Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El encarcelado líder nacional palestino Ahmad Saadat reiteró su posición de que no reconoce la autoridad de los tribunales de ocupación israelíes sobre los prisioneros palestinos en la Corte de Magistrados de Jerusalén, el Domingo 9 de septiembre 2012. «No voy a reconocer la legitimidad de este tribunal que está tratando de perpetuar la ocupación de nuestra tierra palestina y es a su vez uno de los frentes del terrorismo sionista contra el pueblo palestino y una herramienta de represión contra los presos palestinos», dijo Saadat.
Sa’adat fue llevado ante la Corte por los procedimientos internacionales en una demanda privada presentada en los Estados Unidos por Shurat Ha-Din (el Centro de Ley de Israel), una organización sionista legal cuyo cometido es hacer la «guerra jurídica» contra los palestinos. Esta demanda pretende responsabilizar, desde el punto de vista financiero, a las principales instituciones palestinas de la muerte de israelíes que también tienen nacionalidades occidentales. Una demanda anterior intentó llevar a otros palestinos y líderes nacionalistas, incluido Marwan Barghouti, a sus audiencias en Jerusalén y obligarlos a declarar.
Saadat, secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina, estuvo recluido en aislamiento durante más de tres años, desde el 16 de marzo de 2009, y fue devuelto a la prisión común general sólo después del acuerdo de mayo de 2012 cuando acabó la huelga de hambre masiva en las cárceles de la ocupación. Su aislamiento fue una de las principales chispas de la huelga de hambre anterior, septiembre-octubre de 2011, que incluyó a cientos de prisioneros palestinos.
Mahmoud Hassan, director de la unidad legal Addameer , dijo que los guardias del Servicio Penitenciario transfirieron a Saadat de la prisión Shata a la Corte en contra de su voluntad y que Saadat reafirmó su rechazo -lo afirmó varias veces durante su juicio- y que no reconoció a los tribunales militares de ocupación como una autoridad legítima.
Saadat se negó a responder cuando el juez le pidió su nombre y tampoco respondió a ninguna pregunta. «Yo no digo nada a este tribunal, como nada he dicho antes a este tribunal, que se sabe que tiene mi nombre», dijo Saadat. El juez le preguntó su opinión sobre el acuerdo de intercambio de prisioneros en octubre 2011 y si se sentía frustrado por no haber sido incluido, a lo que Saadat respondió que «la libertad de la patria es más importante y más querida que mi libertad personal, que inevitablemente viene».
Al término de la audiencia, Saadat hizo una serie de declaraciones ante el juez, pidiendo que los criminales de guerra israelíes y estadounidenses sean juzgados por sus crímenes contra el pueblo palestino. Dijo que la que practica el terrorismo en la región es la ocupación, mientras que los palestinos tienen una causa justa y obtendrán sus derechos. «Si Estados Unidos está tan interesados en los derechos humanos y en el esclarecimiento de los hechos, debería llevar a cabo sus investigaciones buscando a los asesinos de la estadounidense Rachel Corrie mártir de la solidaridad que fue asesinado por las fuerzas de la ocupación, en lugar de atacar a la resistencia y llamarla ‘terrorismo’… el terrorismo es la práctica de la ocupación y las fuerzas de ocupación. La resistencia es legítima, continuará y crecerá mientras exista la ocupación. Confío en el pueblo palestino», dijo Saadat.
El preso añadió que «El pueblo palestino seguirá resistiendo hasta la libertad, la liberación y la independencia y el retorno de todos los palestinos a su patria, Palestina. La justicia de nuestra causa y la firmeza y la determinación de nuestro pueblo son más fuertes que la ocupación y la burla de los tribunales y de la legalidad, no importa cuán severas sean las restricciones a la libertad de nuestro pueblo, la libertad es inevitable».
La esposa de Saadat, Abla, su hijo, su nuera y su nieta, fueron a verlo a la Corte, los guardias de los servicios penitenciarios le impidieron tocar a su nieta, Mayar.
La organización Addameer, hablando del caso de Shurat Ha-Din, dijo que «Estos juicios son parte de los esfuerzos occidentales e israelíes para penalizar la legítima resistencia a la ocupación y la etiqueta de ‘terrorismo’, y constituye una transgresión flagrante del derecho internacional y de los principios de derecho internacional humanitario».