Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Los grupos pro-Israel afirman que los votantes demócratas no quieren que se condicione la ayuda militar a Israel. Los datos dicen lo contrario.
(TWITTER DE JAMAAL BOWMAN)
Después de que Alex Morse perdiese el desafío de desbancar al representante en funciones Richard Neal en el primer distrito de Massachusetts, el grupo de presión de la Mayoría Democrática por Israel (DMFI) tuiteó su tarjeta de puntuación de respaldo, que era 27-1. «Si cree que las posiciones antiisraelíes atraen a los votantes demócratas, piénselo de nuevo», decía el tuit.
La implicación de DMFI (un grupo que se creó para evitar una creciente simpatía por los palestinos dentro del partido demócrata) es clara: los candidatos que criticaron a Israel perdieron, mientras que los demócratas proisraelíes prevalecieron. Esto demuestra que los votantes demócratas no están particularmente interesados en alterar el consenso de política exterior de Estados Unidos de ninguna manera real y que los legisladores que agiten este tema sufrirán una derrota.
Estas afirmaciones se desmoronan rápidamente al examinarlas, pero es importante establecer primero a qué se refiere realmente DMFI cuando dice «posiciones antiisraelíes». Casi nadie que se postule para un cargo en los Estados Unidos dice que es partidario del movimiento BDS y nadie afirma que Israel no debería existir. Cuando DMFI dice «anti-Israel», se refiere a personas como Morse, que ha dicho que estaría abierto a condicionar la ayuda a Israel por el historial de derechos humanos del país.
DMFI respaldó a 27 políticos que ganaron sus carreras, pero no respaldó a los rivales que se postularon contra la representante Alexandria Ocasio-Cortez, la representante Ilhan Omar o la representante Rashida Tlaib. Las tres congresistas apoyan condicionar la ayuda a Israel.
Tampoco respaldaron al representante de Missouri William Lacy Clay, quien perdió ante su rival progresista Cori Bush en el primer distrito del estado. Bush no solo apoya el condicionamiento de la ayuda a Israel, sino que también ha defendido el movimiento BDS, algo que pocos funcionarios electos han tenido el coraje de hacer. “En estos tiempos es importante ser específicos con nuestro lenguaje y directos en las acciones que tomamos. En nuestra economía geopolítica actual, el dinero habla mucho más fuerte que el discurso solo”, se lee en el sitio web de Bush. «Es por eso que las acciones no violentas, como el movimiento BDS, son tan importantes y por qué el esfuerzo por calificar erróneamente y demonizar el movimiento BDS por parte de sus oponentes es tan urgente».
Se quedaron fuera en el tercer distrito de Illinois, donde uno de los demócratas más proisraelíes de la Cámara, el titular Dan Lipinski, perdió ante Marie Newman. «Estados Unidos tiene la responsabilidad de examinar cómo se utiliza la ayuda a Israel y debemos asegurarnos de que esta ayuda no se utilice para apoyar acciones y políticas que socaven nuestros valores», ha dicho Newman.
Entonces, ¿de dónde viene el 27? Si visita el sitio web de DMFI, verá que ha acumulado victorias al respaldar a personas como Debbie Wasserman Schultz, Hakeem Jeffries y Steny Hoyer. Su única pérdida es fácilmente la más importante y en la que parecen haber utilizado la mayor cantidad de recursos. DMFI gastó 2 millones de dólares en un esfuerzo fallido para impulsar al representante Eliot Engel en el distrito 16 de Nueva York. Engel, un político rabiosamente proisraelí que ha estado en el Congreso desde los años 80, perdió ante el director de la escuela secundaria y activista local Jamaal Bowman. “Como Netanyahu pide la expansión de las colonias y la anexión de Cisjordania, deberíamos considerar seriamente poner condiciones a los miles de millones de dólares de ayuda militar que nuestro Gobierno le proporciona para garantizar que se respeten los derechos y la dignidad tanto del pueblo israelí como del palestino”, dijo Bowman a Jacobin el año pasado.
Dejando a un lado la metodología DMFI, no hay forma de negar este hecho, en 2021 el número de miembros de la Cámara que apoyan el condicionamiento de la ayuda militar habrá aumentado. Nadie que apoye esta política fue derrocado, pero múltiples candidatos que la apoyan tomarán el control de los escaños.
La observación de DMFI de que los votantes demócratas no apoyan tales políticas es simplemente falsa. Casi todas las encuestas recientes que examinan este tema han demostrado que los demócratas quieren que se condicione la ayuda militar estadounidense. Una encuesta de Data for Progress de 2019 encontró que el 64% de los votantes demócratas quiere reducir la ayuda de Israel por los abusos de derechos humanos del país. Una encuesta del Center for American Progress terminó con cifras aún más altas: el 71% dijo que quería la ayuda condicionada.
Algunos de los datos de encuestas más sorprendentes sobre las opiniones demócratas de Israel provienen de una encuesta reciente sobre cuestiones críticas de la Universidad de Maryland. Entre los demócratas que habían oído hablar del movimiento BDS, el 48% dijo que lo apoyaba «con fuerza relativa».
Los datos son claros. Al igual que Medicare para todos, o el Green New Deal, la ayuda condicionada a Israel es muy popular entre los votantes demócratas y está emergiendo como la posición principal entre el creciente movimiento progresista en el Congreso.
Tan pronto como Morse perdió hubo llamadas para que se postulara nuevamente en dos años. Muchos progresistas están pidiendo lo mismo a Jessica Cisneros, una activista de 26 años respaldada por la AOC, que estuvo muy cerca de derrocar al representante Henry Cuellar en el distrito 28 de Texas a principios de este año. El oficialismo del Partido Demócrata encontró la candidatura de Cisneros lo suficientemente amenazadora como para enviar a Nancy Pelosi a Texas para oponerse al candidato proaborto y armas (respaldado por DMFI) Cuellar. Bush y Newman corrieron y perdieron en 2018 y ahora irán al Congreso. ¿Qué impide que Morse o Cisneros hagan lo mismo?
El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, ha descartado el condicionamiento de la ayuda considerándolo «indignante» pero todavía tiene que incorporar su convencimiento al resto del partido, aunque claramente está ganando impulso rápidamente y el aviso está ahí. Para negar el cambio uno tiene que confiar en algunos coeficientes muy confusos.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.