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Entrevista a Alicia Alonso, integrante de la campaña Rumbo a Gaza

«La Flotilla de la Libertad pone de manifiesto la hipocresía de las relaciones internacionales»

Fuentes: CNT

En mayo de 2010, el ejército de Israel abordó en aguas internacionales a la Flotilla de la Libertad cuando se dirigía a Gaza para romper el bloqueo al que el Estado hebreo somete a este territorio palestino desde hace ya casi cinco años. El próximo mes de mayo zarpará hacia la Franja la Segunda Flotilla […]

En mayo de 2010, el ejército de Israel abordó en aguas internacionales a la Flotilla de la Libertad cuando se dirigía a Gaza para romper el bloqueo al que el Estado hebreo somete a este territorio palestino desde hace ya casi cinco años. El próximo mes de mayo zarpará hacia la Franja la Segunda Flotilla de la Libertad, compuesta por 15 barcos que representan a más de 20 países. Una nave fletada desde el Estado español se sumará a la expedición. Conversamos con Alicia Alonso, integrante de la campaña Rumbo a Gaza

¿Cuáles son los objetivos de la Segunda Flotilla de la Libertad?

La expedición tiene tres objetivos. En primer lugar, se trata de una acción de solidaridad con el pueblo gazatí para decirles que aunque los gobiernos occidentales les hayan olvidado, la sociedad civil y las clases populares no lo hemos hecho. También hay un objetivo humanitario, para llevarles la ayuda y los materiales que Israel, en su bloqueo ilegal y criminal, no deja entrar. Especialmente materiales de construcción, tan necesarios para reconstruir la Franja tras el devastador ataque israelí de 2008 [más de 1.400 personas asesinadas, 400 de ellas menores de edad, 5.000 heridas y 20.000 edificios completamente arrasados]. Y finalmente el objetivo político de romper y poner fin a un bloqueo ante la pasividad, cuando no abierta complicidad, de la mal llamada comunidad internacional.

15 barcos, 20 países involucrados, más de un millar de activistas que prevén navegar en la Flotilla… ¿Cuál ha sido el camino para hacer realidad esta gran coalición internacional?

 

Teníamos claro que la violencia israelí no nos iba a doblegar. El abordaje de la primera Flotilla y el asesinato de nuestros nueve compañeros reforzaron la determinación de romper y poner fin al bloqueo. La gran mayoría de las personas y de las organizaciones que viajaban en esa primera expedición se pusieron a trabajar inmediatamente después de regresar a sus países. Han sido casi diez meses de intensos esfuerzos, de aunar voluntades y tejer alianzas para poner en marcha la Segunda Flotilla de la Libertad.

 

 

 

Desde el Estado español se ha conseguido fletar un barco

 

Era uno de los objetivos y se ha logrado a través de la campaña Rumbo a Gaza, una iniciativa a la que se han sumado 1.500 personas y 175 organizaciones de todos los territorios del Estado. La respuesta popular ante este reto está siendo impresionante, desde los centenares de personas que han formado grupos de trabajo en todos los rincones del Estado hasta los actos multitudinarios como los conciertos de Sevilla o de Rivas Vaciamadrid, con 6.000 personas en cada uno de ellos. Pero aún queda mucho que hacer. La campaña continúa, está en su punto álgido y hace falta un último esfuerzo.

 

 

 

¿Cuál es la situación de Gaza tras cinco años de bloqueo?

 

Gaza es un inmenso campo de concentración, la mayor cárcel del mundo, un gigantesco gueto que en nada tiene que envidiar a aquel gueto de Varsovia. La situación de sus habitantes es desesperada. El 80% de la población depende de la ayuda humanitaria para su alimentación; el 70% de las familias vive con menos de un dólar al día por cada uno de sus miembros; el 50% de la población activa está desempleada. A estos datos hay que añadir los estragos psicológicos provocados por una vida sin perspectivas de futuro, la precariedad sanitaria, los desequilibrios emocionales en los niños y niñas que no han conocido más que el cerco. Karen Abu Zayd, comisionada de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, denunció que Gaza está a punto de convertirse en el primer territorio reducido de forma intencionada a la miseria con el consentimiento, complicidad e incluso colaboración de la comunidad internacional.

 

 

 

Y además están los ataques israelíes

 

Esos ataques son crímenes contra la humanidad, porque se realizan contra una población civil inerme y sin un ejército regular que la proteja. En 2006 más de 500 personas asesinadas en la Operación Lluvia de Verano; en 2008 fueron 1.500 en la Operación Plomo Fundido. Pero es que en 2010, que fue calificado como ‘un año tranquilo’ por las cancillerías, los israelíes asesinaron a casi 80 personas y en lo que llevamos de 2011 son ya cerca de una veintena. Es un gota a gota que jamás encuentra eco en los medios de comunicación de masas o queda relegado a un breve en páginas interiores. Sin embargo, cualquier víctima israelí ocupa portadas. ¿Cuánto vale la vida de la gente palestina?

 

 

 

¿Cuál crees que puede ser la reacción de Israel ante la Segunda Flotilla? ¿Esperáis un ataque tan brutal como el del año pasado?

 

Israel es impredecible. Y es impredecible porque se sabe impune. Lleva más de 60 años cometiendo gravísimos crímenes contra la humanidad, vulnerando la legalidad internacional, incumpliendo las resoluciones de Naciones Unidas, asesinando y torturando…, y sin embargo, no ha recibido una sola sanción, ni siquiera una mínima amenaza aunque sea simbólica. Todo lo contrario. Las relaciones financieras y comerciales, culturales, turísticas o militares cada vez son mayores. Y no sólo por parte de Estados Unidos, su tradicional valedor, sino también por la Unión Europea y por el Estado español. La complicidad con los crímenes israelíes es total.

 

 

 

Obviamente, esta es una operación incómoda para los gobiernos de los países occidentales.

 

Sí, porque les obliga a posicionarse. ¿Permitirán el abordaje de barcos que navegan bajo su bandera y el ataque a sus tripulaciones o cumplirán con su obligación de defender las embarcaciones y su pasaje? La Flotilla de la Libertad pone de manifiesto la hipocresía de las relaciones internacionales.

 

 

 

¿Cómo se ve esta iniciativa desde Palestina?

 

La consideran una acción muy importante, sobre todo porque es una acción directa que pone a Gaza en la agenda internacional. Para la Franja, el silencio es la muerte. Y durante los días que dure la travesía, los ojos del mundo estarán puestos en la Flotilla, lo que equivale a decir que estarán puestos en Gaza. No obstante, y con ser una acción de mucha envergadura, no va en detrimento del trabajo de resistencia que se hace día a día desde las organizaciones del pueblo palestino y de la solidaridad internacional. En este sentido, es necesario mencionar la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el Estado de Israel, que en sus cinco años de funcionamiento ha demostrado ser una eficaz herramienta de lucha contra la ocupación.

 

 

 

Siguiendo la estela de los levantamientos en otros países árabes, ¿se levantará también el pueblo palestino?

 

 

El pueblo palestino lleva levantándose contra la dictadura que le oprime desde hace más de 60 años. La dictadura sionista es tan genocida o más que la de Mubarak o Ben Ali, y no menos corrupta. Es mentira que Israel sea una democracia. En realidad es un régimen racista y de Apartheid. La historia de la resistencia palestina contra este régimen es una historia de dignidad, coraje y determinación. En realidad, son las clases populares árabes las que están siguiendo la estela marcada por Palestina a lo largo de las décadas.