Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite desde hace nueve meses.
130 casos de cáncer, 138 de enfermedades cardiovasculares, 265 casos de diabetes, 279 casos de hipertensión, 162 casos de VIH. Estas son solo algunas de las enfermedades desatendidas que ha encontrado Médicos de El Mundo durante los últimos 32 meses reflejadas en el III Informe sobre Barreras de Acceso al Sistema Nacional de Salud. La entidad ha atendido a más de 28.700 personas que se encontraron con obstáculos para recibir atención médica o acceder a tratamientos esenciales. Las personas más afectadas: migrantes en situación irregular y población con bajos recursos. Mientras tanto, el proyecto de ley que hace siete meses presentaba el Ministerio de Sanidad liderado por Mónica García, que promete el retorno al acceso universal de la sanidad, permanece en trámites parlamentarios.
Médicos del Mundo ha documentado 69. 650 casos de barreras al acceso sanitario, 2,4 por persona, que tienen que ver, sobre todo, con la discriminación administrativa, cerca del 41% de los casos corresponden a requisitos legales y administrativos. Además existen barreras económicas y físicas: 16. 500 casos documentan cómo el coste de tratamientos o la falta de accesibilidad a centros de salud impactan directamente en las personas más vulnerables. Por último, han documentado una falta de información y adaptación cultural, en un 25% de los casos hay ausencia de traducción, mediación intercultural y comunicación clara en los centros sanitarios, “creando un efecto disuasorio para quienes más necesitan ayuda”.
Por sexos esta situación impacta principalmente sobre las mujeres el 61,4% eran mujeres frente a un 38,58% de hombres. Entre los casos, 885 niños y niñas y 363 mujeres embarazadas enfrentaron barreras debido a la exigencia de demostrar una residencia de más de tres meses. Además, 1.375 solicitantes de protección internacional se enfrentaron a estas barreras, así como 305 personas mayores reagrupadas por sus hijos e hijas.
La exigencia del empadronamiento
En 2012, el gobierno de Mariano Rajoy acabó con la universalidad en la atención sanitaria. Colectivos como los migrantes en situación irregular, esto es sin NIE, se quedaban fuera de las prestaciones, a excepción de embarazadas, menores y las personas atendidas por urgencias. El PSOE, desde su llegada al poder, se comprometió a retomar el libre acceso, pero aún no lo ha hecho al 100%. Lo intentó con el Real Decreto 7/ 2018, pero lo hizo de manera incompleta, tal y como denuncian desde Yo Sí Sanidad Universal, quienes lo reflejaban en 2022 en el informe El derecho a la asistencia sanitaria en las comunidades autónomas: Un derecho hecho pedazos que constata el “caos”, la “confusión” y la “inseguridad jurídica” existente en la actualidad.
La actual norma establece que las personas que se encuentran de
manera “temporal” en nuestro país necesitan un informe de servicios
sociales para recibir atención sanitaria. En unas recomendaciones
emitidas a posterioridad, sin rango de ley y, por tanto, no
obligatorias, la estancia temporal se traducía en excluir de la atención
a aquellas personas que lleven menos de 90 días en el país. Las
comunidades compraron esta lectura restrictiva y comenzaron a exigir
empadronamientos de más de tres meses para recibir asistencia.
Por eso hoy, y tal y como se refleja en el informe de Médicos del Mundo, el empadronamiento como medio de prueba de que la persona reside en España, unido a la exigencia de demostrar que dicha residencia es superior a tres meses, se erigen como los principales escollos e impacta en el 16.508 casos. “Para muchas personas migrantes, sobre todo aquellas en situación de mayor vulnerabilidad social, puede resultar imposible empadronarse, bien por no contar con un documento identificativo en vigor, por vivir en alquileres informales, zonas de infravivienda o directamente tratarse de personas sin hogar”, alertan desde Médicos de El Mundo.
Entre las recomendaciones de esta entidad, está la aprobación del proyecto de ley que “recupere la redacción del artículo 3 de la Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud previa a 2012 y reconozca la titularidad del derecho a la atención sanitaria a todas las personas que viven de forma efectiva en España, independientemente de su situación administrativa” y que esta ley, mediante el desarrollo reglamentario, procure de un acceso homogéneo en todas las comunidades. Inciden en lo apremiante: asegurar en todo caso la atención con cargo a fondos públicos a menores de edad, mujeres embarazadas y atención en urgencias. Además, piden modificar la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios “para asegurar el acceso a la prestación farmacéutica de personas en situación de vulnerabilidad social”.