Recomiendo:
4

¿Está abandonando Trump a Israel? Realmente no

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Puede que el presidente estadounidense haya excluido a Israel de su búsqueda de megacontratos en el Golfo, pero sigue siendo un comprometido apoyo.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acude este martes a Asia Occidental para una gira regional que empezará en Arabia Saudí y tendrá escalas en los Emiratos Árabes Unidos y Qatar. Se trata de un viaje de negocios en todos los sentidos del término, que puede suponer billones de dólares en inversiones y acuerdos comerciales.

Los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, ya han prometido invertir en los próximos diez años en Estados Unidos 1.4 billones de dólares en sectores que van desde la inteligencia artificial y la energía hasta la minería y la producción de aluminio. Arabia Saudí, por su parte, se ha comprometido a invertir 600.000 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cuatro años. Según la agencia de noticias Reuters, Trump también ofrecerá al reino un paquete de armas por valor de 100.000 millones de dólares.

Mientras tanto, en consonancia con el contundente historial de nepotismo y enriquecimiento personal del presidente, da la casualidad de que la Organización Trump preside actualmente proyectos inmobiliarios y otras inversiones de negocios en los tres países del Golfo que Trump tiene previsto visitar.

Y, sin embargo, hay un país que brilla por su ausencia en el itinerario regional a pesar de ser desde hace mucho tiempo el mejor amigo de Estados Unidos en Asia Occidental: Israel, la nación que durante los últimos 19 meses ha estado perpetrando un genocidio en la Franja de Gaza con la ayuda de enormes cantidades de dinero y de armamento estadounidenses. La cifra oficial de víctimas palestinas asciende a casi 53.000 personas y no deja de aumentar.

Aunque el genocidio empezó bajo la mirada de su predecesor, el presidente Joe Biden, Trump se apresuró a abrazar también la matanza masiva y poco después de reasumir el cargo anunció que estaba “enviando a Israel cuanto necesita para acabar el trabajo” en Gaza. Sin embargo, parece que para el gusto del presidente estadounidense Israel tarda demasiado, sobre todo ahora que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha ordenado intensificar la ofensiva contra un enclave, la mayoría del cual ya está reducido a escombros.

Por supuesto, el problema no es que a Trump le preocupe que se siga masacrando y matando de hambre tanto a la población infantil como a la adulta palestina mientras Israel se toma todo su tiempo para «”acabar el trabajo”, sino que el genocidio que está teniendo lugar simplemente está entorpeciendo su idea de la “Riviera de Oriente Medio” que supuestamente surgirá de las ruinas de Gaza y cuya creación ha esbozado así: “Estados Unidos se hará con el control de la Franja de Gaza y también haremos un trabajo con ella. Seremos sus propietarios”. De modo que, aunque la guerra puede ser buena para los negocios (que se lo pregunten a la industria de armamento), parece que, en última instancia, demasiada guerra puede ser una inversión contraproducente, al menos desde el punto de vista del negocio inmobiliario de Trump.

En vísperas de la expedición de Trump a Asia Occidental cada vez circularon más informes acerca de las tensiones que había entre el presidente estadounidense y el primer ministro israelí, y no solo en el frente de Gaza. NBC News señaló el domingo que “el anuncio de Trump de que Estados Unidos iba a detener su campaña militar en Yemen contra los hutis, a los que apoya Irán, había sorprendido y enfurecido la semana pasada a Netanyahu”.

Al parecer, al primer ministro israelí le irrita todavía más la negativa de Trump a apoyar que se lleven a cabo ataques militares contra Irán. Además, según se ha informado, Estados Unidos ha descartado la exigencia de que Arabia Saudí normalice sus relaciones con Israel como condición para que Estados Unidos apoye el programa nuclear civil de este reino.

¿Qué significa, entonces, la tensa relación entre Trump y Netanyahu para la siempre sagrada «relación especial» entre Estados Unidos e Israel? Según un artículo publicado por el medio israelí Ynetnews, “a pesar de las tensiones, los altos cargos israelíes insisten en que la coordinación entre bastidores con el gobierno Trump sigue siendo estrecha y que no hay una verdadera ruptura política”. Este medio asegura a continuación a sus lectores que el embajador estadounidense en Israel Mike Huckabee “ha negado los rumores de que Trump podría anunciar que apoya un Estado palestino durante su visita” a las tres naciones del Golfo. Por supuesto, no está muy claro qué tipo de “Estado palestino” podría promover el hombre que propone que Estados Unidos sea propietario de la Franja de Gaza y expulsar a su población palestina originaria.

Aunque puede que se margine a Israel en este viaje, eso no significa que no siga cumpliendo una función clave en la maldad general de Estados Unidos. Hace solo un mes el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir (autor de la idea de que “no hay razón para que entre un gramo de comida o ayuda en Gaza”) fue recibido por altos cargos republicanos en el complejo Mar-a-Lago de Trump en Florida. Después de una cena celebrada en su honor, Ben-Gvir se jactó de que los republicanos “habían expresado su apoyo a mi muy clara postura sobre cómo actuar en Gaza y de que se deben bombardear los depósitos de comida y ayuda”.

Dejando de lado los ostentosos acuerdos cerrados en el Golfo por valor de un billón de dólares, tengan por seguro que el gobierno Trump sigue tan comprometido como siempre con sacar provecho de las atrocidades que comete Israel.

Las opiniones expresadas en este artículo son las de la autora y no reflejan necesariamente la línea editorial de Al Jazeera.

Belén Fernández es autora de Inside Siglo XXI: Locked Up in Mexico’s Largest Immigration Detention Center (OR Books, 2022), Checkpoint Zipolite: Quarantine in a Small Place (OR Books, 2021), Exile: Rejecting America and Finding the World (OR Books, 2019), Martyrs Never Die: Travels through South Lebanon (Warscapes, 2016) y The Imperial Messenger: Thomas Friedman at Work (Verso, 2011). Es redactora colaboradora en Jacobin Magazine y ha colaborado con New York Times, el blog London Review of Books, Current Affairs y Middle East Eye, entre otros muchos medios.

Texto original: https://www.aljazeera.com/opinions/2025/5/12/is-trump-abandoning-israel-not-really

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.