Sin ayuda externa Palestina no puede sobrevivir. Desde hace varios años la Unión Europea es el donante principal. Sin embargo, las condiciones para tener acceso a esta ayuda son cada vez más estridentes, tal que paulatinamente están llevando a la sociedad palestina a una muerte asegurada. El derecho a la autodeterminación para Palestina y los palestinos nunca ha estado tanto a la deriva.
De listas negras e informes secretos
El 22 de octubre de 2021 el movimiento de solidaridad con Palestina y con el pueblo palestino otra vez se alertó. El ministro de defensa de Israel, Benny Gantz, decidió por decreto militar de poner otras séis organizaciones palestinas de derechos humanos en la lista de organizaciones terroristas.
Algunos donantes europeos decidieron suspender su financiación temporalmente o simplemente terminarla. La ministra belga para la Cooperación al Desarrollo, Meryame Kitir, se mantuvo firme esperando los resultados de una investigación más de fondo.
Habría que esperar nueve meses, hasta julio 2022, a que nueve estados europeos se pusieran de acuerdo sobre un comunicado de prensa común, pero breve, aclarando que Israel no logró sustentar las acusaciones y que no había por qué no retomar la financiación ni por qué suspenderla definitivamente.
Michael Lynk, el reportero especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina, fue significativamente más valiente. No tardó en reaccionar. El 25 de octubre de 2021 explícitamente condenó, junto con otros expertos de la ONU, la decisión de Israel e insistió en que medidas antiterroristas no pueden servir para callar a las organizaciones de derechos humanos.
No fue la primera vez que la ministra Kitir fue interpelada con respecto a Palestina. En el mes de mayo del mismo año 2021 la Comisión Parlamentaria para las Relaciones Exteriores de Bélgica la había convocado para que justificara su decisión de liberar 8 millones de euro de ayuda humanitaria para la Gaza. Durante once días Israel había mantenido a los habitantes de la Franja bajo uno de los bombardeos más fuertes de la historia. La causa de la inquietud de ciertos miembros de la Comisión no fueron tanto los 256 muertos, los 1,700 heridos, los 100,000 desplazados y los miles de personas sin techo, no. Fueron alarmados por un “informe secreto” que los servicios de seguridad israelíes habían depositado en las embajadas europeas en Tel Aviv.
Supuestamente el informe contenía pruebas contundentes sobre la canalización de fondos de Occidente para la cooperación al desarrollo hacia organizaciones terroristas palestinas a través de donantes y organizaciones no-gubernamentales europeas. Kitir ya había ordenado a su administración de investigar el asunto. Al igual que su homóloga en los Países Bajos, quien sí había decidido de congelar los fondos como medida de precaución, llegaría a la conclusión que las pruebas sometidas no fueron contundentes.
El juego del gato y el ratón
Desde hace años la cooperación al desarrollo de la Unión Europea (UE) para Palestina es como una luz intermitente que se apaga y se prende incesantemente. Cada vez que Israel procura informaciones “agravantes”, se retiene o simplemente se cancela la ayuda a las organizaciones palestinas.
Eso también le pasó a la Autoridad Palestina (AP). El contenido de 156 libros de texto para la educación primaria y secundaria y de 16 manuales para profesores no fue al gusto de Olivér Várhelyi, comisario europeo para la Vecindad y la Ampliación. La Dirección General de Política de Vecindad y Negociaciones de Ampliación (NEAR) es el principal instrumento de financiación de la UE a través del cuál canaliza la ayuda humanitaria a Palestina y el apoyo de la AP y su Ministerio de Educación. Várhelyi ordenó una revisión detallada de los textos. El informe de más de 200 páginas provocó mucha conmoción a nivel mundial. No contenía recomendaciones. Se limitó a formular conclusiones, que se interpretaron como muy positivas o, al contrario, devastadoras, según las preferencias políticas del lector. Várhelyi, perteneciente a los últimos, decidió retener los fondos restantes para el año 2021 mientras que no se adaptaran o eliminaran todos los párrafos que según él eran antisemíticos.
Las consecuencias de esa medida fueron brutales. La AP se vio obligada a buscar el dinero para los salarios y las pensiones de unos 140,000 funcionarios, profesores y trabajadores de salud en otra parte, lo que resultó en una reducción salarial en un 20 por ciento. Los hopitales en la Jerusalén del Este ocupada se quedaron sin los recursos financieros necesarios para poder iniciar el trayecto de tratamiento de unos 500 pacientes palestinos con cáncer. Unas 115,000 familias indigentes, que deben sobrevivir con un ingreso mensual de 231 dólares o menos, perdieron su apoyo financiero adicional.
