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Bellavista, tierra preñada de amianto (II)

Fuentes: Rebelión

4 – El «Guadiana» de Bellavista: los terrenos del «Cortijo del Cuarto» El 14 de junio del año 2013, la web del bufete de abogados «Oria, Pajares y Asociados» insertaba el siguiente texto: «La Diputación vallará la próxima semana la zona donde hay amianto. Mientras se realiza el estudio para la limpieza se aislará y […]

4 – El «Guadiana» de Bellavista: los terrenos del «Cortijo del Cuarto»

El 14 de junio del año 2013, la web del bufete de abogados «Oria, Pajares y Asociados» insertaba el siguiente texto:

«La Diputación vallará la próxima semana la zona donde hay amianto.

Mientras se realiza el estudio para la limpieza se aislará y se enterrarán los restos. Técnicos de Uralita viajarán a Sevilla para reunirse con la institución provincial.

La Diputación, propietaria de los terrenos del Cortijo de Cuarto donde han aparecido trazas de amianto 15 años después del cierre de la fábrica de Uralita, vallará de manera inminente la zona y como medida de prevención provisional realizará un movimiento de tierra para que los restos no estén en la superficie. El lunes, según confirmó el gerente de Sevilla Activa, Salvador Marcos, se iniciará por vía de urgencia el trámite para la contratación de estos trabajos que confía en que se terminen la próxima semana. La Diputación ya ha contactado con diversas empresas especializadas para conocer las distintas fórmulas para tratar estos residuos tóxicos, si bien su apuesta es «retirar la tierra contaminada» para limpiar el suelo, una labor para la que espera contar con la colaboración de Uralita ya que, si no, le reclamará su responsabilidad. También la próxima semana está prevista una reunión con los responsables de la empresa.

Los vecinos de la urbanización Jardines de la Alhambra dieron la voz de alarma en septiembre al detectar en el solar, ubicado frente a 68 viviendas y junto a un parque infantil y una arboleda, un «polvo blanco» en el cauce seco de un antiguo arroyo al que vertía la antigua fábrica. La Diputación recogió muestras y las mandó a analizar a un laboratorio especializado de Barcelona, que le dio los resultados en abril constatando la presencia de trazas de amianto, si bien ni Marcos ni el diputado de Sostenibilidad y Ciclo Hidráulico, Antonio Conde, pudieron precisar la concentración ni la superficie afectada así como el riesgo para los vecinos. Sí confirmaron que no se ha decretado ninguna situación de alerta sanitaria. Desde la Consejería de Salud tampoco han puesto en marcha ningún protocolo al respecto.

Será tras el vallado de la zona, según explicó Marcos, cuando se realizará el estudio para el que se cogerán «testigos» del terreno con el fin de determinar la profundidad a la que llegan los restos, la cantidad y los metros cuadrados afectados. A partir de ahí se elaborará el proyecto para su limpieza que deberá aprobar el Ayuntamiento de Sevilla, ya que aunque los terrenos son propiedad de la Diputación se hallan dentro del término municipal de la capital.

Marcos no precisó plazos pese a reconocer la necesidad de aislar la zona «urgentemente» para evitar que entren personas y especialmente niños ya que «al lado hay un parque infantil«. Precisamente, según los vecinos que alertaron a la Diputación, fueron las excursiones de los pequeños a este solar las que revelaron la existencia de los «polvos blancos» que han resultado ser trazas de amianto, una sustancia cuyo uso está hoy prohibido y cuya aspiración se ha demostrado que está vinculada a enfermedades respiratorias como la asbestosis, el cáncer de pulmón o el mesotelioma...

Desde Uralita, por su parte, se limitaron a admitir que la Diputación ha contactado con la empresa y representantes de la misma acudirán a la reunión, aún sin fecha, para conocer la información y «analizar cuál puede ser el origen» ya que «no hay constancia de que pueda ser un vertido de la fábrica porque cuando se cerró se limpió toda la zona«.

