Nosotras, una parte de las personas sirias que vivimos entre Siria y Barcelona y que no representamos a nadie más que a nosotras mismas y nuestro amor a Siria y a la humanidad, ante las continuas manipulaciones de las informaciones sobre la situación sociopolítica en Siria que se están llevando a cabo por parte de […]
Nosotras, una parte de las personas sirias que vivimos entre Siria y Barcelona y que no representamos a nadie más que a nosotras mismas y nuestro amor a Siria y a la humanidad, ante las continuas manipulaciones de las informaciones sobre la situación sociopolítica en Siria que se están llevando a cabo por parte de los medios de comunicación y de los autoproclamados representantes de la «sociedad siria», levantamos nuestra voz para denunciar que ya estamos hartas de que no sólo se juegue con nuestras vidas y la de las personas que queremos (nuestros familiares, amigos, vecinos, compañeros de luchas, etc…) por parte de las diferentes facciones de las élites económicas sirias y por supuesto internacionales, sino que además se fabriquen mentiras con nuestra sangre en nombre del apoyo a nuestras luchas y de nuestra supuesta salvación.
Por ello queremos aclarar algunos puntos fundamentales sobre la situación sociopolítica en Siria:
En estos momentos no existe en Siria una lucha entre el gobierno y la oposición: Simplemente porque no existe un movimiento homogéneo de oposición, sino proyectos políticos diversos y en muchos casos absolutamente opuestos entre ellos que claman por cambios económicos y políticos:
Por un lado, los movimientos populares que se están llevando a cabo en algunos barrios de la periferia de Damasco, en Daraa y otros lugares de la geografía siria y que demandan transformaciones económicas y políticas. Estos movimientos además de clamar por respeto, justicia y otras cuestiones políticas para nada reducibles a la democracia formal parlamentaria, demandan sobre todo una mejora de sus condiciones de vida económicas. El deterioro de las condiciones de vida de las clases populares sirias en los últimos años se explica precisamente por la reforma económica liberalizadora que sacude Siria, como está ocurriendo también en el Estado español y en los cinco continentes.
En el caso sirio estas reformas económicas liberalizadoras se han impuesto no sólo con el beneplácito sino bajo la presión de las élites económicas y políticas sirias que ahora se autoatribuyen el título de oposición, así como bajo la coacción (embargos, amenazas militares, presiones económicas, etc.) de los Estados europeos y Estados Unidos. Por ello en sus discursos estos grupos de poder, totalmente divorciados de los problemas de las clases populares, ni siquiera nombran nuestros verdaderos problemas (inflación de precios, deterioro de los servicios públicos estatales, estancamiento de los sueldos). Y defienden más reformas.
Nosotras, por nuestra propia experiencia en Siria, Catalunya, Europa y el mundo, ya sabemos que su reforma económica y política no es más que nuestra desposesión. Por eso nos proclamamos no sólo en contra de todas las dictaduras políticas en el mundo, sino contra la dictadura del neoliberalismo económico mundial y concretamente en Siria.
Nosotras, las clases populares sirias-catalanas y españolas, no necesitamos a nadie que intente hacernos creer que toda una política económica mundial, concretada en Siria, se sustenta en una persona y que su caída será nuestra salvación. Nosotras lamentablemente hemos aprendido y seguimos aprendiendo con nuestro dolor y el de nuestros hermanos y hermanas, lo que significa la retórica de la salvación en boca de las potencias capitalistas-imperialistas y de su falsa democracia.
Por ello nos proclamamos:
En contra de cualquier injerencia extranjera en los asuntos internos de nuestro país.
En contra de la manipulación mediática de las informaciones concernientes a la situación sociopolítica en Siria (para un ejemplo ver: http://cuestionatelotodo.
En contra del uso de la violencia ya sea por cualquier Estado y sus fuerzas represoras, ya sea por parte de grupos armados por facciones de la autoproclamada oposición siria en el exterior y en el interior y de las potencias imperialistas con el objetivo de masacrar al pueblo sirio y árabe en general y sobre todo deslegitimar las luchas populares verdaderas que anhelan justicia económica y política.
En contra de todo confesionalismo pues somos conscientes que el arma confesionalista es la auténtica arma de destrucción masiva, junto con el capitalismo y el imperialismo, de la sociedad árabe.
Y por ello proclamamos nuestra solidaridad con todas las luchas populares mundiales contra la dictadura neoliberal, contra la injusticia en todas sus formas y unimos nuestra fuerza a la de todas y todos aquellos que luchan por construir una vida mejor para todas y todos nosotros.
rCR