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Palestina, Israel y la Staatsräson de Alemania

Fuentes: Viento Sur

El 8 de octubre de 2025, el presidente de los Estados Unidos anunció que el gobierno israelí y los representantes de Palestina habían aceptado un alto el fuego entre ambas partes, que todos los rehenes israelíes, así como un gran número de prisioneros palestinos, serían liberados. Además, se estableció que el ejército israelí se retiraría de la Franja de Gaza en varias etapas. En este momento no puede preverse cómo evolucionará esta situación en las próximas semanas y meses. El análisis de este acuerdo de alto el fuego no es objeto de este texto. Sin embargo, es importante examinar un elemento político que, aunque no muy visible, tiene hoy una gran relevancia: la intervención discretamente encubierta de Alemania en este conflicto y el significado de la Staatsräson alemana en este contexto.

Los Estados Unidos de América y Alemania son los únicos países de relevancia internacional que todavía se niegan, incluso bajo las condiciones actuales, a reconocer al Estado palestino. No es ningún secreto que los Estados Unidos son la principal potencia que apoya a Israel en los ámbitos financiero, económico y militar. Sin esta ayuda, Israel no podría sobrevivir. Pero ¿por qué Alemania se niega a reconocer al Estado palestino, a pesar de que un 60 % de la población alemana apoyaría esa decisión (el 20 % se opone y el 18 % no tiene opinión)?

Para comprender esta postura del gobierno alemán, es necesario explicar el concepto de la Staatsräson y su significado en la política de Alemania.

En muchos medios internacionales, el término razón de Estado suele traducirse como “interés del Estado” y utilizarse en el sentido de los asuntos más esenciales del Estado. En Alemania, sin embargo, esta expresión no se emplea de ese modo. El término Staatsräson se utiliza exclusivamente en el contexto de las relaciones entre los Estados de Alemania e Israel. En realidad, significa que los gobiernos alemanes deben apoyar incondicionalmente a Israel, independientemente de las políticas que los gobiernos israelíes lleven a cabo. La antigua canciller Angela Merkel, así como el antiguo canciller Olaf Scholz, emplearon el concepto de Staatsräson en este sentido.

El actual gobierno alemán, encabezado por Merz (CDU) y Klingbeil (SPD), continúa esta línea política sin modificaciones. El gobierno no ha estado –ni está– dispuesto a criticar seriamente la guerra asesina e inhumana de Israel contra la población palestina. Además, Merz ha declarado públicamente que recibiría con gusto a Netanyahu en Alemania, a pesar de la orden de captura internacional emitida contra él por la Corte Penal Internacional. La supuesta suspensión de los envíos de armas a Israel fue una mera maniobra propagandística sin consecuencias prácticas. Dicha suspensión temporal debía aplicarse únicamente a las armas destinadas a ser usadas en Gaza, algo imposible de controlar. Además, el gobierno alemán siempre se ha dado por satisfecho con las afirmaciones del gobierno israelí de que respeta el derecho internacional en esta guerra.

El 27 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, reafirmó ante la ONU que la defensa “de la existencia y la seguridad de Israel será siempre parte de nuestra Staatsräson”. En la práctica, esto significa también que Alemania continuará su política de relaciones económicas privilegiadas con Israel y seguirá suministrando armas, incluso submarinos capaces de transportar y lanzar misiles nucleares.

El hecho de que Israel posea armas nucleares no es mencionado ni por la política alemana ni por ningún otro gobierno del mundo. Al mismo tiempo, el jefe del gobierno Merz expresó abiertamente su apoyo al completamente ilegal ataque militar contra Irán, que fue llevado a cabo hace pocas semanas por Israel y los Estados Unidos bajo el pretexto de que Irán estaba a punto de adquirir armas nucleares.

El gobierno alemán justifica su apoyo político, económico y militar incondicional a Israel con el genocidio cometido por la dictadura nazi contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Ante ese crimen contra la humanidad, Alemania tiene una responsabilidad histórica en la defensa de la vida judía. No obstante, cuando hoy en Alemania se emplea el término Staatsräson, muy frecuentemente ya no se refiere al Holocausto para combatir el antisemitismo. Más bien se recurre a dicho concepto para instrumentalizar el Holocausto con el fin de justificar un apoyo incondicional a la política estatal israelí y para descalificar toda crítica al gobierno de Israel como antisemita.

Sin embargo, esa es solo la mitad de la verdad. El concepto de Staatsräson se remonta a las ideas de Maquiavelo, quien consideraba legítimos actos ilegales o inmorales de los gobernantes cuando se realizaban en nombre de intereses estatales superiores.

El envío de armas alemanas a Israel está prohibido por ley, ya que Alemania no debe exportar armamento a “zonas de crisis”. El derecho internacional prohíbe el apoyo a una guerra genocida. Sin embargo, el gobierno alemán justifica su política de apoyo al ejército y al gobierno israelí mediante la Staatsräson alemana, la cual se coloca por encima de esas exigencias legales.

El concepto de Staatsräson también sirve de fundamento cuando las autoridades municipales y regionales alemanas prohíben manifestaciones de solidaridad con Palestina, cuando suprimen en las universidades la libertad académica de sus profesores, o cuando la policía persigue a personas que participan en actividades que critican al gobierno israelí. Todas estas represalias se realizan bajo el pretexto de combatir el antisemitismo. Sin embargo, todas las actividades mencionadas están protegidas legalmente por la libertad de ciencia y de opinión, y aun así se persiguen –sin que se haya violado ninguna ley– apelando a la Staatsräson.

En lugar de asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas y buscar una solución pacífica para la guerra en Gaza, el jefe del gobierno alemán Merz prefirió participar en los debates sobre el presupuesto estatal en el Bundestag alemán. Boicoteó la ONU principalmente por dos razones: por un lado, temía tener que explicar por qué su gobierno sigue apoyando política, financiera y militarmente al gobierno israelí; por otro, temía mostrarse como uno de los últimos seguidores de Trump en su empeño geoestratégico por recuperar la supremacía económica y militar de los Estados Unidos en el mundo.

Qué bien que había tantas personas que mostraron en decenas de pequeños barcos en el Mediterráneo que la solidaridad con un pueblo masacrado y la lucha por la paz son hoy los lugares más importantes desde los cuales hay que defender el derecho internacional y la humanidad. La Flotilla por la Paz hacia Gaza fue una de las manifestaciones más impactantes de las movilizaciones internacionales para abrir un camino hacia la paz en Palestina.

Lisboa, 19 de octubre de 2025

P. S.: Quien desee profundizar en el tema de la Staatsräson debería leer el esclarecedor ensayo Gaza ante la historia, de Enzo Traverso, publicado en 2024.

Fuente original: https://vientosur.info/palestina-israel-y-la-staatsrason-de-alemania/