Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
El Gobierno de Israel está involucrado en lo que quizás sea hoy el peor ejemplo de antisemitismo en el mundo -escribe Miko Peled- y está dirigido a su propia comunidad judía ortodoxa.
A medida que las organizaciones sionistas utilizan el antisemitismo en todo el mundo como una herramienta para derribar políticos y otras figuras públicas con las que no están de acuerdo, el Estado de Israel se dedica a lo que es quizás el peor ejemplo de antisemitismo en la actualidad.
Una rebelión contra el Todopoderoso
Según la Halajá –la estricta ley judía- el pueblo judío ha estado en el exilio como resultado de un decreto celestial por pecar contra el Todopoderoso. Según el Talmud, el texto central del judaísmo rabínico y la fuente principal de la ley judía, los judíos exiliados tomaron tres votos que deben observar durante el exilio:
- No rebelarse contra las naciones
- Evitar un regreso masivo a Tierra Santa
- Evitar cualquier acción que acelere el final del exilio
Los judíos ortodoxos, por lo tanto, consideran que el sionismo es una rebelión contra el Todopoderoso y una grave violación de la ley judía. Ya en el año 1900 algunos de los rabinos más conocidos de las comunidades judías de todo el mundo publicaron un libro que llamaron Or Layesharim o «Luz para los justos». Publicado en Varsovia, es una colección de cartas que condena el sionismo. Desde entonces, incluso hasta el día de hoy, continúa su oposición y condena total al sionismo.
Durante la ocupación nazi de Europa y como resultado del Holocausto, las comunidades ultraortodoxas en Europa fueron aniquiladas. Los que sobrevivieron se mudaron a los Estados Unidos, el Reino Unido y otros lugares, incluida la Tierra Santa, donde retomaron su lucha contra el sionismo y rechazaron el Estado de Israel. El más escuchado y conocido entre estos fue el rabino Joel Yoel Teitelbaum, más conocido como el Rebe de Satmar. Teitelbaum logró construir y liderar una enorme comunidad judía ultraortodoxa antisionista.
El doctor Yaakov de Haan
La comunidad ultraortodoxa utiliza la educación y las protestas en su lucha contra el sionismo y nunca ha tomado las armas ni amenazado con hacerlo. Israel, por otro lado, utiliza todo el poder que posee, incluidas enormes cantidades de violencia, contra esta comunidad.
En la noche del 1 de julio de 1924 una banda terrorista sionista comandada por Yitzhak Ben-Zvi (quien más tarde se convirtió en presidente del Estado de Israel) disparó y mató a sangre fría al doctor Yaakov de Haan, un periodista y abogado judío holandés que se mudó a Palestina y se estableció en Jerusalén para vivir la vida de un judío ultraortodoxo observante. Estuvo profundamente involucrado en la lucha contra el sionismo y se ganó el respeto de las comunidades judías y árabes en Tierra Santa.
El doctor de Hann, alrededor de 1920, se vistió con la vestimenta árabe tradicional unos años antes de su asesinato. Foto | G. Krikorian
Yaakov de Haan estaba trabajando en estrecho contacto con elementos del Gobierno británico para rescindir la Declaración Balfour. Además logró reunir a las comunidades de judíos y árabes nativos de Jerusalén con un ahínco de rechazar el sionismo. Los sionistas, cuyos esfuerzos por apoderarse de Palestina se redoblaron después de la ocupación británica en 1917, trabajaron para socavar a los rabinos ultraortodoxos y establecieron su propio raabinato oficial y las instituciones judías religiosas que fueron leales a su causa pero que nunca fueron reconocidos por los originales de la comunidad ultraortodoxa.
Reconociendo que el doctor de Haan era una seria amenaza para la toma del poder sionista en Palestina, y particularmente preocupado por la colaboración entre los líderes judíos y árabes contra ellos, la milicia sionista asesinó a de Haan. La primera víctima del asesinato político ejecutado por los sionistas en Palestina fue judía.
Borrado forzoso
Opuesta al Estado judío y prohibida de portar armas por su fe, la comunidad ultraortodoxa no quería formar parte del ejército israelí. Cuando se estableció el Estado de Israel se llegó a un acuerdo entre el Gobierno y los líderes de esta comunidad de que sus hombres y mujeres jóvenes recibirían una prórroga lo que significaba que en la práctica, a menos que quisieran hacerlo, estaban exentos de servir en el ejército. Las fuerzas armadas de Israel, para todos los efectos, no podrían ser menos observantes religiosamente y cualquier judío observante que entrase casi seguro saldría laico.
En los últimos años ha habido intentos de cambiar el proyecto de ley en Israel en un esfuerzo por obligar a la comunidad ultraortodoxa a servir. El ejército llama a los niños y niñas israelíes a una entrevista inicial y al proceso de selección a la edad de 16 años. Luego hay una segunda entrevista alrededor de los 17 años y a los 18 los jóvenes -tanto hombres como mujeres- son reclutados. Debido a cambios en el proyecto de ley, el acuerdo inicial ya no se mantiene. Ahora todos los jóvenes ultraortodoxos mayores de 16 años se consideran desertores porque se niegan a alistarse.
Choque policial israelí con hombres ultraortodoxos que protestan en Bnei Brak por el arresto de una persona que rechazó el servicio militar, Israel, 12 de marzo de 2018. Oded Balilty | AP
Israel no reconoce a los objetores de conciencia, por lo que en los casos en que el varón o la mujer acuden a la primera entrevista para tratar de obtener una exención, el proceso es doloroso y punitivo y, a menudo, termina en arresto. A cambio esto une a la comunidad en protestas masivas que conducen a más arrestos. La policía israelí trata a esta comunidad con una crueldad difícil de entender. Todo el proceso, incluidos los arrestos, los interrogatorios y el trato que soportan mientras son procesados por el sistema, es una clara violación de sus derechos humanos y religiosos y equivale a tortura.
Violencia policial
Si bien se informa poca o nada sobre la violencia policial israelí en los medios de comunicación, dentro o fuera de Israel, la comunidad ha documentado pruebas e incluso ha tomado medidas legales contra la policía.
Cuando las organizaciones sionistas acusan a las personas que rechazan el sionismo de Israel de antisemitismo, se les debe hacer ver imágenes de antisemitismo real.
Judíos ultraortodoxos bloquean una carretera principal durante una protesta contra el servicio militar obligatorio israelí en Jerusalén. Ariel Schalit | AP
Miko Peled es un autor y activista de derechos humanos nacido en Jerusalén. Es autor de El hijo del general. Viaje de un israelí en Palestina y de Injustice, the Story of the Holy Land Foundation Five.
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Fuente: https://www.mintpressnews.com/government-israel-antisemitism-problem/265057/
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