Por nuestra parte quisiéramos resaltar varios extremos:

Primero – Los terrenos afectados, no han pertenecido nunca a Uralita, aunque sí están situados en inmediata proximidad a los que pertenecieron a la empresa, y en los que en su momento estuvo instalada la fábrica. Por consiguiente, el desamiantado de los terrenos de Uralita, por muy bien realizado que éste haya podido ser, no atañe para nada al hallazgo casual habido, y que ha tenido su origen, al parecer, a causa del vertido de residuos de fabricación, al cauce de un arroyo, desecado a día de hoy, y que pasaba por la linde de los contiguos terrenos de la fábrica. Una externalización del riesgo, en suma.

Segundo – Cabe inferir razonablemente, que ese amianto está ligado de alguna forma a la presencia y condiciones reales de funcionamiento de la fábrica. Con ello se evidencia, que todo desamiantado que haya quedado referido meramente a los terrenos de la fábrica, por su limitación, nunca podrá ser considerado como exhaustivo, desde el momento en que ha quedado evidenciado que la contaminación no se circunscribió al interior del perímetro de vallado de la factoría. Así lo vendrían a corroborar, además, las manifestaciones de los vecinos, en el caso de la contaminación de terrenos propiedad del ayuntamiento, y abordada en nuestro anterior apartado, los cuales atribuyen el origen de la contaminación, al comportamiento los propios operarios de Uralita.

Si, además, se toman en debida consideración nuestras observaciones acerca de las condiciones de funcionamiento del anterior apeadero de mercancías, en lo relativo a la descarga manual de los sacos de yute con contenido de amianto friable (la borra, en bruto), parece razonable concluir que Bellavista precisaría de un plan integral de revisión, que permitiera, de una vez por todas, diagnosticar con certeza hasta dónde ha podido alcanzar, tanto en extensión como en profundidad, la eventual contaminación de los terrenos del entorno de lo que fue en su día la hoy extinguida factoría de elaboración de productos de amianto-cemento.

Casi dos años después, lo que iba a quedar resuelto en cuestión de una semana, vuelve a emerger en los medios de comunicación. En efecto, el 30 de abril de 2015, en un texto firmado por P.B. (no, no se trataba de «Paco Báez»), en «ABCdesevilla», y bajo el título «Recogen firmas para evitar la retirada de amianto cerca de un colegio de Bellavista», se incluían los siguientes párrafos:

«Los padres de los alumnos del colegio público José Sebastián y Bandarán han iniciado una recogida de firmas para impedir que se reanuden los trabajos de retirada de terrenos, procedente de la empresa Uralita, por posible contaminación con amianto de los límites del Cortijo del Cuarto, perteneciente a la Diputación de Sevilla. La Policía Local paralizó este miércoles estas actuaciones tras recibir numerosas llamadas de los vecinos de la zona…

los trabajos se han paralizado tras causar malestar entre el vecindario, que veían comprometida la seguridad de los alumnos de Infantil y Primaria del colegio José Sebastián y Bandarán, que tiene un patio abierto a escasos metros de la zona en la que los operarios retiran el posible terreno contaminado.

Según fuentes municipales, el director del centro educativo ha redactado un escrito y la asociación de padres y madres está recogiendo firmas para llevarlas al juzgado, que tiene la potestad para dirimir si los trabajos se ajustan a la normativa y pueden continuar o se prorroga la paralización«.

La polémica, recordémoslo, venía determinada por la negativa inicial a retrasar más las labores de desamiantado de los terrenos, para dar oportunidad de que terminase el curso escolar, y evitándose así la cercanía de los niños, durante el desarrollo de ese proceso de eliminación del asbesto presente, a tan escasa distancia. Una precaución, que por nuestra parte no podemos más que suscribir íntegramente.

El 1 de mayo de 2015, «alsurdesevilla.net» publicaba una información titulada: «La red de AMPAS apoya la paralización de recogida de amianto en Bellavista», en la que se incluía el párrafo siguiente:

«Los afectados afirman que no han recibido el material de seguridad que lucen los operarios, a pesar de la peligrosidad de encontrarse viviendo cerca de la zona de actuación. Asimismo afirman que no se han cumplido las promesas de la Diputación de Sevilla que indicó que iba a realizar los trabajos en verano, cuando los niños no acuden al colegio, para minimizar riesgos. Igualmente testigos presenciales indican que no se ha cumplido el protocolo puesto que no se ha humedecido el suelo antes de iniciar las actuaciones«.

En concordancia con todo lo antedicho, el 11 de mayo de 2015, «sevillaciudad.es», publicaba otro escrito de P.B., esta vez con el título: «Los ecologistas piden que acabe el curso para retirar el amianto de Bellavista», en el cual se incluían los párrafos siguientes:

«Ecologistas en Acción se une a la denuncia de madres, vecinos y profesores del colegio público José Sebastián y Bandarán en Bellavista del peligro de manipular residuos peligrosos de uralita en pleno curso escolar. Los ecologistas proponen que se espere al final del curso para seguir con estos trabajos.

La empresa Befesa SL, por encargo de la Diputación de Sevilla, debe retirar los residuos de amianto en terrenos del Cortijo del Cuarto, a escasos metros del colegio José Sebastián y Bandarán…

La Policía Local de Sevilla, que estaba dando un curso de educación vial en el colegio, ya paralizó las obras el 29 de abril, viendo que los trabajadores iban totalmente protegidos con equipamiento de seguridad mientras que los vecinos no habían recibido instrucción alguna…

La solución propuesta, de no llevar a los niños al colegio durante una semana, cuando falta un mes para finalizar el curso escolar, es cuando menos poco sensata.

Lo que solicitan los afectados y apoya Ecologistas en Acción «es de simple sentido común», detallan, «que se espere a que terminen las clases, para retirar el amianto«, advirtiendo con tiempo a los afectados de las precauciones a tomar: cerrar las ventanas, que niños, enfermos y ancianos no salgan a la calle a ciertas horas«.

El 2 de agosto de 2015, «sevilladirecto.COM» publicaba un texto titulado «Concluye la retirada de tierras con restos de amianto en Bellavista», y en el que se incluían los siguientes párrafos:

«Sevilla Activa había enviado una circular al CEIP José Sebastián y Bandarán en la que se informaba que las obras de limpieza no se llevarían a cabo hasta el final del período escolar. El cambio en el plan inicial de trabajo había sido motivado por la acción de la Plataforma ProBandarán

Las labores de retirada comenzaron a finales de abril con la instalación de un vallado de protección del perímetro, contando con la correspondiente licencia de obras por parte del Ayuntamiento y la aprobación del plan de trabajo del Proyecto de Recuperación Voluntaria de Suelo, un documento aprobado por la Delegación territorial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Delegación de la Consejería de Empleo, con las medidas de seguridad pertinentes para todos los implicados en el proceso.

Pero cuando los operarios de la contrata habían iniciado sus labores de actuación con el roturado de la tierra, la Policía Local visitó el tajo como consecuencia de la denuncia de un grupo de vecinos de Bellavista, quienes exponían que los operarios contaban con medidas de protección que no habían sido facilitadas a los habitantes del entorno y que era necesario extremar las medidas de precaución a la hora de retirar los terrenos posiblemente contaminados…

El pasado 9 de julio, las labores de retirada de tierras se reanudaban por fin con las «máximas» medidas de seguridad para los operarios de la empresa especializada Befesa Gestión de Residuos Industriales S.L. y para los vecinos de la zona, según informaba la Diputación, según la cual, tanto la Asociación de Vecinos de Bellavista, como la Asociación Avida de víctimas del amianto, como los vecinos, habían prestado su apoyo al proyecto de recuperación voluntaria del suelo y a la retirada de la tierra contaminada, en lugar de su soterramiento. La tierra susceptible de estar contaminada, así, sería retirada para su traslado a un centro de tratamiento de residuos, posterior análisis y comprobación, por un laboratorio especializado, del no riesgo para la salud de los suelos ya descontaminados y, con los resultados favorables de este análisis en la mano, rellenar con «tierra de préstamo» (sin contaminación de ningún tipo) la parcela, para que vuelva a su estado originario.

Según el cronograma, la actuación contaba con una duración prevista de unos 25 días. En los primeros tres días se retiraría la tierra contaminada; entre 15 y 20 días tardarían los resultados del análisis de comprobación del terreno ya descontaminado y en dos o tres días más, se producía el relleno de la parcela, para dejarla en su estado originario.

El 3 de agosto de 2015, en comunicación personal del Técnico en Prevención de Riesgos Laborales, nuestro buen amigo Antonio Bernardo Reyes, nos manifestaba lo siguiente:

«aquí no se trata de terrenos de la parcela que ocupaba antiguamente la fábrica de Uralita de Bellavista, sino de otros terrenos próximos, situados entre la factoría y el río Guadaíra, probablemente contaminados a lo largo de los años en los que estuvo activa, por efluentes residuales del proceso productivo y/o restos sólidos, a modo de escombreras, de recortes, placas o tubos rotos, etc., etc., etc.

