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Siria

Bachar el Assad no combate contra el EIIL, solo lo aparenta

Fuentes: Viento Sur

Hay indicios de que el máximo responsable del régimen sirio, dudando de la capacidad de sus propagandistas para convencer a los países occidentales para que vuelvan a relacionarse con él en ausencia de un gesto por su parte, ha emprendido la tarea de mostrar buenas intenciones. En el nuevo contexto creado en la región por […]

Hay indicios de que el máximo responsable del régimen sirio, dudando de la capacidad de sus propagandistas para convencer a los países occidentales para que vuelvan a relacionarse con él en ausencia de un gesto por su parte, ha emprendido la tarea de mostrar buenas intenciones. En el nuevo contexto creado en la región por la toma repentina de Mossul y el avance de las fuerzas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en dirección de Bagdad, ha comprendido que el apoyo militar que los americanos podrían pronto otorgar a las autoridades iraquíes no implicaba de forma alguna un cambio de actitud hacia él. Una eventual apertura en su dirección estaría condicionada, sin que ello signifique estar garantizada, a iniciativas serias por su parte contra esta organización terrorista, que actúa también en su territorio.

Desde que el Estado Islámico de Irak apareció en Siria, en la primavera del año 2013, exigiendo la fidelidad del Frente de Apoyo/Jabhat al-Nusra creado al comienzo del año precedente por yihadistas salidos de sus filas, y luego convertido en Estado Islámico de Irak y el Levante, haciendo de Raqqa su capital y el centro de su empresa de conquista de Siria, el poder sirio adoptó hacia él una actitud ambigua. Para beneficiarse de los excesos de este grupo radical, conducido por un conglomerado de islamistas fanáticos, de oficiales sunitas salidos del difunto ejército de Saddam Hussein y de antiguos responsables del Partido Baas disuelto por los americanos, que sus mujabarat [miembros de los servicios de inteligencia sirios. NdT] habían contribuido a bautizar, se ha abstenido de toda operación significativa en su contra. Demasiado feliz de ver llegar a Siria un espantajo más eficaz que el Frente de Apoyo, que había comenzado a paralizar a los occidentales, se ha contentado con llevar contra él ataques simbólicos antes de dejar definitivamente de tenerle como objetivo.

Cambiando de hombro el fusil, los últimos días acaba de atacar en dos ocasiones posiciones del grupo que, despectivamente, los sirios llaman solo por su acrónimo de Da´ech. Pero, para no dar garantías que no podría luego recuperar, ya que lo importante en estos momentos es demostrar lo que podría hacer si quisiera, y no implicarse en una verdadera guerra contra este «aliado objetivo», ha dado a sus operaciones un carácter mucho más espectacular que eficaz.

Un primer ataque, aéreo, se realizó el 12 de junio contra la ciudad de al-Chaddadi. Situada al sur de Hasaké, en la carretera que lleva a Deir al-Zon, al-Chaddadi se había convertido, desde su ocupación por el EIIL a comienzos del mes de febrero de 2014, en su principal implantación en la proximidad inmediata de Irak. Como en otras partes, la toma de esta ciudad hasta entonces controlada por el Frente de Apoyo, había puesto término a los bombardeos aéreos de que era objeto, de forma irregular, por parte de las fuerzas del régimen. El repentino cambio de actitud del ejército gubernamental habría sido provocado por la transferencia a al-Chaddadi de una parte de las armas pesadas, municiones, blindados y vehículos militares de fabricación americana, cogidos por el EIIL de los stocks del ejército iraquí en la toma de Mosul el 10 de junio.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, que señala la muerte de algunos miembros y de un responsable del grupo de nacionalidad tunecina, sugiere que la intervención de la fuerzas aéreas del ejército regular intentaba destruir esos materiales. Si tal es el caso, se habría saldado con un fracaso. Caídas sobre el palacio de un antiguo gobernador otomano y sobre una estación de depuración de agua, las bombas han producido 9 muertos y 10 heridos, en su mayoría entre la población civil. Pero ninguna fuente señala la destrucción de una parte al menos de esos materiales. Tres días después del ataque, una página de Facebook favorable al régimen no tenía otra cosa que mostrar que los restos de un camión cisterna y de un minibús…/1. Habrá que concluir de lo anterior que el ataque sobre al-Chaddadi, que no ha tenido continuación los días siguientes, no constituía más que una gesticulación de las fuerzas de Bachar al-Assad, y que una réplica seria por su parte al refuerzo de las capacidades militares del Estado Islámico se haría aún esperar.

Según activistas interrogados por la página de información en línea Siraj Press /2, otros puntos en poder del Estado Islámico en la región han sido bombardeados el mismo día porque, aunque de menor importancia, eran susceptibles de abrigar también materiales recuperados en Irak. Mientras que Tall Hamis, que no había sido atacado en general desde su toma por el EIIL hace cuatro meses, empezaba a recibir de nuevo los barriles explosivos, la localidad de al-Hawl estaba siendo atacada por la artillería pesada. Una vez más, ninguno de los materiales transferidos de Irak a Siria parece haber sido afectado por esos bombardeos, que no han causado, parece, ninguna pérdida en las filas de los combatientes de la organización islamista.