Al fin Várhelyi tuvo que plegarse. El 14 de junio de 2022 la UE prometió liberar el saldo de los 224.8 millones de euro que quedaron para el añó 2021. La reanudación de la ayuda no fue condicionada a la adaptación de los textos, pero no hubo disculpas tampoco por tanto sufrimiento humano inflingido.
Campañas bien armadas
A partir del año 2013 Israel ha ido intensificando significativamente sus campañas hacia los donantes de Occidente en contra de las organizaciones de “la extrema izquierda” en Palestina. Apunta sus flechas principalmente a la UE. De manera sistemática se dirige al Parlamento Europeo y a los estados miembros presionándolos a revisar la ayuda financiera para “la mala sociedad civil” (“the bad civil society”)i. Así se califica a la organizaciones no-gubernamentales (ONG) que denuncian la política de Israel con respecto a Palestina por “incitar a la rebelión y justificar la utilización de métodos terroristas”.ii Se centra sobre todo, pero no exclusivamente, en las organizaciones implicadas en la campaña mundial de boycot contra Israel (Boycott, Divestment and Sanctions Movement – BDS).
Las campañas se siguen a un ritmo firme: The Money Trail 1 (2018; El Trayecto de la Plata), The Money Trail 2 (2019) y Terrorists in Suits (2019; Terroristas de Saco y Corbata). El Ministerio para Asuntos Estratégicos (Ministry of Strategic Affairs – MSA) juega un papel clave y utiliza el NGO Monitor como uno de sus instrumentos principales.
En en año 2002 el NGO Monitor (Monitoreo de las ONG) vio la luz como un think tank, un laboratorio de ideas, conservador que parte de la premisa que la ocupación de Palestina es “un asunto interno” del Estado de Israel. En su página web uno encuentra una lista negra de unas 250 organizaciones israeli, palestinas, europeas e internacionales que supuestamente constituyen una amenaza para Israel como Estado soberano.
Una investigación realizada por la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) revela que el NGO Monitor presenta sus informes como si fueran el resultado de una investigación aprofundizada, pero sin transparencia alguna sober los métodos utilizados. Pretende ser independiente, pero para su funcionamiento depende fundamentalmente del financiamiento externo proveniente de los EE.UU. También está muy cercano al gobierno de Israel. Sus informes son publicados por el MSA como si fueran documentos oficiales a los cuáles el NGO Monitor después puede referir como fuente legítima y verídica.iii
No cabe duda de que la manera de operar del MSA da sus frutos. Los donantes se mueren de medio al pensar que de alguna manera pueden ser asociados con el terrorismo. En el año 2017 Suecia, Suiza, los Países Bajos y Dinamarca suspendieron su apoyo al Human Rights/International Humanitarian Law Secretariat (IHRA) en Palestina. Este secretariado había sido creado para fortalecer el trabajo de derechos humanos con el apoyo de la Universidad de Bir Zeit. El motivo para el cierre fue la publicación por NGO Monitor sobre el IHRA acusándolo de abusar de fondos públicos para perpetuar el conflicto (“Human Rights and International Humanitarian Law Secretariat: Abusing Public Funds to Perpetuate Conflict”).
Con informaciones supuestamente “agravadoras” en la mano el MSA también se acercó a los bancos europeos y norteamericanos. Así logró bloquear unas 50 cuentas bancarias. Hasta plataformas digitales de pago tales com GoFundMe, PayPal y Venmo, se vieron forzadas a mantener las puertas cerradas hasta el día de hoy.
Doblarse o quebrarse
El sistema de “documentos secretos”, “listas negras” e “informes oficiales” funciona de manera acertada. Vuelve nerviosos a los donantes europeos que se empeñan en imponer cada vez más medidas de control administrativo y financiero. Desde hace algunos años toda organización palestina que aspira a recibir un apoyo de las instancias europeas gubernamentales y no-gubernamentales, se enfrenta con una barrera aún más intrusa.
En el año 2019 la UE añadió otra cláusula nueva a los contratos de financiamiento. Se trata del famoso Artículo 1.5 bis, otro trofeo del que alardea el MSA. El Artículo 1.5 bis estipula que toda organización que recibe financiamiento de la UE o ejecuta encargos para la UE, tiene que dar prueba de que no dé apoyo alguna, bajo la forma que sea, a indivíduos u organizaciones que figuran en la lista de “medidas restrictivas” de la UE.iv
No se trata solamente de escudriñar el pasado y los quehaceres de los colaboradores y de los miembros del consejo administrativo de dichas organizaciones, sino también de las organizaciones y empresas subcontratadas, de las personas que participan en las actividades organizadas en el marco de los programas apoyados o de las personas que reciben algún beneficio financiero, a fin de detectar posibles vínculos o simpatías terroristas. Se trata tanto de programas de cooperación al desarrolo como de programas de ayuda humanitaria.
