Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Un manifestante con una pancarta en la que aparece el jeque Ali Salman, jefe del movimiento de oposición chií al-Wefaq, tratando de protegerse de los gases lacrimógenos durante los enfrentamientos con la policía. (Foto: AFP)
Manifestantes y policía se enfrentaron el pasado sábado cuando los bahreiníes conmemoraban el cuarto aniversario del comienzo de las manifestaciones contra la monarquía gobernante de los Jalifa en 2011.
La policía lanzó gases lacrimógenos y bombas sónicas contra cientos de manifestantes, incrementando los controles y la vigilancia en numerosas calles y ciudades por todo el país.
Los manifestantes coreaban «Abajo Hamad» -en referencia al rey Hamad bin Isa al Jalifa- y ondeaban la bandera nacional roja y blanca de Bahrein.
Aunque aún no se ha informado de que se produjeran víctimas, los activistas subieron imágenes a las redes sociales mostrando pruebas de las heridas provocadas por perdigones:
[Regalo del gobierno de Bahrein a sus ciudadanos en el Día de San Valentín: @PHammondMP pic.twitter.com/rliTxI2deE
Nabeel Rajab (@NABEELRAJAB) 14 febrero 2015 ]
Las medidas de seguridad implantadas trataban de evitar que los manifestantes avanzaran hacia el centro de la capital, Manama, hacia el lugar [Plaza de la Perla] donde el levantamiento se concentró en 2011.
Los activistas quemaron neumáticos y utilizaron piedras, contenedores de basura y ramas de árboles para bloquear las carreteras en los pueblos.
El jefe de la seguridad pública, el teniente general Tariq al-Hasan, emitió severas advertencias antes de que se iniciaran las protestas, que fueron convocadas por la Coalición del 14 de Febrero, integrada por un grupo de jóvenes antigobierno, bajo el eslogan «Huelga de Resistencia».
Hasan aseguró: «Se emprenderán acciones contra quienes extiendan el terrorismo entre los ciudadanos o los residentes, pongan en riesgo la seguridad de los demás o intenten alterar la seguridad y estabilidad de la nación».
[ يوم #14 فبراير . .. يوم لن ينسى من الذاكرة البحرينية … # البحرين pic.twitter.com/fBkMljSMWX
Reem Khalifa ريم (@Reem_Khalifa) 14 febrero 2015 ]
La oposición, compuesta por toda una variedad de organizaciones liberales, de izquierdas e islámicas chiíes, ha exigido que se establezca una auténtica monarquía constitucional con un primer ministro electo (que en estos momentos es designado por el rey), aunque algunos manifestantes más radicales quieren que la monarquía de los Jalifa suelte por fin el poder. Llevan gobernando Bahrein desde el siglo XVIII.
El líder de la oposición, el jeque Ali Salman, secretario general del partido islámico chií al-Wefaq, está en la cárcel acusado de intentar derrocar al gobierno.
Desde su arresto el 28 de diciembre pasado, poco después de ser reelegido al frente del Wefaq, todos los días se han llevado a cabo protestas en los pueblos chiíes. Se ha informado asimismo de un aumento de los ataques contra las fuerzas de seguridad.
Otros líderes de la oposición arrestados son los defensores de los derechos humanos Zainab al-Khawaja y Nabil Rayab, activistas del Centro de los Derechos Humanos de Bahrein.
En declaraciones a Middle East Eye antes de que fuera sentenciado a finales de enero a seis meses de cárcel por «insultar a una institución pública», Rayab advirtió de que en Bahrein estaban se incrementando las tensiones.
«Casi cada familia chií tiene un miembro o dos en la cárcel, o alguien a quien le han disparado, matándole o hiriéndole», dijo Rayab. «Por tanto, la brecha es más profunda, la herida es más profunda que hace dos o tres años. Y cada vez hay mayor represión».
«Por vez primera desde la independencia del país [en 1971], tenemos una ley en Manama que estipula que no se permitirá ninguna protesta pacífica», añadió, indicando también que debido a la represión estatal, es cada vez más difícil organizar protestas fuera de la capital, aunque estén aún dentro de la legalidad.
Sayed Alwadei, responsable de las tareas de apoyo y defensa en el Instituto por los Derechos Humanos y la Democracia de Bahrein (BIRD, por sus siglas en inglés), dijo a Middle East Eye que el desafío de las protestas ha ido superando este año a los anteriores debido a las leyes cada vez más restrictivas respecto a las manifestaciones.
«Hay cientos de coches de policía desplegados por todo este diminuto país, puedes ver vehículos armados en todas y cada una de las salidas de los pueblos», dijo.
«Por tanto, si uno se fija en la situación, en cómo están intentando sitiar y vigilar todos los pueblos, todos los lugares, sin permitir que una protesta dure más allá de cinco o diez minutos antes de empezar a reprimirla… en circunstancias así no pueden verse protestas masivas y no porque a la gente le falte decisión y ánimo de lucha, es sencillamente porque las nuevas medidas de represión no les dan ni una oportunidad.»
Osos de peluche
Uno de los elementos más habituales en las protestas de este año ha sido la ubicua presencia de osos de peluche en las calles y barricadas.
