Recomiendo:
0

Actualización: Renovando la Violencia

Fuentes: Palestine Monitor

Traducido del inglés para Rebelión, Palestine Monitor y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística, por Carlos Sanchis. La traducción es copyleft

Desde finales de enero, la menguada Intifada ha encontrado frustraciones renovadas, con los palestinos fatigados entre su derecho a la autodeterminación y la realidad de la hegemonía internacional más acusadamente que en cualquier otro tiempo anterior. Los resultados electorales palestinos nivelaron un tanto el extremismo del juego en el campo político, y la retórica entre los funcionarios israelíes y los legisladores de Hamas recientemente elegidos y correspondientemente jubilosos. Pero mientras Hamas permanece firme en negarse a reconocer a Israel, renuncia a la violencia, y reconoce acuerdos pasados, es el gobierno israelí, internacionalmente reconocido, el que está transformando la situación políticamente tensa en categóricamente violenta.

Pisoteando el acuerdo internacional en Jericó, el 14 de marzo, Israel invadió la prisión palestina localizada allí, descaradamente y puso sitio al complejo gubernamental sólo momentos después de que los observadores usamericanos y británicos abandonaran sus puestos. Apoyados por tanques, jeeps, y helicópteros, las fuerzas militares israelíes derribaron la tapia de la prisión, mataron a dos palestinos, arrestaron a más de 170 prisioneros después de obligarles a que se quedaran en ropa interior, y bombardearon el complejo bien entrada la noche. Ahmad Sa’adat, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina y miembro electo del Consejo Legislativo Palestino, al final se rindió, y ahora está bajo custodia israelí.

Dos días más tarde, fuerzas militares invadieron la ciudad norteña de Jenín y rodearon una casa palestina que alojaba a militantes, al tiempo que cerraban no solamente la ciudad entera, sino el área circundante y a todos los palestinos que intentaran moverse dentro de ella. Durante las operaciones militares, soldados israelíes disfrazados de palestinos dispararon contra un automóvil civil que se dirigía al hospital. Ikbar Abdelhiman Zaid de diez años de edad resultó alcanzado en la cabeza por los disparos, muriendo en el instante, mientras que los disparos alcanzaron a su tío en la mano y fue arrestado.

Gaza permanece bajo sitio agrícola, con el cruce de Karni abierto durante cuarenta minutos el 20 de marzo, y funcionando ahora bajo la amenaza inminente de otro cierre. Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, los niveles de suministro de comida alcanzaron un punto de crisis el 19 de marzo, y John Ging, el director de la agencia de ayuda a los refugiados de la ONU en Gaza, ha declarado que la situación sólo se ha deteriorado con las aperturas esporádicas. El azúcar y el arroz se venden al doble de su medio precio, mientras los precios de las verduras cultivadas localmente han caído. El pan, un alimento básico, está ahora racionado para quienes tienen que hacer cola durante horas.

El cuarenta por ciento de los niños de Gaza ya padecen desnutrición. Los incesantes cierres incesantes no sólo dañaron la economía de los gazanos; qué se estima que están perdiendo unos 500.000 dólares diarios sino la formación de la próxima generación. Los funcionarios israelíes y todos los medios de comunicación ingleses han culpado hasta ahora a los palestinos de inflar la situación drástica al negarse abrir el cruce de Kerem Sholom, pero la OCHA coincide con la Autoridad Palestina que el cruce es inadecuado para manipular los embarques necesarios de carga.

Detrás del manto de abierta violencia radica una estrategia institucional violenta. El mismo día que las tropas israelíes capturaron a Ahmad Sa’adat, el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, visitó el asentamiento ilegal de Ariel y prometió a sus ocupantes que seguirían siendo una parte de Israel para siempre. Ésta es la parte de la campaña declarada de Olmert para trazar las fronteras permanentes de Israel unilateralmente en el 2010. Mientras él etiqueta este movimiento de «retirada,» es en realidad un cumplimiento de los controles impuestos por Sharon sobre Cisjordania.

El plan acumula tanta tierra palestina como puede con la menor cantidad de palestinos. Por lo tanto vemos la categórica anexión de los principales asentamientos de Israel: Ma’aleh Adumim y Gush Etzion que juntos bloquean Jerusalén desde el este y al sur, y Ariel que se adentra profundamente en el territorio central de Cisjordania. Todo Jerusalén y las áreas que lo rodean cercanamente también se volverían parte del estado judío, como lo sería el fondo fecundo del Valle del Jordán que ya ha estado anexionado de hecho mediante un complejo sistema de cierres y permisos. La ruta del Muro de Separación de Israel se convertirá en la base para la frontera internacional y concluirá oficialmente el robo de 35.000 dunums de tierra palestina según las últimas cifras de la OCHA.

Desde el anuncio del plan, la construcción ha empezado ya en la zona E1 que queda entre Jerusalén y Ma’aleh Adumim, aislando a los palestinos de su capital social, económica y cultural. El miembro de la Knesset Yossi Beilin que apoya el control israelí sobre Ma’aleh Adumim dijo a la radio israelí, «Quienquiera que proponga construir la E-1 está, esencialmente, impidiendo un acuerdo israelo-palestino permanente. Quienquiera que construya E-1 está impidiendo un estado palestino contiguo.»

En la víspera de sus elecciones parlamentarias, el Israel oficial comenzó un ataque extremo sobre Palestina, y cualquier estado futuro que se levante dentro de ella. El cierre económico de la Franja de Gaza aísla el área más allá de su ocupada hermana, Cisjordania y lleva a cabo la visión unilateral de Olmert antes de que incluso hubiera sido aceptada por el electorado israelí. Las invasiones israelitas demuestran la debilidad de la Autoridad Palestina y la magnitud del pleno control israelí de los territorios. Esta atenazadora opresión, justo cuando los palestinos se sitúan en su nueva democracia, sólo tienta a la violencia renovada.