En el caso de Eternit Casale, los efluentes pasaban directamente (a pie de fábrica) a un canal que vertía al río Po. En la desembocadura de este canal, se formó a lo largo de los 80 años de actividad industrial un delta de 60-70 metros de longitud, un banco formado por arena y amianto, una verdadera playa residual, lo que evidencia la magnitud de la contaminación, vía efluentes (en las muestras recogidas de esta «playa» se obtuvieron hasta 705 mg/kg de crisotilo-crocidolita).

http://www.comune.casale-monferrato.al.it/flex/cm/pages/ServeBLOB.php/L/IT/IDPagina/287 

Esta situación debe ser idéntica o similar en todas las fábricas de fibrocemento. Como bien sabes, todas ellas tenían que instalarse en la proximidad (en algunos casos inmediata) de una línea férrea, para asegurar el suministro de cemento y amianto. Y, en la mayoría de las ocasiones, de un curso de agua (Eternit en Niederurnen, el Mülibach, con un canal previo que pasaba justo por la fábrica; Eternit Casale, el río Po, también con un canal previo a las puertas de la factoría; Uralita Cerdanyola, el riu Sec, siendo conocida la situación de los vertidos, que llegaban a las huertas próximas (http://afectatsamiant.com/fabricauralita.html);

Uralita Bellavista, río Guadaira; Intuyo que si se compararan fotos aéreas de la zona, antes de Uralita y después (creo que el curso del Guadaira se cambió a lo largo de estos años), podríamos ver la formación de un banco o playa similar en las proximidades de la fábrica«.

El 25 de agosto de 2015, un texto de «europa press», publicado en «LA VOZ DE CÁDIZ.es», y titulado «Arranca la segunda fase de la descontaminación de amianto de Cortijo del Cuarto», incluía estos párrafos:

«Un equipo de operarios de Befesa Gestión de Residuos Industriales, por encargo de la sociedad provincial Sevilla Activa, perteneciente a la Diputación, ha emprendido este martes en la calle Jardines de la Granja, en el barrio hispalense de Bellavista, la segunda fase de la operación promovida para desterrar cualquier posibilidad de contaminación por amianto en esta parcela propiedad de la institución provincial y en la que antaño se alzaba una planta de la antigua Uralita (sic). Estos trabajos se prolongarán hasta el sábado 29 de agosto, según han informado fuentes de la Diputación.

Hablamos de los trabajos encargados por la Diputación a Befesa, para la retirada de las tierras de la zona de Cortijo del Cuarto, propiedad de la institución provincial, correspondientes a la parcela de la antigua planta de Uralita, dado que se trata de terrenos susceptibles de contaminación por amianto…

Las labores de retirada comenzaron a finales de abril…

El pasado 9 de julio, las labores se reanudaban, por fin, con las «máximas» medidas de seguridad para los operarios de la empresa especializada Befesa Gestión de Residuos Industriales S.L. y para los vecinos de la zona, según informaba la Diputación, según la cual tanto la Asociación de Vecinos de Bellavista, como la Asociación Avida de víctimas del amianto, como los vecinos, habían prestado su apoyo al proyecto de recuperación voluntaria del suelo y a la retirada de la tierra contaminada, en lugar de su soterramiento.

La tierra susceptible de estar contaminada, así, sería retirada para su traslado a un centro de tratamiento de residuos, posterior análisis y comprobación, por un laboratorio especializado, del no riesgo para la salud de los suelos ya descontaminados y, con los resultados favorables de este análisis en la mano, rellenar con «tierra de préstamo» (sin contaminación de ningún tipo) la parcela, para que vuelva a su estado originario.

