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Asociaciones de estudiantes se pronuncian sobre la actividad minera en el Ecuador

Fuentes:

Tras un importante debate entre los representantes de las asociaciones de estudiantes signatarias del presente pronunciamiento y habiendo tenido un conversatorio con representantes del gobierno y miembros de comunidades afectadas por la minería, hemos decido expresar nuestra posición política ante la actividad minera. Este posicionamiento no ataca al gobierno ni a sus representantes, pero levanta […]

Tras un importante debate entre los representantes de las asociaciones de estudiantes signatarias del presente pronunciamiento y habiendo tenido un conversatorio con representantes del gobierno y miembros de comunidades afectadas por la minería, hemos decido expresar nuestra posición política ante la actividad minera. Este posicionamiento no ataca al gobierno ni a sus representantes, pero levanta la voz para que el Estado cumpla sus deberes.

Ha crecido y con fuerza el interés por los minerales que están en el subsuelo ecuatoriano. Existe una demanda internacional que importantes empresas extranjeras están interesadas en cubrirla, por lo que el Banco Mundial se preocupó en 1993 de otorgar prestamos al Ecuador para que investigue en que lugar están estos minerales. Tras ese estudio, nuestro país se encargó en la Guerra del Cenepa de mantener en nuestro territorio la Cordillera del Cóndor, un área de gran riqueza aurífera, todo a costa de la economía y vidas ecuatorianas como peruanas. Paralelamente, se ha desmantelado la protección de los trabajadores en la última década y es vigente una ley de minería que atrae a la inversión financiera, desconociendo cualquier ganancia al Estado por los minerales extraídos de su territorio. El Ecuador aró la tierra para que entren las empresas a explotar los minerales.

Este contexto está incompleto si no se menciona que muchos de estos recursos naturales se encuentran en áreas de gran biodiversidad o en cercanía a poblaciones rurales. La Cordillera del Cóndor ha sido definida por Conservación Internacional como «un área de significativa importancia para la conservación a nivel mundial. [WINDOWS-1252?](…)que por su proximidad al inmenso mar de bosque húmedo amazónico, crea condiciones ecológicas y evolutivas que sostienen y generan una gran riqueza biológica». Además, el Ecuador se está cuestionando en la actualidad como proyectarse a una economía pospetrolera que no lo obligue a depender de los precios del mercado internacional para planificar su futuro.

El primer argumento que se plantea para promover la actividad minera es el beneficio económico que recibirían las zonas donde se realiza esta actividad y el que recibiría el país por concepto de impuestos. Lo primero entra en contradicción, con la realidad de Cajamarca, la región de mayor extracción de oro del Perú, donde el 74,2% de la población es pobre. Respecto a lo segundo, se debe reconocer que la actividad minera genera impuestos, pero no se puede desconocer que la minería es incompatible con actividades como el turismo o la agricultura, por lo que renunciaríamos al beneficio de estas actividades económicas, sus ingresos, plazas de trabajo y tributos. Dar paso a la minería es dar paso a la continuación de un modelo económico primario exportador, que fue sostenido por el cacao, el banano, el petróleo y ahora se pretenden que sean los minerales. Además, hay que recordar la experiencia de la explotación petrolera, que por la forma en que es distribuida la riqueza que genera, no ha tenido ningún logro en la reducción de la pobreza, sino retrocesos, el 61,3% de los ecuatorianos vive en condiciones de pobreza y de ellos el 31,1% viven en la indigencia.

En lo que respecta al impacto ambiental de la actividad minera se plantean serías objeciones. En primer lugar la fase de exploración minera implica la instalación de campamentos y apertura de caminos que afectan directamente al ecosistema por la indefectible deforestación. Miles de hectáreas concesionadas a la minería son bosques protectores que cumplen la función de atraer lluvia y conservar el agua, parece complicado entender que el agua es más importante que el oro. Para la actividad minera se ven comprometidas grandes cantidades de agua, tanto en el proceso de producción como para la transportación mediante vía mineroductos. A su vez, se incrementan las emisiones de Co2 y el Ecuador actúa en dirección exactamente contraria a su compromiso asumido en el Tratado de Kyoto de disminuir estas emisiones. Todo esto bajo el presupuesto de que las empresas actúen con la tan evocada responsabilidad ambiental. En el supuesto de que no lo hagan, y la historia nos ha mostrado muchos casos, se producen desastres ambientales como el de la empresa BHP-Billinton que en 1997 derramó en Chile entre 500.000 y 800.000 litros de cobre a 200 metros de la costa. La misma empresa fue denunciada en Tintaya-Perú por desechar a los ríos locales el agua utilizada en su planta de procesamiento. Una vez realizada la evaluación ambiental se concluyó que las fuentes de agua utilizadas por la comunidad, como el río Huinumayo, son inadecuadas para el consumo humano y solo utilizables para irrigación y para bebida de aves de corral. BHP-Billinton es la empresa que pretende explotar la Cordillera del Cóndor.

Afectar el medio ambiente es afectar la vida de las personas, más de las personas que viven en sectores rurales y su vida depende directamente de un medio ambiente sano. En muchas comunidades la contaminación de ríos y el polvo que produce la actividad minera han perjudicado a la agricultura, a la ganadería y a la salud de los habitantes, registrándose altos niveles de enfermedades respiratorias. Además, se ha denunciado violencia por parte de las empresas a los dirigentes que se oponen a la actividad minera, buscando simultáneamente que se divida la comunidad, lo que han logrado en ocasiones, dando como resultado zonas verdaderamente conflictivas. Se han denunciado también sobornos a autoridades locales y nacionales. Se debe señalar que el trabajo ofrecido por las mineras no es digno, la Organización Internacional del Trabajo indica que la minería es la actividad que produce más accidentes mortales y enfermedades entre los trabajadores.

La Minería es un proyecto que busca beneficiar a sectores privilegiados del país y a transnacionales extranjeras, que tiene un costo social, económico y ambiental irreparable. Pero una negativa rotunda a la actividad minera nos lleva a plantear alternativas como el turismo y la agricultura, que a diferencia de la minería si pueden ser sustentables. El turismo tiene un gran potencial en ecosistemas como los de la Cordillera del Cóndor. La agricultura es una práctica tradicional de muchos de los pobladores de zonas que serían afectadas por la minería, pero que debe tener como presupuesto la redistribución del territorio concesionado.

Nosotros apoyamos las iniciativas de diálogo que proponga el gobierno siempre que el interés colectivo prevalezca sobre el particular. Esperamos no hacer nuestras las palabras de Miguel Palacin, presidente de la Coordinadora Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería, que sostiene: los señores de la minería han puesto de rodillas al gobierno.

Las Asociaciones de Estudiantes de Biología, Derecho, Economía, Ingeniería Geográfica y Sociología apoyan a las comunidades ecuatorianas que reclaman sus derechos violados por la actividad minera; apoya un proyecto económico que promueva la agricultura y el turismo sustentables en los sectores rurales como Política de Estado; y apela a los deberes del Estado de defender el patrimonio natural y cultural, proteger el medio ambiente, promover el progreso económico sustentable de beneficio colectivo y asegurar la vigencia de los derechos humanos, como expresa nuestra Constitución Política, para rechazar la actividad minera en el territorio ecuatoriano .

Asociación Escuela de Biología
Asociación Escuela de Derecho
Asociación Escuela de Economía
Asociación Escuela de Ingeniería Geográfica
Asociación Escuela de Sociología