Traducido por Rocío Anguiano Pérez
La población de Gaza, sometida por Israel a un bloqueo inhumano, amenazada de asfixia, desde ese día de febrero de 2006 en el que votó masivamente en favor del movimiento religioso Hamas, no ha cedido al chantaje del hambre como esperaba Israel. El activista británico Kevin Ovenden, coordinador de la quinta caravana humanitaria Viva Palestina (*) que salió de Londres el 18 de septiembre de 2010 con dirección a Gaza, responde a las preguntas de Silvia Cattori.
Silvia Cattori: ¿Con qué ánimo encara esta quinta caravana? ¿Las dificultades y la violencia vividas en las expediciones anteriores [1] no le han amedrentado? ¿No tienen miedo?
Kevin Ovenden: No, no tenemos miedo. Es mi cuarta caravana a Gaza. Iba también a bordo de la Flotilla de la Libertad. Somos conscientes de las dificultades, que son de dos tipos: están por un lado las dificultades logísticas, los imprevistos del viaje, la organización de la ayuda, la organización del transporte, porque parte del viaje tenemos que hacerlo por mar. Y, por otro lado, están las dificultades políticas, porque está claro que hay quien se opone políticamente a que llevemos ayuda a Gaza. Es en concreto el caso de Israel y de aquellos que colaboran en el bloqueo israelí ilegal e inmoral contra Gaza. Así que somos conscientes de las dificultades, pero no tenemos miedo. Primero porque no estamos solos, porque hay millones de personas que nos apoyan. Cuando llegamos a Francia el sábado, recibimos un apoyo extraordinario. Sabemos que tenemos un respaldo multitudinario.
Silvia Cattori: Viva Palestina fue creada en enero de 2009 por el diputado británico Georges Galloway para llevar ayuda humanitaria a la población asediada de Gaza. Se trata de un problema político. ¿Su actividad no tiene ante todo un alcance político?
Kevin Ovenden: En efecto, nuestro cometido es llevar ayuda, en grandes cantidades, para poner de manifiesto la cuestión política. Porque la cuestión política es la causa del sufrimiento en Gaza. El sufrimiento en Gaza no se debe a un desastre natural, como un tsunami o una inundación como en Paquistán, se debe a la acción política de Israel y de sus apoyos, que mata de hambre a la población de Gaza. Nuestro mensaje es que el bloqueo tiene que acabar. El bloqueo es injusto e insostenible y este mensaje debe llegar. Tras el ataque al Mavi Marmara, incluso algunos políticos que, históricamente, siempre habían apoyado las acciones de Israel, se atrevieron a criticarlo, por ejemplo el Primer Ministro británico David Cameron que, en unas recientes declaraciones en Estambul, describió Gaza como una prisión a cielo abierto. Los israelíes le pidieron que rectificara sus declaraciones, pero él no lo hizo.
Silvia Cattori: Estas caravanas y flotillas, decididas a romper el bloqueo que mata de hambre a Gaza, despiertan admiración. Sin embargo, hasta ahora, no han surtido efecto en las autoridades israelíes ¿No es frustrante?
Kevin Ovenden: No, no es frustrante, porque debemos recordar que esta situación se mantiene desde hace mucho tiempo, desde hace décadas, desde hace más de 60 años. Si se mira a largo plazo, está claro que la opinión pública en todo el mundo ha ido evolucionando en contra de Israel y no a favor de Israel. Esto se puede ver si se observa un largo periodo de tiempo. Pero si se contemplan solo los últimos cuatro años, el ataque israelí contra el Libano en 2006 condujo a una derrota militar y política y, en el plano mundial, a una nueva justificación de la agresión israelí. Después, se produjo el ataque contra Gaza en 2008 y 2009 que llevó a Occidente a apoyar a los palestinos con más fuerza que nunca y presionó a los que apoyan a Israel. Y ahora el ataque contra el Mavi Marmara ha llevado a una deslegitimación todavía mayor de la política israelí hacia Palestina. Así que no es frustrante: si se mira a largo plazo, la cosas evolucionan a nuestro favor.
Silvia Cattori: ¿Estos lazos de fraternidad entre los pueblos occidentales y los árabes y musulmanes, que se crean en torno a la movilización a favor de Gaza, no es lo que teme Tel-Aviv?
Kevin Ovenden: Es una buena pregunta. Debo decir que se trata de uno de los mayores avances entre los pueblos de Oriente Medio, los musulmanes y Occidente, que se unen en todo el mundo, e Israel está muy atento a las consecuencias de este movimiento. Por eso los israelíes y sus partidarios intentan dividir este movimiento, intentan difamarlo, ensuciarlo, alegar que ese movimiento es «terrorismo islámico»y cosas de ese estilo. Temen lo que llaman una «alianza rojiverde». El rojo por la izquierda histórica del Oeste, el ideal histórico de la izquierda de libertad, anticolonialismo, el mejor ideal de la izquierda, y el verde, no por el color de los ecologistas sino por el color del Islam, de los musulmanes, de las gentes que están también en contra de la injusticia y tal vez inspirados por motivaciones religiosas. Por lo tanto, quieren romper esa alianza y nosotros queremos resistir gracias a esta alianza.
Silvia Cattori: ¿Por eso Israel se juega el todo por el todo desde 2008 para conseguir que sus proyectos fracasen e intenta sembrar la división incriminando a los participantes de confesión musulmana como hizo en la masacre del 31 de mayo (1) contra la Flotilla de la Libertad?
Kevin Ovenden: Sí, está totalmente en lo cierto. Si la analiza, verá que la propaganda de los israelíes sobre el ataque contra el Mavi Marmara consiste esencialmente en decir que la gente que estaba en el barco «no era gente normal, no eran militantes pacifistas occidentales sino que eran musulmanes, turcos, fundamentalistas, terroristas…».
Debo decir que yo no soy musulmán y que mi amiga Nicole que estaba conmigo en el Mavi Marmara procede de Nueva Zelanda y no es musulmana. Lo que dicen para dividirnos no es verdad.
Silvia Cattori: ¿No cree que el ejército israelí volverá a intentarlo todo para que la caravana fracase contando, desgraciadamente, con la ayuda de Mubarak?
Kevin Ovenden: Ya veremos. Creo que para Israel va ser difícil atacarnos. Estaremos en el mar. Pasaremos por las aguas en las que fue atacado el Mavi Marmara, porque los egipcios insisten en que vayamos por ahí. Así que desgraciadamente tenemos que ir por el mar porque las autoridades egipcias dicen que no estamos autorizados a pasar por el sur. Creo que atacarnos es políticamente imposible para los militares israelíes
Silvia Cattori: Israel viola todas las leyes internacionales. Pero permanece impune. Durante su visita a París en abril de 2010, el Primer Ministro turco Recep Tayyip Erdogan tuvo la valentía política de calificar a Israel de «principal amenaza para la paz en la región» y de «principal causa de las guerras y de las desgracias de Próximo Oriente», mostrando así un desacuerdo total con la política extranjera del Presidente Nicolás Sarkozy y de Bernard Kouchner. ¿La voz de Recep Tayyip Erdogan está aislada?
Kevin Ovenden: Yo diría que la posición de Erdogan va por delante respecto a la posición de la mayoría de las personas implicadas, pero no está aislada. Nicolas Sarkozy representa un extremo en Occidente. Le he dado el ejemplo de David Cameron, que es un conservador, que es de derechas, pero que es más crítico con Israel que lo fue Tony Blair. Creo que es posible hacer que los políticos occidentales cambien su postura. Israel y sus amigos esperaban que Erdogan y su partido político del AKP se quedarán aislados en Turquía y que la alianza histórica entre Turquía, la OTAN e Israel se restablecería, con la misma fuerza que tuvo durante muchos años. Pero esto no va a pasar. Si observa los últimos acontecimientos en Turquía (en septiembre), ha habido un referéndum en el que la derecha, el ejército y algunas personas que han sido corrompidas, incluso de izquierdas, hacían un llamamiento para votar contra Erdogan. Las medidas que este proponía eran progresistas. Aunque quizá no iban lo bastante lejos, no dejaban de estar dirigidas contra la constitución aprobada en 1982 tras el golpe de estado militar de 1980. El 58 % de los votos estuvieron a favor del referéndum de Erdogan. La posición de Erdogan, y del AKP se reforzó en Turquía porque refleja los sentimientos del pueblo turco, y los políticos tanto del Oeste como del Este deben reconocerlo. Si creen que sencillamente pueden tratar a gente como Erdogan o Hugo Chavez, utilizando golpes de estado militares y así una y otra vez, se equivocan. Tienen que entender que si esos hombres de Estado están ahí y si tienen una voz es porque millones de personas piensan como ellos.
Silvia Cattori: No ignora que Israel puede contar, en cualquier parte fuera de Israel, con la ayuda de los sayanims [2]. Es decir con ciudadanos de confesión judía que por amargura, por patriotismo, colaboran a veces con los agentes del Mossad, participan en la desinformación y en la desestabilización para enfrentarse a aquellos que luchan contra la política de apartheid del Estado judío ¿Tienen esto en cuenta?
Kevin Ovenden: Claro, somos conscientes de que hay gente que querría desestabilizar el movimiento, desde dentro. Tomamos diversas precauciones: algunas de las que le voy a hablar y otras que mantenemos entre nosotros. Estudiamos a la gente, evaluamos a los que van en el barco, controlamos a la gente para asegurarnos de que su comportamiento no va a comprometer la caravana.
Silvia Cattori: Muchas gracias y les deseamos buen viaje.
Entrevista realizada el 20 de septiembre de 2010, cuando la caravana Viva Palestina pasó por Lyon.
(*) Viva Palestina es una asociación británica con fines humanitarios creada por Georges Galloway.
[1] Kevin Ovenden, 42 años, es un ciudadano británico de padre iraní, que sobrevivió a la masacre perpetrada el 31 de mayo 2010 por el comando militar israelí contra el barco turco Mavi Marmara, en el que murieron nueve personas y cincuenta resultaron gravemente heridas. Fue encarcelado junto a sus compañeros. Maltratado, humillado por los soldados israelíes, sigue marcado por las monstruosidades israelíes
[2] » Le printemps des sayanims «, de Jacob Cohen. http://www.dailymotion.com/video/xevhol_franck-abed-recoit-jacob-cohen-1-3_news