¿En serio?… ¿Cuál es el motivo de que los manifestantes utilicen osos de peluche en las barricadas? ¿Por el día de San Valentín? #Bahrain pic.twitter.com/1dybbCCp1L
[Mohammed Al-Binateej (@ATEEKSTER) 13 febrero 2015
Osito vs APC: protestando en Bahrein http://t.co/rLA95ueQ0p pic.twitter.com/NXQYggzvBD
Miriam Elder (@MiriamElder) 13 febrero 2015 ]
Alwadei dijo que era un mensaje del Día de San Valentín al Estado.
«Quizá sea esta la forma que tenemos para demostrar nuestro amor en el Día de San Valentín: estando presentes en las calles y resistiendo frente a la dictadura», dijo.
«Por tanto, de alguna manera, constituyen un mensaje a las fuerzas de seguridad de que sus armas no nos aterran, ni todos esos mercenarios que han traído, ni todos sus vehículos armados, no, estamos dispuestos a estar ahí con los ánimos muy altos.»
[¿Guerra psicológica? La teoría de los osos de peluche evoluciona:
#Bahrain pic.twitter.com/Fo7UjTh8AQ
Amira al Hussaini (@JustAmira) 14 febrero 2015 ]
Pocas esperanzas de progreso
Por otra parte, los dirigentes de la oposición se han enfrentado también al aniversario de los levantamientos con cierto espíritu de pesimismo.
«El movimiento tiene ya cuatro años y la situación empeora cada vez más, todo sigue deteriorándose y cada dos por tres se amenaza a los ciudadanos con la pérdida de su nacionalidad», decía al-Wefaq en Twitter.
A partir del pasado mes de octubre, al-Wefaq ha estado tres meses prohibido por violar, según el gobierno, la ley de asociaciones y boicotear las elecciones parlamentarias de 2014.
«Hay pocas esperanzas de progreso en Bahrein. No se reconoce legalidad a la oposición», dijo Neil Partrick, analista especializado en estudios de seguridad y defensa de la región del Golfo del Royal United Services Institute.
El gobierno ha venido utilizando como arma despojar a los activistas -tanto en Bahrein como en el extranjero- de su ciudadanía para frenar su capacidad de influencia.
Alwadei estaba entre las 72 personas incluidas en una lista del ministerio del interior de Bahrein a quienes despojaron de la ciudadanía a primeros de febrero, supuestamente por «difamar la imagen del régimen, incitar contra el mismo y extender falsas noticias para entorpecer las normas de la constitución».
«Esa es la triste realidad del país», dijo. «Cuando estaba en Bahrein en 2011, la policía me dio una dura paliza, me metieron en la cárcel, me sometieron a torturas y me tuve que exiliar del país. Ahora continúan reprimiéndonos arrancándonos lo último que nos queda, que es nuestra identidad, así es cómo nos trata la familia gobernante».
Los intentos de llegar a un «diálogo nacional» en Bahrein han fracasado hasta ahora.
La posición estratégica de Bahrein, al albergar la V Flota de la Marina estadounidense y participar en la coalición dirigida por EEUU que lucha contra el Estado Islámico, ha hecho que la comunidad internacional se muestre renuente a aplicar presiones sobre el gobierno bahreiní por la continuada represión de los manifestantes.
El secretario del Foreign Office, Philip Hammond, hizo declaraciones el pasado mes en Bahrein alabando los intentos del gobierno de llevar a cabo reformas.
«Es un país que va en la buena dirección», dijo. «Está llevando a cabo reformas importantes. El príncipe heredero que se encarga de esa agenda está directamente involucrado en tal objetivo y ha hecho progresos significativos incluso en los últimos meses».
En diciembre, Hammond anunció que el Reino Unido tenía planeado construir una base naval en Bahrein.
A pesar de esto, Rachel Peterson, directora de comunicaciones de Americans for Democracy and Human Rights en Bahrein (ADHRB), sugirió un potencial cambio en EEUU, debido especialmente a las preocupaciones existentes por el crecimiento del sectarismo radical en el país.
«En nuestras conversaciones con el gobierno de EEUU, tanto con la rama del ejecutivo como con el Congreso, hemos visto una preocupación creciente ante la situación», dijo a Middle East Eye. «Están dándose cuenta del hecho de que además de necesitar trabajar con este gobierno en coalición contra el Estado Islámico, la política interna bahreiní está fomentando el extremismo en la región. Por tanto, están tratando de encontrar un equilibrio».
«Somos moderadamente optimistas y pensamos que el gobierno de EEUU empezará a utilizar algún tipo de presión para impulsar las reformas. Creo que este levantamiento no va a desaparecer, sus demandas son legítimas y va en interés de EEUU que se tengan en cuenta.»
También sugirió que la presencia de la V Flota podría ser también «un motivo de malestar para EEUU».
«Hablando de forma realista, si la situación se deteriora aún más, no sería un lugar muy hospitalario para que estuviera la base de EEUU», dijo.
Alex MacDonald ha sido en algún momento bloguero, cineasta y locutor. Lleva mucho tiempo siguiendo la política de Oriente Medio, Asia y el mundo musulmán en general, examinando las interminables luchas sociales e ideológicas de la región.