La UE define el terrorismo como todo acto cometido con la intención de “intimidar gravemente a una población” y/o de “obligar indebidamente a los poderes públicos o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo”. La definición también incluye actos que “desestablizan gravemente o destruyen las estructuras políticas, constitucionales, económicas o sociales básicas de un país o de una organización internacional.” Para calificar un acto determinado como crimen, la UE se atiene a la legislación nacional del país concernado.v En términos concretos esto significa que Israel define lo que en Palestina se puede y no se puede. Para toda claridad: no existe algo como una definición universalmente acordada del terrorismo.
Es evidente que una mención en el NGO Monitor, no importa lo fraudulenta que sea, no está al favor de la organización palestina concernada. Pero lo que les preocupa aún más a los palestinos es que esas nuevas condiciones sean el inicio de la exclusión progresiva de todos los palestinos polítca y socialmente activos de la ayuda externa. En un contexto donde los estados miembros de la UE actúan cada vez más como Equipo Europa y la UE tiende a delegarles más y más la ejecución de sus programas, esa medida se esparce paulatinamente como un suero tóxico en las políticas de cooperación de cada uno de los estados miembros.
Para añadir dicha cláusula a los contratos la UE se inspiró en la USAID. Ya en el año 2003 la agencia norteamericana para la cooperación al desarrollo introdujo un sistema de escrutinio de las contrapartes (partner vetting system) en Palestina. La USAID va aún más lejos. Se debe aplicar el escrutinio a todas las actividades de la organización concernada, y no solamente a las actividades financiadas con fondos de la USAID. Además, la USAID exige que el escrutinio se haga con una retroactividad de diez años.vi El escrutinio también es obligado para las agencias de la ONU pero desconfiando de las medidas antiterroristas de la ONU los EE.UU. imponen su propias reglas y métodos. Esto se evidenció últimamente en julio de 2021 cuando los EE.UU. decidieron reanudar el apoyo a la UNRWA, la agencia que fue creada en 1949 con el objetivo específico de organizar la ayuda a los refugiados palestinos.vii
Palestina al derrumbe
La UE junta con los respectivos estados miembros, Noruega y Suiza, es el mayor donante para Palestina y los palestinos, con un presupuesto anual de un promedio de 1.24 billones de euro, o sea las dos terceras partes de la ayuda oficial global. Al mismo tiempo consta que a nivel mundial el apoyo presupuestario para la AP fue dramáticamente reducido con un 85% de 1.24 billones de euro en el año 2008 a apenas 191 millones de euro en el año 2020.
Desde hace mucho la AP dejó de ser una contraparte privilegiada para los donantes. Predomina la desconfianza. Hasta cierto punto todavía informan a la AP pero prefieren confiar al máximo la ejecución de sus programmas a las ONG no-palestinas, a las agencias de la ONU y a consultorios costosos que todos tienen sus oficinas de “liaison” en Bruselas, Nueva York, Washington y Ginebra donde tienen voz y voto en la definición del agenda de desarrollo.
Más y más las ONGs palestinas se ven reducidas a ser los meros ejecutores de programas que fueron concebidos en otras partes del mundo o en las embajados y consulados de otros países. La ayuda financiera estructural y multianual, que en el pasado les permitió desarrollar una agenda propia a base de sus propias prioridades, fue reemplazada por proyectos de breve duración por algunos meses y una acumulación de requisitos administrativos.
Esta manera de operar de los donantes también conlleva una cascada de “gastos generales” transparentes y subrepticios. Cada organización en la pirámide asistencial puede presupuestar gastos para pagar sus oficinas, su dirección, su administración y su logística. Estos gastos fácilmente llegan a varias decenas de porcentajes, a veces hasta incluso más de la mitad, del presupuesto total. Tal que los recursos efectivos al beneficio del pueblo palestino se evaporan aún más.
