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Entrevista Javier Navascués, Director de la Fundación de Investigaciones Marxistas

«La FIM es un espacio abierto de debate para el avance del pensamiento de la izquierda»

Fuentes: Mundo Obrero

En noviembre de 1978 el Comité Central del PCE decidió crear una Fundación de Investigaciones Marxistas que afrontase la lucha ideológica. La FIM sustituía a CEISSA, entidad cultural creada unos años antes. En el 30 aniversario de su fundación, Javier Navascués, repasa su historia y analiza los principales retos que afronta la FIM. Mundo Obrero: […]

En noviembre de 1978 el Comité Central del PCE decidió crear una Fundación de Investigaciones Marxistas que afrontase la lucha ideológica. La FIM sustituía a CEISSA, entidad cultural creada unos años antes. En el 30 aniversario de su fundación, Javier Navascués, repasa su historia y analiza los principales retos que afronta la FIM.

Mundo Obrero: ¿Cuál ha sido la contribución de la Fundación al pensamiento de la izquierda en España en estos 30 años?

Javier Navascués: Durante la transición y hasta la gran crisis del PCE de los primeros 80, la FIM era el polo de referencia de una parte muy importante de los intelectuales de la izquierda. Las ideas y los debates sobre materias muy variopintas eran abundantes como puede verse en las memorias y publicaciones de la época. Pero predominaban los debates sobre política general e historia.

En la segunda época de la FIM, que se corresponde con los años 80 y 90, la crisis del PCE, y de los partidos comunistas en general, supuso un acicate para el trabajo de la fundación. Propuestas como la de la Renta Básica y los análisis de la composición de clase así como algunos de los primeros balances de los cambios que se estaban produciendo en el mundo y que ahora llamamos «globalización» fueron objeto de atención. Destaca también el trabajo en materias como Urbanismo, Sanidad, Educación, etc., en unos años muy fecundos en el terreno programático, coincidiendo con la primera época de IU.

En los momentos actuales se han generado aportaciones importantes, algunas más desarrolladas y otras más incipientes. Entre las primeras destacaría los trabajos de la Sección de Historia, incluyendo los dos congresos de Historia del PCE. También aparecen los debates y jornadas sobre economía del desarrollo, composición de la clase obrera y precariedad, el trabajo intelectual, la democracia participativa… En estos tres últimos años, a pesar de las dificultades económicas, hemos aumentado el número de actividades y de socios.

También en esta fase la FIM ha empezado a ser un actor en la escena europea e internacional, a través de su participación en la Red Transform!

Pero quizá la aportación sea la propia existencia de la FIM como un espacio de encuentro y debate abierto y no sectario, donde personas muy diversas pueden trabajar y discutir de cuestiones que son necesarias para el avance del pensamiento de la izquierda y que, desgraciadamente, tienen dificultades para hacerlo en otro ámbito.

M.O.: ¿Cuáles son las actividades previstas para la celebración del aniversario durante el curso 2008-2009?

J.N.: Cómo es sabido, la decisión de la actual dirección de IU de cortar la financiación que la FIM recibía como fundación asociada a partidos políticos con representación parlamentaria -algo que espero que se corrija a partir de la próxima Asamblea – nos ha dejado muy menguados de recursos.

Por eso nuestro programa de actividades, digámoslo así, conmemorativas es bastante modesto. Pero no queremos dejar pasar la oportunidad del aniversario sin intentar aportar debates sobre problemas candentes para la izquierda hoy, máxime en unos meses en los que la izquierda española que se organiza alrededor de IU enfrenta un reto importante. Hemos previsto realizar dos debates públicos en Madrid, que intentaremos trasladar a otros lugares. El primero intentará hacer un recorrido por los principales debates y discusiones que se han producido en estos treinta años. El segundo presentará experiencias de recomposición y relanzamiento de las políticas de la izquierda en diversos sitios de Europa. También presentaremos la revista de Transform! en castellano que viene a sumarse a las ediciones inglesa, alemana, francesa y griega ya existentes.

La tercera gran actividad será encuentro con personas amigas de la FIM donde se presentarán diversos proyectos que tenemos entre manos y para los que queremos pedir apoyo de todo tipo. Algunos son realmente interesantes, como poner en marcha un trabajo de archivo y catalogación de los materiales del PCE relativos a la transición. Creemos que hay un riesgo nada despreciable de que se pierdan materiales únicos en los que se encuentran muchas claves de la transición, más allá de la versión interesada que ahora es dominante y que atribuye a la «inteligencia» y la «buena voluntad» de algunos personajes el que se recuperara la democracia en este país. La transición democrática fue un proceso contradictorio y complejo en el que participaron muchos miles de personas y en el que el papel jugado por el PCE, y también sus renuncias, es fundamental para entender lo que se consiguió, y lo que no.

