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Abonando la senda de la irresponsabilidad fáustica atómica

Fuentes: Rebelión

El accidente de Fukushima de marzo de 2011, una de las mayores hecatombes nucleares e industriales de nuestra historia, obligó a detener -no sin vacilaciones- el funcionamiento de todo el sistema nuclear nipón durante aproximadamente dos meses. Finalmente, sin embargo, el gobierno nipón no ha obrado como el germano, tan políticamente conservador como el primero […]

El accidente de Fukushima de marzo de 2011, una de las mayores hecatombes nucleares e industriales de nuestra historia, obligó a detener -no sin vacilaciones- el funcionamiento de todo el sistema nuclear nipón durante aproximadamente dos meses.

Finalmente, sin embargo, el gobierno nipón no ha obrado como el germano, tan políticamente conservador como el primero por cierto, y, a pesar de las declaraciones del anterior primer ministro, la senda atómica no ha sido abandonada. Ignoramos e ignoraremos, nos lanzamos sin muchos miramientos a la piscina atómica y en ella deseamos permanecer. ¡Es muy calentita! Sostenella y no enmendalla, este es el breve resumen, diría el gran científico franco-barcelonés Eduard Rodríguez Farré. ¡Hay muchos negocios y negociantes en toda esta apuesta! ¡Al póquer atómico sólo juegan los hombretones y los industriales y comerciales intrépidos!

A comienzos de julio de 2012, Kansai Electric Power (Kepco) -una gran compañía eléctrica nipona, algo menos que Tepco, la propietaria de Fukushima- volvió a poner en funcionamiento el tercer reactor de la central atómico de Oi. Con ello se puso fin a ese período de dos meses en los que la totalidad de los más de 50 reactores nucleares del archipiélago estuvieron detenidos por diversos motivos: posibles terremotos, nuevas medidas de seguridad exigidas por las autoridades tras el desastre de Fukushima, reparaciones, mantenimiento,…

Pero no sólo ha sido eso. Un segundo reactor volvió a ser puesto en funcionamiento el jueves 19 de julio de 2012 [1]. Por si faltara algún nudo de irresponsabilidad, la agencia de seguridad nuclear nipona -en general muy pero que muy servil a los intereses nucleoeléctricos del país- había pedido-exigido a Kepco que realizara una investigación sobre… ¡la posible existencia de «una falla sísmica activa bajo esta central»!, una falla que había sido señalada recientemente por geólogos.

El capitalismo desbridado, cada vez es más evidente, en contrario a la ciencia crítica y documentada. Sólo cuentan las espuelas y las cuentas de resultados. Kepco consideró -¿qué puede significar aquí «considerar»?- que esta investigación en curso no le impedía reactivar la unidad 4. Así lo hizo y pocas horas después.

Así, pues, la compañía de electricidad Kansai Electric Power (Kepco), la encargada del abastecimiento de la región industrial del Kansai -incluye las metrópolis de Osaka, Kobe y Kioto- ha reactivado el reactor 4 de su central de Oi en la noche del miércoles al jueves 19 de julio de 2012.

     Fue a mediados de junio de 2012 cuando, entre fuertes protestas, el primer ministro nipón Yoshihiko Noda autorizó la reactivación de los dos reactores, una insistente reclamación de Kepco, para enfrentarse a los picos de consumo de electricidad durante el verano. La decisión fue criticada incluso en las filas del PDF (Partido Demócrata del Japón), el partido de centro-derecha gobernante.

Pero sobre la irresponsable decisión fue respondida popularmente por grandes movilizaciones antinucleares en todo el archipiélago. El lunes 16 de julio, por ejemplo, una gran manifestación de más de 100.000 ciudadanos culminó en un parque de Tokio. Como en los mejores tiempos del movimiento antinuclear japonés e internacional.

 

     ¡Cuánto fue capaz de ver y decir Walter Benjamin cuando nos habló del uso e implantación de los frenos de emergencia como una de las grandes tareas de nuestro tiempo, como unas de las finalidades esenciales del socialismo temperado y bien entendido!

Hay que insistir, paciente, tenazmente: «¿Nucleares? No, gracias».

 

Nota:

[1] http://www.afp.com/es/noticias/topstories/reactivan-un-segundo-reactor-nuclear-en-japon

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.