en Damasco».
Israel reaccionó ante los dos ataques con un ataque aéreo sobre un presunto campo de entrenamiento de combatientes de la resistencia palestina en el interior de Siria.
En 1997, Meshaal fue objeto de un intento fracasado de asesinato de agentes israelíes en Jordania. Este año surgió como líder indiscutido después que el co-fundador de Hamás, el jeque Ahmed Yassin y su sucesor Abdelaziz Rantissi fueron ambos asesinados en ataques aéreos israelíes.
Además de las amenazas de acción militar, diplomáticos israelíes intensifican sus esfuerzos por convencer a otros gobiernos de los vínculos directos entre Hamás y Siria.
Danny Ayalon, embajador de Israel en Estados Unidos, debe presentar a funcionarios de la administración Bush información de inteligencia sobre las relaciones entre Hamás y Damasco mientras se espera que Shalom insistirá en el mismo mensaje en conversaciones con el Ministro de Relaciones Exteriores holandés, Bernard Bot, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE.
Mientras los oficiales se concentraban en Damasco, el ejército también lanzó ataques en el baluarte tradicional de Hamás, la Franja de Gaza.
Las fuerzas de ocupación israelíes volaron dos grandes edificios de apartamentos en la Franja de Gaza el jueves, destruyendo los hogares de cientos de palestinos.
El ejército, en lo que es su mayor incursión en Gaza en semanas, afirmó que la operación en el campo de refugiados de Khan Younis tuvo como objetivo cinco edificios de cinco pisos utilizados por combatientes palestinos.
«Condenamos enérgicamente la agresión israelí… contra nuestro pueblo en Khan Younis», declaró a Reuters el ministro del gabinete palestino Saeb Erekat, agregando que esto provocará una escalada de la violencia.
Grupos internacionales de derechos humanos condenan la demolición de casas palestinas por Israel como castigo colectivo. Israel afirma que actúa en defensa propia contra combatientes.
Ataque contra campo de refugiados
Las fuerzas israelíes lanzaron otro ataque contra Khan Younis tarde el miércoles con misiles que hirieron a seis palestinos, dijeron testigos oculares.
Tropas de ocupación israelíes rodearon también 10 edificios de apartamentos que dominan el asentamiento judío de Neve Dekalim y ordenaron la evacuación de las 150 familias que residen en ellos. Muchas se refugiaron en un hospital local.
«Los niños lloraban y gritaban… El ejército no nos dio la posibilidad de llevarnos ninguna cosa, dijeron ‘¡simplemente salgan!’ dijo Ali Khalaf-Allah, residente en uno de los edificios.
Expertos en explosivos luego colocaron sus cargas en dos de los edificios y los hicieron volar. Testigos dijeron que 300 personas fueron dejadas sin vivienda.
El humo cubría las ruinas después de las explosiones nocturnas. Una mezquita cercana fue fuertemente dañada por obuses de los tanques, dijeron los testigos.
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