Culminada la operación hace pocas semanas, la Diputación anunciaba una nueva intervención de la misma naturaleza, también de la mano de Befesa, porque «los resultados de la analítica del terreno confirman que la parcela aún presenta trazas de amianto en el terreno intervenido«…«

Y es que, en efecto, 17 de diciembre de 2015, «sevilladirecto.COM» publicaba el artículo de Juanma Moreno, titulado: «El grado de contaminación por amianto en Bellavista no garantiza la ausencia de riesgo para la salud». De dicho texto, entresacaremos los siguientes párrafos:

«Después de analizar los restos retirados en las labores de recuperación de este verano la Administración andaluza considera que el proceso de descontaminación no ha concluido y que no se puede garantizar la inexistencia de riesgo para los vecinos de la zona. Serán precisas nuevas tareas de descontaminación pese a que la empresa certificadora del proceso pretendía dar por concluidas las labores de limpieza.

El informe técnico del Servicio de Protección Ambiental de la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, sobre la ‘Certificación final del Proyecto de Recuperación Voluntaria para la Parcela Cortijo Cuarto de Bellavista’, al que ha tenido acceso este medio, determina que «no procede dar por finalizada la recuperación voluntaria de los suelos objeto de análisis», atendiendo a los índices de contaminación hallados en los restos estudiados.

Asimismo, este informe aprueba la revisión del valor objetivo de descontaminación pero en términos muy distintos a los planteados por la empresa responsable de la supervisión y certificación del trabajo de recuperación. En su informe, ésta, INERCO Inspección y Control, propone fijar ese nivel objetivo en 12.000 mg/kg, sin embargo, el Servicio de Protección Ambiental limita a 100 mg/kg la presencia de amianto en las tierras de Cortijo Cuarto para considerarlas descontaminadas. La Resolución emitida por la Administración andaluza el 26 de junio de 2014, que regula el proyecto de recuperación voluntaria de esta parcela, fijaba el objetivo de recuperación en 2 mg/kg de concentración de amianto en suelos.

El objetivo de recuperación era 2 mg/kg, la empresa proponía elevarlo a 12.000 mg/kg.

Los resultados de las últimas pruebas realizadas en el Cortijo Cuarto de Bellavista arrojan índices de contaminación de hasta 890 mg/kg. Estos análisis se realizaron en dos fases, con 15 muestras analizadas en cada una de ellas. Los resultados de la primera fase -entre el 7 y el 14 de julio de 2015- oscilaban entre 3,9 mg/kg y 57.000 mg/kg. De este modo todos los restos analizados superaban el valor objetivo inicial de 2 mg/kg. Además, todas las muestras salvo una superaban los 100 mg/kg que la Junta de Andalucía propone como límite para el nivel de riesgo. De las 15 muestras tres rebasan el valor de 12.000 mg/kg que INERCO entendía como nivel de riesgo. En este contexto tiene lugar una segunda fase de análisis -del 25 al 30 de agosto- analizando otras 15 muestras, de éstas se obtienen valores comprendidos entre 2,1 y 890 mg/kg. Por otro lado, el certificado de recuperación de la empresa apunta que «se observa presencia de amianto bajo 1,5 metros de tierra en un talud que limita con la zona de actuación con las calles Jardines de la Granja y Jardines de la Alhambra«, cuando en el proyecto inicial indicaban que se trataba de «aparentemente una afección muy superficial«.

Así, en el certificado de INERCO se apunta que todas las muestras presentan concentraciones de amianto inferiores a 12.000 mg/kg y propone elevar de 2 a 12.000 mg/kg el objetivo de recuperación de las tareas de limpieza.

Es ahora cuando el Servicio de Protección rechaza esa propuesta y reconsidera el objetivo de recuperación situándolo en 100 mg/kg. En concreto, el informe de la Administración andaluza señala que «no se considera que el valor propuesto de 12.000 mg/kg garantice la inexistencia de riesgos inadmisibles, dada la incertidumbre que conlleva la elección de algunos de los parámetros de cálculo, que no ha sido conservadora en todos los casos». Además, el informe de la Delegación de Medio Ambiente, remitido este miércoles a Sevilla Activa (Diputación de Sevilla) como propietaria de los terrenos, reconoce que en la normativa española «no hay una concentración límite de referencia para amianto en suelos, pero sí a modo informativo, cabría indicarse que en la normativa holandesa se establece un valor de intervención de 100 mg/kg para asbestos«…

