Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Ángela Blum
Desde hace al menos diez años, la ciudad de Somerville (de unos 100.000 habitantes, situada justo al lado de Boston, en Massachussets) posee bonos de Israel que forman parte de su cartera de inversión, gestionada por la Junta de Jubilación de la ciudad, para financiar las pensiones de los empleados municipales. Aparentemente, los bonos israelíes son los ÚNICOS bonos de gobiernos extranjeros que posee la ciudad y su valor actual asciende a 250.000 dólares. Hace un par de años, antes de que me uniera al Proyecto de Retirada de Inversiones de Somerville (SDP), este grupo llevó a cabo una recogida de firmas para realizar una petición al ayuntamiento (a los concejales) solicitando que Somerville se deshiciera de los bonos israelíes y retirara sus inversiones en empresas como Caterpillar que venden productos utilizados para oprimir a los palestinos. Los concejales aceptaron la propuesta. Pero cuando estaban a punto de votarla, una enorme presión (del cónsul israelí, de poderos políticos del estado, del alcalde de Somerville y de los sionistas locales) hizo que todos salvo uno votaran en contra de la retirada de inversiones. (Es interesante destacar que la única que votó a favor de la retirada de inversiones obtuvo la mayoría de los votos en los dos procesos electorales siguientes, a pesar de que su oponente en una de ellas se oponía violentamente a esa retirada). El SDP decidió entonces intentar introducir una consulta electoral en la elecciones municipales de Somerville (en noviembre del año pasado), para lo que era necesario conseguir las firmas del 10% de los votantes censados, unas 3900 personas. Trabajamos durante un año recogiendo firmas, visitando puerta por puerta, colocándonos frente a las tiendas de alimentación, etc. Recogimos 4500 firmas. Los sionistas mostraron su oposición con agresividad, a menudo nos seguían y les decían a las personas con las que estábamos hablando que éramos antisemitas… En cambio encontramos un gran apoyo entre la gente corriente. Cuando enviamos las firmas, el ayuntamiento nos dijo que no eran válidas, a pesar de que habíamos seguido las leyes locales y estatales escrupulosamente. Fuimos a los tribunales para obtener un mandamiento judicial solicitando que el ayuntamiento empezara a contar las firmas y de esa forma evitar que, en caso de que un tribunal resolviera que eran válidas, ellos pudieran argumentar que no habían tenido tiempo de contarlas a pesar de su validez. Nuestros abogados estaban seguros de que conseguiríamos el mandamiento judicial ya que el ayuntamiento carecía de argumentos legales contra nosotros. Pero el ayuntamiento argumento ante el juez que la redacción de nuestra propuesta de consulta electoral era «incendiaria» y el juez falló a favor del ayuntamiento. Así desaparecieron las esperanzas de que nuestra consulta apareciera en las papeletas electorales en noviembre. Actualmente estamos trabajando en distintos frentes: 1) Hemos recusado la decisión del tribunal y estamos buscando la forma de que la consulta aparezca en el futuro en las papeletas electorales (existen varios procesos electorales entre los que podríamos escoger). 2) Seguimos realizando una intensa campaña divulgativa para que todos los habitantes de Somerville tomen conciencia del problema. 3) Nos estamos sirviendo de un artículo de la constitución del estado que afirma que si 50 residentes de una ciudad lo solicitan, el ayuntamiento debe convocar una reunión para analizar el tema propuesto (nosotros queremos analizar la retirada de inversiones de Israel). 4) Vamos elevar una petición basada en el derecho que los palestinos tienen de regresar a la Línea Verde.
La petición para la que obtuvimos 4500 firmas es la siguiente: «Petición para introducir una consulta electoral: Dejad que Somerville decida
Teniendo en cuenta:
Que en 1948 Israel desplazó por la fuerza a 780.000 palestinos de su hogares y desde entonces niega a estos refugiados su derecho a regresar a los mismos, derecho fundamental amparado por el artículo 13 de la Declaración universal de los derechos humanos.
Que en 1967 Israel invadió el resto de Palestina y continua manteniendo la ocupación militar sobre esos territorios, en los que Israel está cometiendo importantes violaciones de los derechos humanos que contravienen la Convención de Ginebra como
–Confiscación de tierra, agua y propiedades para el asentamiento judío,
— Castigos colectivos y tortura,
— Destrucción de viviendas, colegios, hospitales, granjas y otro tipo de infraestructuras básicas para la vida.
Que los palestinos en territorio israelí se enfrentan a racismo institucional en materializado en
–Confiscación de tierra, agua y propiedades para el asentamiento judío,
–Confinamiento en guetos,
–Denegación de tierras, vivienda y agua,
–Segregación residencial y escolar,
–Denegación de libertades civiles,
y otras prácticas discriminatorias que coinciden con la definición de Apartheid elaborada por la Convención Internacional del Crimen del Apartheid.
Que la Junta de Jubilación de Somerville actualmente posee una inversión de 250.000 dólares en bonos israelíes y más de 1,2 millones de dólares en empresas que suministran armas y equipamiento militar a Israel,¿Somerville debe retirar las inversiones de esta cartera de valores administrada públicamente?
Para obtener más información, http://www.divestmentproject.org/
¡No al tranvía colonial de Jerusalén!
Comunicado de la Confederación General del Trabajo
El 17 de julio de 2005, el gobierno israelí y el consorcio francés City Pass, formado por los grupos Alstom y Connex, firmaron un contrato para la construcción y explotación de la primera línea de tranvía de Jerusalén, que unirá la parte occidental de la ciudad con dos colonias ubicadas en Cisjordania, actualmente ocupada. Parte de esa línea atraviesa ilegalmente territorio palestino. Este proyecto, diseñado y firmado sin las autoridades palestinas, supone una violación del derecho internacional. El lunes 20 de febrero, se convoca una rueda de prensa en la Bourse de Travail (sede sindical) de París para iniciar una campaña de sensibilización e información: -El contrato actual debe analizarse detenidamente. -Francia no debe contribuir a la colonización de Palestina. El Colectivo nacional por una paz justa entre palestinos e israelíes organizó esta rueda de prensa en colaboración con la Asociación Francesa Solidaridad con Palestina (AFPS) y la CGT y contó con la presencia de Leila Shahid, delegada de Palestina en la Unión Europea. Se decidió informar a los trabajadores de Alstom y Connex, comenzar una gran campaña de envío de cartas a las empresas involucradas y a la presidencia de la República y hacer un llamamiento a los representantes políticos nacionales y europeos. A propuesta de Leila Shahid, se decidió intervenir a nivel de instituciones europeas en Bruselas, en concreto en el Parlamento Europeo. La viabilidad de las acciones jurídicas está siendo estudiada. Contactos: Bernard RAVENEL (AFPS) – 01.43.72.15.79 – [email protected] Francine BLANCHE (CGT) – 01.48.18.86.53 – [email protected] Christian GARNIER (CGT Alstom transports) – [email protected]
Texto fuente: http://quibla.net/palestine2006/boycottisrael2006pays.htm
John Spritzler es el autor de The People As Enemy: The Leaders’ Hidden Agenda In World War II, (El pueblo como enemigo: la agenda oculta de los dirigentes en la II Guerra Mundial) e investigador de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Es miembro activo del proyecto «Retirada de Inversiones de Somerville».
Traducido por Ángela Blum, miembro de Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.