La celebración del primer aniversario del estallido del proceso de revueltas conocido como Primavera Árabe coincidió con la organización por parte del Centro Cultural holandés de El Cairo de una conferencia, en la capital egipcia, sobre la presencia del islam político en los medios de comunicación en Egipto pre y post revolucionario; la mayor parte […]
La celebración del primer aniversario del estallido del proceso de revueltas conocido como Primavera Árabe coincidió con la organización por parte del Centro Cultural holandés de El Cairo de una conferencia, en la capital egipcia, sobre la presencia del islam político en los medios de comunicación en Egipto pre y post revolucionario; la mayor parte de las ponencias hechas por investigadores y profesores de destacadas universidades y centros de investigación internacionales, se centraron en la actividad en la red de los jóvenes del movimiento de los Hermanos Musulmanes antes, durante y después de la revolución. La mayoría de las opiniones expuestas en el encuentro demuestran que en los Hermanos Musulmanes hay una falta de armonía entre su cúpula y una gran parte sus juventudes. Mientras éstas defienden conceptos más modernos y aplican métodos de trabajo cada vez más avanzados, las generaciones tradicionales no han logrado asimilar las nuevas tendencias dentro de la organización.
A partir de 2004 los Hermanos Musulmanes empezaron a intensificar sus estrategias mediáticas para llegar a un público más amplio. Al no poder tener en propiedad medios escritos o audiovisuales, el movimiento decidió intensificar su presencia en la red. La página oficial de los Hermanos Musulmanes en lengua árabe ikhwanonline.com se convirtió entonces en una tribuna destinada a dos públicos, por una parte los medios de comunicación egipcios más importantes y por otra parte a los seguidores del movimiento.
Carola Ritcher, del Institute for Communication Studies (Freie Universität Berlin), presentó, en su ponencia «The Brotherhood and his capabilities for mobilizing citizens», los resultados de las entrevistas realizadas cara a cara u online con treinta y nueve usuarios de ikhwanonline.com y con grupos de control (estudiantes de la Universidad de El Cairo y de la Universidad Americana ubicada en esa ciudad, taxistas y elites con estudios) con el objetivo de trazar un perfil de los usuarios de la página. El estudio, realizado en 2007, desveló varios datos interesantes, por ejemplo, el mayor interés por la política y la mayor religiosidad de los usuarios de ikhwanonline.com que de los grupos de control. Mientras los usuarios de esa página se decantaban por temas como las enmiendas constitucionales, la corrupción o el conflicto palestino, los grupos de control centraban su enfoque en problemas más directamente relacionados con su día a día, como por ejemplo el desempleo. Según Ritcher, el público-objetivo de la página eran en aquel momento los grupos que ya tenían algún interés por la política o grupos que veían como un deber la movilización política y el activismo.
La participación de jóvenes del grupo de los Hermanos Musulmanes en blogs, foros online y redes sociales de internet se remonta a la etapa posterior a las elecciones legislativas de 2006, según Rabha Allam, del Ahram Center for Political and Startegic Studies (ACPSS), que en su intervención «Muslim Brotherhood youth online activity» presentó las conclusiones de su análisis del discurso de esos jóvenes en la red. Según Allam estos jóvenes demostraban en sus intervenciones en la red un alto conocimiento de política interior y exterior, y un fuerte compromiso con conceptos como la democracia y los derechos humanos. Su discurso, con el que pretendían ofrecer una nueva imagen de los Hermanos Musulmanes, era espontáneo y humanista, muy atractivo para sus lectores: hablaban de ellos mismos, de sus sueños, de sus retos personales y de unos estilos de vida muy similares a los muchos otros jóvenes egipcios.
Pero la novedad de estos blogs residía en que, además de ser una nueva forma de contacto con la sociedad, una tribuna para difundir un discurso político y proselitista y para denunciar al régimen y sus prácticas corruptas, también eran una plataforma desde la que se hacían duras críticas a la cúpula de los Hermanos Musulmanes. Esos blogueros denunciaron la exclusión de los jóvenes de los círculos de la toma de decisión del movimiento, la marginación del activismo femenino, la opresión de las opiniones diferentes, el miedo a otros puntos de vista políticos y la falta de flexibilidad en la gestión interna.
Jóvenes blogueros islamistas
Jalil al Anani, en su artículo «Brotherhood Bloggers. A new generation voices dissident», distingue tres fases en la trayectoria de estos jóvenes blogueros de la hermandad. En una primera fase de exploración los jóvenes blogueros islamistas intentan romper la dominación del ciberespacio de los blogueros nacionalistas y de izquierdas. Esta etapa arranca en opinión de Al Anani, con dos blogs muy conocidos; I am Broterhood, de Abdelmonaem Mahmud, un periodista de Al Dustur de 27 años, y Whatever, It doesn´t matter de Magdy Saad, un estudiante de 29 años. Ambos blogueros fueron detenidos en 2006, junto a 19 miembros y líderes de los Hermanos Musulmanes. Cuando fueron puestos en libertad, Mahmud y Saad empezaron a centrar su actividad online en esos arrestos y a finales de 2006 la actividad del movimiento de los jóvenes blogueros islamistas se había multiplicado. La segunda fase que Al Anani denomina «etapa de resistencia civil» comienza cuando 40 líderes del grupo islamista son remitidos al Tribunal Militar en febrero de 2007. Los blogueros, que cada vez van teniendo más seguidores, se centran en la denuncia de los juicios militares ante sus lectores locales e internacionales. La etapa comienza con los blogs de familiares de los detenidos entre lo que destaca Insaa (olvida). La tercera etapa es la de la autocrítica, en la que tanto la organización como la ideología de los Hermanos Musulmanes son criticadas por sus propios miembros.
