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«Desde el río al mar»: la frase que encarna la represión del Estado alemán

Fuentes: El Salto

La ley de ciudadanía alemana ha introducido nuevas medidas que refuerzan la concepción estrecha sobre lo que se puede y no se puede decir sobre Israel en Alemania.

A principios del mes de agosto el tribunal del distrito de Tiergarten en Berlín impuso una multa de 600 euros a Ava Moayeri, alemana de origen iraní de 22 años. “El 11 de octubre de 2023 grité el lema «Del río al mar – Palestina será libre» durante un acto frente a una escuela donde unos días antes un alumno había sido agredido por su profesor a causa de una bandera de Palestina”, explica esta joven. 

La juez del caso, Birgit Balzer, dijo que la frase solo podía entenderse como una negación del derecho de Israel a existir y un respaldo al ataque, refiriéndose a los ataques de Hamas del 7 de octubre.

“A pesar de la condena, estoy bien y he salido del juicio más fuerte que antes. Esto se debe principalmente a la gran solidaridad que ha habido fuera del tribunal y también a nivel internacional.”, dice Moayeri. Sus abogados han recurrido porque creen que el eslogan está amparado por el derecho de libertad de expresión, pero aún no saben cuándo se volverá a juzgar el caso.

En Berlín, otra activista, Daria, debía enfrentarse el 22 de agosto a su primera vista, ante la acusación de utilizar propaganda de una organización terrorista, por corear el lema en una manifestación. El mismo día el juicio fue aplazado, la nueva fecha será el 11 de noviembre. “El juez nos dijo que no había asignado tiempo suficiente para este juicio”, declaró Nadija Samour, la abogada de la acusada a The Left Berlin. “Creemos que no quería enfrentarse a ello y que había mucha atención de la prensa. No estaba muy bien preparado”.   

La propia Daria declaró en el mismo medio que “el riesgo de una multa coercitiva no es, obviamente, la consecuencia más relevante en este caso. La policía está utilizando los cargos de delito, bastante graves, para justificar la brutal violencia contra los manifestantes. En los últimos meses, decenas de personas han sido golpeadas hasta quedar inconscientes durante las redadas policiales y han tenido que ser hospitalizadas con heridas graves; a algunas les han allanado sus casas solo por decir «Del río al mar»”

En Alemania se han celebrado varios juicios más relacionados con el mismo eslogan. Por ejemplo, en Mannheim, donde el juez dictaminó que el acusado estaba amparado por la libertad de expresión, y terminó sin cargos. Sin embargo, este proceso empezó en mayo de 2023, varios meses antes del 7 de octubre.

Controversia con repercusión penal

La pena que se imponga a los acusados por utilizar el eslogan depende en gran medida de la interpretación que los tribunales hagan de su significado: ¿es un llamado a eliminar el Estado de Israel o a la liberación de Palestina? La respuesta no solo depende de la frase en sí, sino también de quién la dice, quién la escucha y el contexto en el que se utiliza.

“Como ya leí en mi declaración ante el tribunal”, dice Moayeri, “El lema abre una perspectiva alejada de todas las atrocidades que los palestinos han sufrido durante 76 años, hacia un Estado común, laico y democrático, libre de toda opresión social y religiosa. Millones de personas en todo el mundo corean este lema exactamente con este espíritu. Frente al genocidio y la espiral de violencia que Israel perpetúa gracias al apoyo de Occidente, el lema es la exigencia del fin de esta violencia.”

Según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal de Alemania sobre la libertad de expresión, las interpretaciones de las declaraciones deben hacerse de la manera más favorable y menos improbable posible. Hasta el 7 de octubre, se asumía que estas declaraciones no tendrían consecuencias legales. Sin embargo, después de esa fecha, quien coree el eslogan podría enfrentar un proceso judicial por apología de delitos graves bajo el artículo 140 del Código Penal alemán (StGB), según Legal Tribune Online.


Este medio especializado en temas jurídicos aclara que, en el proceso iniciado en Mannheim en mayo de 2023, la responsabilidad penal por incitación al odio (artículo 130 del StGB), incitación pública (artículo 111 del StGB) o aprobación de delitos (artículo 140 del StGB) fue descartada debido a la posible interpretación no violenta del eslogan. En ese momento, Hamás estaba en la lista de organizaciones terroristas de la UE, pero no prohibido en Alemania. Fue en noviembre cuando el gobierno alemán prohibió todas las actividades de Hamás y de la organización internacional Samidoun (Red de Solidaridad con Palestina) en el país.

Legal Tribune Online también señala que la situación cambia con el uso de símbolos de organizaciones anticonstitucionales, conforme a los artículos 86 y 86a del StGB. Dado que una variante del lema aparece en la constitución organizativa de Hamás, el Senado considera que el eslogan “Del río al mar” debe ser clasificado como un emblema de la organización.

Se refiere a una parte del documento de 2017 en el que Hamás explica sus principios y objetivos generales: “Hamás rechaza cualquier alternativa a la liberación total y completa de Palestina, desde el río hasta el mar”.

«Del río al mar» es un fragmento de un eslogan utilizado desde los años sesenta por diversos grupos con objetivos variados. La frase completa hace referencia a la tierra situada entre el río Jordán al este y el mar Mediterráneo al oeste, que abarca Israel y los territorios palestinos ocupados.