El drama de la ayuda internacional para Palestina
Todo ese proceso se va efectuando en el contexto de una ocupación militar y colonial cada vez más despiadada. Unas cuatrocientas organizacions palestinas figuran en la lista negra. Más de 4,000 presos palestinos están detenidos en los cárceles israelí. Desde hace décadas la Gaza es la mayor prisión al aire libre en el mundo donde el 80% de sus 2 millones de habitantes depende de la ayuda externa para sobrevivir. Cientos de miles de palestinos fueron deportados de la Jerusalén del Este ocupada hacia “detrás del Muro”, una construcción monstruosas de 712 km de largo circundando Cisjordania. Con el tiempo Cisjordana se iba repartiendo en 165 enclaves separados el uno del otro que están bajo un control militar permanente asegurado por 593 barricadas y puestos de control. Todo eso para proteger a unos 700,000 colonistas israelí que se fueron estableciendo en unos 300 asentamientos “legales” e “ilegales”. La pobreza que está sufriendo el pueblo palestino nunca ha sido tan horrenda.viii ix
En su documento estratégico para la ayuda a Palestina durente el período 2021-2024 la UE admite que Palestina se encuentra en un estado aborrecente jamás visto. Hasta habla de “de-development” o el “de-desarrollo” de Palestina, un término que la UE utiliza para indicar que ya no hay desarrollo, sino que el proceso de desarrollo se estás deshaciendo y yendo para atrás. Reconoce que en realidad esto se debe, por lo menos en parte, a la ocupación israelí.x
El discurso oficial de la UE sigue siendo que apoya la solución de dos Estados, pero una lectura detenida de los documentos estratégicos revela que desde hace mucho esta ambición fue relegada al pasado. Ya en su estrategia 2017-2020 el “derecho a la autodeterminación” fue sustituído por “la búsqueda de la autodeterminación” (the quest for self-determination) xi
En esta “búsqueda” el fortalecimiento de la “agencia”, “agency”, de la sociedad civil palestina ocupa un lugar central.xii Esta “agencia” debería fundamentalmente fomentar la desradicalización. El enfoque de las líneas de acción en cuanto al respeto y la protección de los derechos humanos se limita a vigilar a las autoridades palestinas. No deja espacio para denunciar Israel. “El documento se entitula “Hacia un Estado palestino democrático, responsable y sostenible”. xiii Para los palestinos se trata de elegir entre la peste y la cólera, de adaptarse sin quejarse o sucumbir con la cabeza firme en alto.
Notas:
i Amal Jamal. 2018. The Rise of “Bad Civil Society” in Israel. Nationalist Civil Society Organizations and the Politics of Delegitimization. Stiftung Wissenschaft und Politik https://www.swp-berlin.org/publications/products/comments/2018C02_jamal.pdf .
ii NGO Monitor Annual Report 2017. https://www.ngo-monitor.org/pdf/annual_report2017.pdf. 143 A/HRC/40
iii FIDH. 2021. Target Locked: The Unrelenting Israeli Smear Campaigns to Discredit Human Rights Groups in Israel, Palestine and the Syrian Golan. https://target-locked-obs-defenders.org/IMG/pdf/obs_palestine2021ang-1.pdf
iv BADIL Position Paper. 2020. European Union Conditional Funding: Its Illegality and Political Implications. https://badil.org/cached_uploads/view/2021/04/20/europeanunionconditionalfunding-positionpaper-april2020-1618905422.pdf
v The EU’s Response to Terrorism. https://www.consilium.europa.eu/en/policies/fight-against-terrorism/#:~:text=EU%20definition%20of%20terrorism&text=unduly%20compelling%20a%20government%20or,country%20or%20an%20international%20organisation
vi Kate Mackintosh and Patrick Duplat. July 2013. Study of the Impact of Donor Counter‑Terrorism Measures on Principled Humanitarian Action. https://www.nrc.no/globalassets/pdf/reports/study-of-the-impact-of-donor-counterterrorism-measures-on-principled-humanitarian-action.pdfn
vii BADIL. 2022. USA-UNRWA Framework Agreement. https://badil.org/publications/12815.html
viii United Nations. The Question of Palestine. Israeli Occupation of the Palestinian Territory. In facts and figures. https://www.un.org/unispal/in-facts-and-figures/
ix UN Human Rights Council. 21 March 2022. Report of the Special Rapporteur on the situation of Human Rights in the Palestinian Territory occupied since 1967. https://www.un.org/unispal/document/report-of-the-special-rapporteur-on-the-situation-of-human-rights-in-the-palestinian-territories-occupied-since-1967-report-a-hrc-49-87-advance-unedited-version/
x European Joint Strategy in Support of Palestine 2021-2024. https://gerusalemme.aics.gov.it/wp-content/uploads/2022/01/A-European-Joint-Strategy-2021-2024.pdf
xi European Union. European Joint Strategy in Support of Palestine 2017-2020. https://www.eeas.europa.eu/sites/default/files/final_-_european_joint_strategy_english_0.pdf
xii El término “agencia” o “agency” se utiliza para indicar que les toca a las instancias y organizaciones palestinas de organizar la ejecución de los programas y las activiades y que son las responsables últimas en caso de un fracaso.
xiii European Joint Strategy in Support of Palestine 2021-2024. Op.cit.
Marleen Bosmans trabajó durante más de 40 años en la cooperación internacional de Bélgica como experta de derechos humanos, y como tal visitó Palestina en varias ocasiones.
Texto original : Revista De Wereld Morgen, Bélgica, 27 de septiembre de 2022. EU-ontwikkelingshulp rampzalig voor Palestina. https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2022/09/27/eu-ontwikkelingshulp-rampzalig-voor-palestina/.
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