El intelectual estadounidense Noam Chomsky afirmó ayer en un foro radiotelevisado en Cuba que el gobierno de George W. Bush es el más abierto violador del derecho internacional en la historia de Estados Unidos. «Digo abierto porque quizás sus antecesores, como Ronald Reagan, lo fueron, pero la administración de Bush lo hace de manera inusual», […]
El intelectual estadounidense Noam Chomsky afirmó ayer en un foro radiotelevisado en Cuba que el gobierno de George W. Bush es el más abierto violador del derecho internacional en la historia de Estados Unidos.
«Digo abierto porque quizás sus antecesores, como Ronald Reagan, lo fueron, pero la administración de Bush lo hace de manera inusual», apuntó Chomsky vía telefónica al espacio de debate de la Mesa Redonda, transmitido desde La Habana.
El experto en temas de la comunicación señaló que es evidente el irrespeto a las normas internacionales desde la Casa Blanca, cuyos inquilinos, según dijo, son herederos de administraciones anteriores que también hicieron lo mismo.
Chomsky señaló que el gobierno de Estados Unidos comete delitos internacionales supremos, al matar a cientos de miles iraquíes y cometer atrocidades, destruir a Faluja, desconocer la ONU y su carta fundamental, entre otros tantos.
Sin embargo, acotó, el debate interno en la nación norteña no gira en torno a si agredir a otro país como Iraq constituye un delito, sino a si es costosa o no, o si la táctica militar empleada es la idónea para alcanzar el triunfo.
El experto señaló que sí se producen críticas al gobierno norteamericano por parte de estudiosos y de académicos acerca de la invasión a iraq, la cual consideró «el más puro acto de agresión», como se estableció en el juicio de Nuremberg (1946).
En el caso iraquí, enfatizó, no se puede esgrimir la autodefensa, ni tampoco hubo autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que se violó la Carta de ese organismo internacional.
Chomsky también calificó una verdadera violación lo que ha sucedido a supuestos combatientes enemigos en Guantánamo, torturados y vejados, así como en las prisiones secretas diseminadas en el mundo, entre otros hechos.
Juana Carrasco, experta en temas de política internacional, dijo en el foro que esta guerra contra Iraq es probablemente la primera donde dentro de los propios Estados Unidos se produjeron protestas en su contra, mucho antes de iniciar.
Es preciso preguntarse cuánto ha pesado esa agresión en los programas de salud y la educación del pueblo norteamericano, de cuyos hijos murieron ya en combate unos tres mil 200, mientras más de 23 mil resultaron heridos y casi mil mutilados.
Además, comentó, la ocupación en Iraq ha incitado a la violencia interna en esa nación, con la agudización de luchas inter-étnicas, a la vez que las tropas invasoras han destruido el patrimonio cultural de ese país mesopotámico.
Semejante arrogancia e ilegalidad, recordó Randy Alonso, director de la Mesa Redonda, acompañan a esta administración, «que sin el menor sonrojo expulsa a fiscales, profesores y científicos por causas políticas y encarcela sin causas a ciudadanos de origen árabe».
Señaló que la política «de arrogancia e ilegalidad» han levantado un rechazo casi unánime y han puesto contra la pared a una administración «cada vez más debilitada pero por por tanto cada vez más peligrosa, por su irracionalidad».