Los palestinos comienzan a dar pasos para implementar el acuerdo de reconciliación firmado en Gaza mientras en el exterior se sigue priorizando el diálogo entre la ANP e Israel. El primer ministro de Mahmud Abbas presentó su renuncia para facilitar la formación del Gobierno de unidad. El primer ministro del Gobierno de Ramallah, Rami Hamdalah, […]
Los palestinos comienzan a dar pasos para implementar el acuerdo de reconciliación firmado en Gaza mientras en el exterior se sigue priorizando el diálogo entre la ANP e Israel. El primer ministro de Mahmud Abbas presentó su renuncia para facilitar la formación del Gobierno de unidad.
El primer ministro del Gobierno de Ramallah, Rami Hamdalah, presentó ayer su renuncia al presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, apenas dos días después de que se anunciara la reconciliación de las facciones palestinas y la formación de un Gabinete de unidad.
Según la agencia de noticias oficial palestina WAFA, Hamdalah puso ayer tarde su puesto y el del resto de los ministros a disposición de Abbas. «Presento mi dimisión. El Gobierno está ahora en sus manos, excelencia, para lo que usted quiera», dijo Hamdalah a Abbas, según la agencia.
La decisión del primer ministro se conoce escasas horas antes de que el Consejo Central de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) se reúna en Ramallah para consensuar y elaborar una nueva estrategia.
El encuentro arrancará a media mañana de hoy en la Muqata, sede del Ejecutivo en Cisjordania, bajo la presidencia de Abbas, y tiene como objetivo estudiar la situación creada tras el acuerdo con Hamas y la posterior decisión del Gobierno israelí de suspender el diálogo que promovía EEUU y de aplicar nuevas sanciones a los palestinos. En él, se prevé que la OLP anime a Abbas a seguir tramitando la adhesión de Palestina a tratados y organizaciones internacionales.
El nuevo plan de reconciliación palestina fue sellado el martes en el domicilio particular del primer ministro y líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, y fue recibido con indignación por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien acusó a Abbas, de no querer la paz, y con evidente disgusto por parte de EEUU.
El acuerdo fija la formación de un Gobierno de unidad nacional, presumiblemente bajo liderazgo de Al-Fatah, en un periodo de cinco semanas, y la celebración de elecciones seis meses después.
Aunque el acuerdo ha sido criticado con dureza por el gabinete de Netanyahu, tanto la oposición israelí como diversos países europeos y latinoamericanos lo han recibido con agrado, ya que coinciden en que la unidad palestina es un paso vital para la estabilidad y la paz en la región.
«No ayuda»
Sin embargo, el presidente de EEUU, Barack Obama, insistió ayer en que la decisión de Abbas de firmar la reconciliación con Hamas «no ayuda» a solucionar el conflicto y que podría ser necesaria una «pausa» en las conversaciones entre Israel y la ANP, aunque afirmó que no está dispuesto a abandonar sus esfuerzos en la búsqueda de la paz.
La ONU, por su parte, condicionó el jueves su apoyo a la reconciliación palestina, a que se respeten los compromisos previos de la OLP, se reconozca al Estado de Israel y se renuncie a la violencia.
La Unión Europea consideró la reconciliación «importante» de cara a la solución del conflicto y a facilitar la creación de dos estados y la unidad del futuro Estado de Palestina.