Pese a la corrección en la metodología empleada hay algunos aspectos de este proceso de recuperación que arrojan dudas entre vecinos y expertos. Según explica a Sevilla Directo Antonio Delgado, presidente de la Asociación de Víctimas de Amianto, Avida, «toda la normativa española y europea en su conjunto para llegar a la conclusión de la prohibición se ha expresado siempre en términos de partículas por centímetro cúbico, porque se supone que la partícula que hace daño es la que está suspendida en el ambiente y la que con cierta facilidad puede ser inhalada por las personas, y en consecuencia siempre nos hemos expresado en términos de fibras por centímetro cúbico, como se contempla en el RD 396/2006, que es la única normativa española que regula los procesos de desamiantados en barcos, trenes, edificios, etcétera»…

«Se ve que han hecho uso de una ley para un conjunto de elementos contaminantes y han metido en el mismo saco la cuestión del amianto, lo cual nos llama la atención porque hay una legislación específica siempre en términos de contaje de fibras en el ambiente y nunca en gramos, porque lo pernicioso del amianto es la fibra en el ambiente que entra en el aparato respiratorio», señala Delgado. «La expresión en mg/kg es una expresión que hasta ahora no ha sido motivo de debate en el Grupo de Trabajo de Amianto, y en consecuencia no me atrevo a valorar qué puede representar. Podríamos tener una lectura fácil y rápida si sabemos cuántas fibras pueden entrar en un miligramo. Esta expresión novedosa tendrá razón de ser desde un punto de vista técnico pero habría que sentarse y traducirlo a fibras por centímetro cúbico porque podría ser engañoso» añade.«

Quedó publicado, el 18 de diciembre de 2015, en relación con el contenido de ese artículo, el siguiente comentario de «José»:

«Es un verdadero despropósito, y un quebradero de cabeza para los vecinos que desconocen la gravedad del tema.

En la misma foto que ilustra este artículo por ejemplo, se muestra un movimiento de tierras, supuestamente con amianto, con una polvareda que a todas luces está en contra del RD396/2006. Los inspectores de trabajo deberían haber estado durante la descontaminación y comprobar que se cumplía estrictamente con el Plan de Trabajo con Riesgo de Amianto necesario para la realización de la obra. Con esa foto, evidentemente no se cumplía con las mínimas medidas de seguridad. Las tierras debieron retirarse humedecidas, no ya con un aglutinante específico para amianto, que es lo que procede, pero al menos humectarlas con agua y que se asegure el abatimiento de las fibras de amianto durante la carga de los camiones.

Esperemos que en la siguiente fase de la excavación sean más cautelosos, porque además a escasos 10 metros hay un parque infantil«.

Es muy poco probable, por no decir que casi imposible, que patologías asociadas a la exposición al amianto, que no sean las placas pleurales o el mesotelioma, puedan desencadenarse a causa de una contaminación no ocupacional.

Eso es así, porque las dos enfermedades mencionadas tienen la característica común, de que para desencadenarlas bastan dosis muy débiles, concentraciones mínimas, o exposiciones breves, esporádicas, puntuales, o incluso únicas. Afortunadamente, no todos los expuestos las desarrollan, evidenciándose así, que posiblemente intervendrá también en ello un co-factor de predisposición genética, que en modo alguno exonera de responsabilidad causal al asbesto. Además, y por lo que respecta al mesotelioma, su tiempo de latencia (intervalo temporal transcurrido entre el momento de la exposición y el afloramiento de los primeros síntomas o el diagnóstico), se cifra en varias décadas.

A tenor de lo antedicho, los estudios epidemiológicos evidencian el registro de tasas netamente superiores a la de fondo de la zona geográfica o país considerado, que para las placas pleurales se cifra en decenas de kilómetros de distancia desde el foco industrial o natural de emisión del amianto, y para el mesotelioma, en varios kilómetros, en concordancia con la dirección de vientos predominantes -un elemento de convicción-, y mostrando un gradiente de intensidad decreciente alrededor del foco emisor de la contaminación, constituyendo ello también otro elemento de convicción. En el caso del mesotelioma, la afectación llega a alcanzar incluso a los animales domésticos residentes en esos entornos, y para los cuales no cabe imaginar ninguna suerte de exposición laboral oculta y no evidenciada.

Los estudios experimentales con animales de laboratorio, vienen a confirmar plenamente la evidencia epidemiológica que señala que bastan dosis muy débiles, para desencadenar el mesotelioma.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.