M.O.: ¿En qué está trabajando ahora la FIM?

J.N.: Hay diversos proyectos en marcha. Uno gira en torno a la crisis, o las crisis por decirlo con más propiedad, que ahora se están desenvolviendo a la vista de todos. Estados Unidos nacionaliza bancos, los «tertulianos» de la radio hablan del fracaso del capitalismo… y ¿qué dice la izquierda? Hay análisis, ideas y propuestas de sobra pero hay que hacer un esfuerzo por hacerlas salir a la luz. Tenemos un ambicioso proyecto para organizar un debate en todo el Estado. Hay también en cartera un Congreso de Filosofía Marxista, una publicación sobre literatura, cursos de formación…

M.O.: ¿Cuáles son los principales retos de la FIM para el futuro? J.N.: Son muchos, pero básicamente hay dos de tipo digamos externo y uno de tipo organizativo o interno. El primero sería aumentar la presencia de la FIM por todo el territorio. La FIM tiene delegaciones operativas en Canarias, Andalucía, Euskadi y Extremadura (esta última quizá la más activa). En Asturias, Aragón y Cataluña tenemos «hermanas»; la Fundación Horacio Fernández Inguanzo, la FIM Rey del Corral y la ACIM. Debemos aumentar la actividad y la coordinación y extendernos por otros lugares. Todo ello con la finalidad de compartir los recursos intelectuales que ahora podemos movilizar con todas las organizaciones del PCE, en primer lugar, pero también con otros grupos y colectivos de la izquierda que lo deseen.

El segundo tiene que ver con el anterior. Hay personas, sobre todo de universidades pero también de otros ámbitos, que están interesadas en compartir sus ideas, sus elaboraciones y sus propuestas con la izquierda política y social. La FIM puede – de hecho lo hace ya parcialmente – desempeñar un papel de lugar de encuentro no sólo con el PCE e IU, sino también con CC.OO. y otros sindicatos y, en general, con expresiones organizadas de la izquierda. La crisis actual demanda alternativas desde la izquierda y nadie las posee en exclusiva. Nacerán de la comunicación, el intercambio y la construcción colectiva. La FIM quiere contribuir a ese objetivo que, obviamente, no es un objetivo sólo nuestro sino una necesidad de toda la izquierda.

El tercer objetivo es asegurar el sostenimiento de la FIM. La inexplicable decisión de la actual dirección de IU nos ha situado al borde de la desaparición, de forma que nos hemos reorientado hacia la investigación social y las actividades de menor coste. Las dificultades han dado lugar a problemas serios y decisiones dolorosas y nos han obligado a buscar financiación en base a «proyectos». Pero la FIM no es una ONG que presenta proyectos a organismos oficiales para obtener recursos. No hay organismos oficiales que financien un Congreso de Filosofía Marxista o una discusión sobre las políticas de los gobiernos de izquierda en América Latina. A la doctrina oficial no le interesa que se trabaje en investigar el papel que jugaron los y las militantes en la transición. Nadie te deja una sala para un curso de marxismo que dura cuatro meses. Necesitamos apoyo y asegurarnos la infraestructura mínima.

M.O.: ¿Cómo será la campaña de socios que se va a poner en marcha? ¿Qué argumentos se van a dar a los afiliados y simpatizantes para que apoyen a la FIM?

J.N.: La campaña se realiza no sólo por razones económicas sino por razones de proyección externa, de alcance. Queremos llegar a 1.000 socios nuevos en este año, 1.000 personas que reciban información, que hagan propuestas, que nos ayuden a llegar a más sitios.

Puesto que este es el periódico del Partido quiero señalar que tenemos más socios que no son del PCE que socios que lo son. Comprendo que algunas veces se ve a la FIM como algo que está lejano de las ocupaciones cotidianas de agrupaciones y militantes, como algo que sólo tiene que ver con el Comité Federal.

Pero no es así. Las organizaciones que recurren a la FIM nos han permitido preparar algunas de las actividades más interesantes y más satisfactorias. Hay un grupo de personas que voluntariamente trabajamos en la FIM y esa es nuestra militancia. Por eso necesitamos el apoyo del Partido a todos los niveles, para poder ser una herramienta que llegue a cuantos más sitios mejor.