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Activistas norteamericanos se apostaron durante varios días cerca de la Base Naval de Guantánamo

Fuentes:

Veinticinco activistas norteamericanos de la organización Testigos contra la tortura, se apostaron durante varios días cerca de la Base Naval de Guantánamo y consideraron un logro su peregrinación y ayuno en protesta por los abusos a los que son sometidos cientos de prisioneros en este enclave militar estadounidense. «Aun cuando el Gobierno de Estados Unidos […]

Veinticinco activistas norteamericanos de la organización Testigos contra la tortura, se apostaron durante varios días cerca de la Base Naval de Guantánamo y consideraron un logro su peregrinación y ayuno en protesta por los abusos a los que son sometidos cientos de prisioneros en este enclave militar estadounidense.

«Aun cuando el Gobierno de Estados Unidos no nos permitió visitar a los confinados, y llevarles personalmente el mensaje de esperanza y aliento, como era nuestro propósito, sentimos satisfacción por haber protestado en un sitio tan cercano a ese infierno militar», expresaron en un intercambio con la prensa.

Mañana (hoy viernes) desmontaremos nuestro campamento para marchar a Estados Unidos, donde continuaremos con la peregrinación y nuestras luchas, sentenció por su parte Clare Grady, de Thiaca, en Nueva York, y quien en marzo del 2003 estuvo encarcelada por protestar contra la guerra en Iraq.

«Sentimos pena porque mi Gobierno mancille con esta base militar a un pueblo tan lindo y solidario como el de Cuba», amplió la joven norteamericana, quien aseguró que desde edad muy temprana participa junto a sus padres en manifestaciones a favor de la paz entre los pueblos.

En intensas caminatas de unos 20 kilómetros diarios recorrieron los más de 100 que separan la ciudad de Santiago de Cuba y el sitio final en Guantánamo, a un costado de una de las puertas de entrada al perímetro fronterizo con la Base Naval. En el trayecto recibieron el aliento y la solidaridad de familias cubanas y pernoctaron en patios de dos de ellas.
A pesar de las pocas horas de sueño y las condiciones de campaña en que han vivido durante los últimos días, el estado de salud de los pacifistas es bueno.

Un ejemplo de la vitalidad que mantienen lo aporta la Annie Montgomery, quien a pesar de sus 79 años de edad es muy activa en el grupo. «Llegar hasta acá, protestar aquí contra la tortura y la injusta prisión de cientos de personas, me dio fuerza para vencer el recorrido», comentó la activista, quien resalta seguidamente los cantos y aplausos con que los niños cubanos acogían a la comitiva en cada poblado por el que pasaron.

«Creemos que el alma colectiva de nuestra nación está en juego: la gente íntegra debe actuar ahora mismo. Es este el espíritu que nos dirigió a Guantánamo», señala el comunicado entregado a la prensa por los pacifistas.
En el documento exigen que los prisioneros de Guantánamo sean tratados con dignidad, y denuncian que este tenebroso enclave, que Estados Unidos ocupa ilegalmente desde principios del pasado siglo contra la voluntad de los cubanos, llena de vergüenza al pueblo norteamericano.