El equipo jurídico de Moayeri afirmó que el lema debe considerarse una expresión central del movimiento mundial de solidaridad con Palestina con un origen histórico anterior a Hamás. 

Ley de ciudadanía y el derecho de Israel a existir

Otra polémica ha surgido con la nueva ley de ciudadanía que entró en vigor a finales de junio. Tras años de debate, Alemania finalmente reformó su ley de extranjería en el año 2000, abandonando el principio de que solo se es alemán por sangre y adoptando el ius soli (derecho a la nacionalidad por nacimiento en el país). Ahora, desde el 27 de junio, la nueva ley de ciudadanía introduce mejoras significativas: el pasaporte alemán se podrá solicitar tras cinco años de residencia, en lugar de los ocho habituales, y la doble nacionalidad se aceptará de manera generalizada.

Sin embargo, un aspecto del comunicado del Ministerio Federal del Interior, emitido hace menos de dos meses, ha causado cierta aprensión. El texto señala que en el futuro, quienes deseen obtener la ciudadanía alemana “también deberán reconocer la especial responsabilidad histórica de Alemania por el injusto régimen nazi y sus consecuencias, especialmente para la protección de la vida judía. Una confesión incorrecta excluye estrictamente cualquier naturalización”. Esta declaración provocó un gran revuelo, especialmente en los medios internacionales, que se preguntaron qué implican estas palabras a efectos prácticos. 


En el estado de Sajonia-Anhalt, se exige explícitamente a los solicitantes de ciudadanía que reconozcan el derecho a la existencia del Estado de Israel. Esto se establece en un decreto presentado a finales del año pasado por la ministra del Interior del estado federado, Tamara Zieschang, miembro de la CDU.

A nivel nacional, el Ministerio del Interior informó que se han añadido nuevas preguntas a los cuestionarios de ciudadanía sobre antisemitismo, el derecho del Estado de Israel a existir y la vida judía en Alemania: “¿qué acto relacionado con el Estado de Israel está prohibido en Alemania?”, “¿sobre qué base jurídica se fundó el Estado de Israel?”, “¿cuál es un ejemplo de comportamiento antisemita?” o “¿en qué se basa la responsabilidad especial de Alemania respecto a Israel?”

Alemania ha sido, durante mucho tiempo, un icono del remordimiento y de la reconciliación, también se ha hablado mucho sobre la culpa alemana. Pero últimamente parece que los inmigrantes que quieren ser realmente alemanes deben desempeñar el papel de culpables arrepentidos, en vez de el de víctimas potenciales.

“No creo en la culpa alemana. Es una culpa selectiva”, dice Ghayath Almadhoun, poeta sirio-palestino afincado en Berlín, reconocido internacionalmente gracias a cuatro poemarios árabes traducidos a más de 20 idiomas. “Por ejemplo: los nazis mataron a seis millones de judíos de forma muy sistemática; es tan disparatado, hasta el punto de que, por ejemplo, Hannah Arendt no era capaz de creérselo. Ahora, 80 años después de aquello, en Alemania se habla de antisemitismo importado. Se dice que ha sido importado del extranjero, de afuera. Si contamos los atentados antisemitas cometidos en Alemania, la inmensa mayoría han sido cometidos por hombres blancos cristianos europeos, pero hablan de antisemitismo importado”.

Almadhoun perdió su trabajo y ha sido cancelado en distintas ocasiones, “Imagínate mi sorpresa: me encontraba en Alemania, en un país libre. Digo alto el fuego ya, o Palestina libre, y de repente me invitan a dejar mi trabajo en el mundo académico. ¿Cómo describirías lo que ocurrió? Dije alto el fuego ya y la universidad me pidió que dejara mi puesto inmediatamente, me echaron. Deberíamos preguntarnos qué son, darles nombre y definir las acciones como esta para poder entenderlas, ya que últimamente están sucediendo constantemente en toda Europa”.

En una entrevista en el periódico Tagesspiegel a finales del año pasado, Zieschang, la ministra de Sajonia-Anhalt, opinaba que la seguridad de Israel y la protección de la vida judía en Alemania es la razón de ser del Estado alemán y una obligación compartida, “cualquiera que venga a nuestro país y busque aquí protección debe reconocerlo sin peros”. Cuando el entrevistador pone en duda si las actitudes antisemitas pueden comprobarse a través de documentos de este tipo, la ministra responde que, en ausencia de pruebas en contrario, debe aceptarse el compromiso del solicitante de naturalización. “No obstante, una declaración falsa o fraudulenta por parte de la autoridad encargada de la naturalización, que conduzca a una naturalización indebida, podría resultar en la revocación de la ciudadanía”. 

Sería así una forma fácil de anular la ciudadanía a aquellas personas que no cumplan con lo establecido; un tema que también ha sido abordado en las recientes declaraciones del canciller alemán, Olaf Scholz, quien ha prometido una aplicación más rápida de las normas de deportación y leyes de armas más estrictas en respuesta al reciente ataque con tres muertos en la ciudad de Solingen.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/alemania/rio-mar-frase-prohibida