Rabha Allam también ha estudiado cómo la cúpula del movimiento supo sacar nota de esta actividad de los jóvenes en la red. Después de la revolución, los Hermanos Musulmanes tomaron conciencia real de la importancia y el poder de las redes sociales y dieron órdenes a sus seguidores de unirse a Facebook para defender al grupo e influir en la opinión pública, es decir los líderes del movimiento se incorporaron a un activismo online en el que algunos de sus jóvenes venían participando desde hacía años. En la actualidad los Hermanos Musulmanes tienen cerca de 30 páginas web, todas ellas con tareas bien definidas. En opinión de esta investigadora esto permite concluir que las juventudes de esa hermandad siempre han estado a la vanguardia del grupo con puntos de vista más amplios que los de sus líderes.
Muchos de los jóvenes críticos con los Hermanos Musulmanes han sido expulsados del grupo o han tenido que dejar de escribir para evitar ser desterrados. Según datos no oficiales 3.000 jóvenes habrían sido echados por defender posturas críticas con la cúpula del movimiento. Aunque los Hermanos Musulmanes tienen una rama política que es el Partido Libertad y Justicia (PLJ), muchos de estos jóvenes expulsados declarados non gratos han participado en las elecciones dentro de otras formaciones políticas como Al Tayyar al Masri o Al Zaura al Mustamirra. Por lo general, estos blogueros disidentes están más cerca de los partidos laicos que de los salafistas con cuyas juventudes mantienen una buena relación. Su relación es difícil con los Hermanos Musulmanes pero no con las juventudes de éstos a las que antes pertenecían, lo que permite conjeturar que este movimiento disidente podría acabar unificándose y participando en la vida política a través de un único partido.
Andrew Jan, investigador y doctorando del departamento de historia de la Universidad de California, destacó los resultados de tres años de seguimiento del blog de Mustafa al Naggar. El conocido blog Waves in the Sea of Change creado por ese militante de los Hermanos Musulmanes sería un ejemplo más de esos blogs críticos con la cúpula del movimiento. En 2007, Al Naggar (Alejandría, 1980) comenzó a sacudir la prensa anglófona y arabófona con sus polémicos comentarios sobre temas como el papel de la mujer y de las minorías en la sociedad egipcia o en los que cuestionaba el conservadurismo de los líderes del movimiento. En sus comentarios diarios sobre las decisiones internas del partido, Al Naggar ponía de manifiesto los desacuerdos y el difícil proceso de la toma de decisión dentro del grupo. Haciendo uso de un discurso islamista moderado. Ese activista estaba forzando a la cúpula a demostrar hasta qué punto estaba comprometido con las reglas del juego de la democracia, y con la decisión de expulsarle del grupo, demostró su falta de respeto a dichas reglas.
Al Naggar participó activamente en la Revolución de 25 de Enero. Tras la caída de Mubarak fue cofundador y miembro del partido Al Adl, una formación política que no pertenece a ninguna ideología concreta y del que fue candidato en uno de los distritos de la capital en las últimas elecciones legislativas celebradas a finales de 2011, en las que resultó elegido diputado. Al Naggar fue también coordinador general de la campaña para la presidencia del aspirante laico Mohamed al Baradei, antes de que este anunciara en enero su retirada.
Generación de disidentes
Otra forma de activismo online es la que representa la página ikhwanophobia.com, sobre la que habló Willemijn Wilgenhof (Groningen University) en su ponencia Ikhwanophobia.com: Western Islamophobia and the Counter-Image of the Muslim Brotherhood. Se trata de una página creada por un joven miembro de los Hermanos Musulmanes pero no es un portal oficial del grupo. Con esta iniciativa, su creador, Abderrahmán Ayyash, un estudiante de ingeniería de 21 años de la Universidad de El Cairo, pretendía aclarar que lo él considera malentendidos aparecidos en los medios de comunicación occidentales y demostrar que sus ideas y su cultura política como miembro de los Hermanos Musulmanes son universalistas y en la línea de Occidente respecto a la democracia, los derechos humanos, etcétera. La trayectoria de Ayyash le sitúa junto a otros jóvenes que han abandonado las filas de los Hermanos Musulmanes. Su página estuvo muy activa antes de la revolución del 25 de enero (260 artículos) pero a partir de la Revolución solo escribió 33 artículos. El activista fue detenido durante las revueltas y posteriormente, en marzo de 2011, abandonó los Hermanos Musulmanes. En las elecciones parlamentarias hizo campaña a favor de Al Tayyar al Masri. La página no ha sido actualizada desde octubre de 2011 porque su creador ha decidido seguir con la revolución en la calle, fuera del activismo en la red.
El Partido Libertad y Justicia, que es el brazo político de los Hermanos Musulmanes egipcios, ha obtenido en los comicios legislativos una mayoría de votos que le sitúan como primera fuerza del Parlamento egipcio. Hasta el momento los Hermanos Musulmanes han respetado las reglas del juego democrático que en la actualidad les benefician claramente. No obstante, todos estos datos sobre la censura y persecución sufrida por los militantes jóvenes críticos con la cúpula y el funcionamiento interno del grupo, que demuestran la inexistencia de una lógica democrática en los mandos del partido y una incapacidad para la autocrítica, obligan a cuestionarse hasta qué punto la hermandad está capacitada para adaptarse a un sistema realmente democrático y a mantenerse en el juego de esa democracia cuando la coyuntura no les sea tan favorable.