Una serie de intervenciones aéreas han seguido, el 17 de junio, contra la ciudad de Raqqa. Por primera vez desde la conquista de esta ciudad por el Estado Islámico, que había hecho de ella su «capital siria» en septiembre de 2013, un ataque aéreo ha apuntado a edificios particularmente importantes, que era de notoriedad pública que servían de sedes y puestos de mando del grupo islamista. Cuando se produjo el ataque del 29 de septiembre de 2013, resultó afectado sobre todo un instituto de enseñanza media en el momento en que los alumnos entraban en clase. Los habitantes de Raqqa y de otras partes de Siria sacaron entonces la conclusión de que el poder sirio no tenía ninguna intención de debilitar a los terroristas del EIIL, de los que tenía necesidad porque eran en realidad sus mejores aliados en su estrategia de contrainsurrección.

La situación no ha cambiado realmente con los bombardeos realizados este comienzo de semana. No es en el palacio del gobernador, ni en el centro cultural convertido en sede del tribunal religioso, ni en los antiguos edificios de la policía militar donde el Estado Islámico habría podido disimular una cantidad tan grande de material de guerra. De hecho, si bien ha habido víctimas civiles, no hay por ahora ninguna información que permita saber si los materiales en cuestión han sido algo dañados. Y hay motivos… Misteriosamente advertidos durante la noche precedente del comienzo de los ataques, ninguna información había evacuado de la ciudad sus hombres, sus armas, sus municiones, sus tanques y sus vehículos /3. Habrían salido por carretera, según testigos, hacia un destino desconocido…

La cooperación de los servicios de seguridad de la que ha gozado el grupo terrorista en esta ocasión no es una novedad en Siria. Nadie ignora en ese país que, cuando Hafez al-Assad ofrecía el asilo de sus fronteras -y el de la Bekaa libanesa…- al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de Abdullah Ocalan, confiaba simultáneamente a dos de sus múltiples servicios de información misiones contradictorias: uno de ellos debía aportar su apoyo a esta organización, porque le permitía ejercer presiones y luchar por procuración contra el estado turco al que le oponían diversos temas; el otro tenía la labor de perseguir a sus militantes y cuadros subalternos, a fin de mostrar a su poderoso vecino que cuidaba sus intereses y quería preservar con él «buenas relaciones». Nadie ignora tampoco que los islamistas pueden ser individual o colectivamente utilizados por un servicio de los mujabarat, antes de ser detenidos o utilizados por otro … o por el mismo, sin que sean conscientes de ello, para un «atentado suicida».

El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos sostiene que las operaciones de represalia realizadas en al-Chaddadi, en Tall Hamis, en al-Hawl y en Raqqa … y las que sigan, han sido ejecutadas «en coordinación con las autoridades iraquíes», para ayudarles en la contraofensiva emprendida para recuperar las regiones perdidas de Irak. Pero este alegato indirecto de Rami Abdel-Rahman [director del citado Observatorio. Ndt] en favor de una rehabilitación de Bachar al-Assad, cuya apertura a una cooperación con los responsables iraquíes equivale a una proposición de servicio a los americanos que les han aupado, no bastará. Nadie demanda del campeón autoproclamado de la lucha contra los grupos terroristas que «finja» llevar a cabo la guerra contra Da´ech (el EIIL) -una guerra que quizás sus aliados iraníes también le han reclamado para aliviar la presión sobre el régimen de Bagdad cuyos verdaderos padrinos son-, sino que combata seriamente a esa organización terrorista y que presente resultados concretos de esa confrontación.

Es tanto como decir que habrá que esperar mucho tiempo.

Esperando ese día…, los gobiernos que se preocupan por el atractivo ejercido por el radicalismo del Da´ech y la fascinación suscitada por su poder sobre una parte de la juventud de sus países podrían recordar que hay una alternativa al dejar hacer del régimen sirio. La encontrarán, a condición de que abran sus ojos y oídos, en las filas de los activistas que continúan llevando la llama de la revolución en medio de mil dificultades, y entre los grupos combatientes que tienen por objetivo declarado la puesta en pie en Siria de un estado civil democrático y pluralista, tras el derrocamiento de Bachar al-Assad, que es doblemente terrorista: directamente, porque ejerce el terrorismo contra su población a golpe de barriles de TNT, de productos químicos y de bombas de fragmentación; indirectamente, porque su connivencia y su inacción le hacen cómplice de los islamistas fanáticos del Da´ech.

Notas

1/ https://www.facebook.com/News.Hassa…

2/ http://www.sirajpress.com

3/ http://www.sirajpress.com

Fuente original: http://syrie.blog.lemonde.fr/2014/0…

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR