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Chris Simmons, el charlatán de turno de la guerra mediática anticubana

Fuentes: Rebelión

Poco tiempo dedicaré esta vez al señor Chris Simmons del que ya he escrito en dos trabajos anteriores: «Chris Simmons, de caza «espías» a fabricante de historietas» y «Entrevista exclusiva con Chris Simmons, ex coronel de la DIA. Su percepción manipulada de Cuba«, donde mis lectores pueden conocer de primera mano su dudosa veracidad en […]

Poco tiempo dedicaré esta vez al señor Chris Simmons del que ya he escrito en dos trabajos anteriores: «Chris Simmons, de caza «espías» a fabricante de historietas» y «Entrevista exclusiva con Chris Simmons, ex coronel de la DIA. Su percepción manipulada de Cuba«, donde mis lectores pueden conocer de primera mano su dudosa veracidad en cuanto a asuntos relacionados con un supuesto y persistente espionaje cubano en EEUU. Personalmente no me sorprende que salga de su ostracismo y pérdida de protagonismo para buscar como relanzar mediáticamente a su figura.

En esta oportunidad ha salido a la palestra pública -sin mostrar una muestra de sensatez y cordura, sumándose a la guerra mediática anticubana que lo conduce a un cuestionable ridículo- para inventar otra de sus ya descabelladas falacias, nada menos que empleando a la subversiva Martínoticias como vocera. La nueva patraña de Simmons se reduce a que Cuba obtiene pingües ganancias mediante la venta de secretos sobre USA a otras naciones, sugiriendo a Corea del Norte, Irán, Rusia y China, entre otros, llegando a superar estos ingresos a los que la Isla obtiene mediante el turismo. Tamaña falacia la de este personaje.

Abocado en generar una histeria anticubana en Miami, Simmons miente cuando dice tener conocimiento de que Cuba tiene más de 200 agentes en EEUU, entre los cuales 50 actuarían en la citada ciudad floridana, con la misión de espiar a los miembros de la comunidad y a entidades gubernamentales norteamericanas, tales como la sede del Comando Sur, en el Doral, y el Comando Central, en Tampa, dedicado a la lucha global contra el terrorismo. Asimismo especula sobre actividades de espionaje de la embajada cubana en Washington, la misión cubana ante la ONU, en Nueva York, y un inventado centro de espionaje supuestamente cercano al río Mississippi.

Como era de esperarse, Simmons tilda a la oficina de la agencia Prensa Latina, abierta en el pasado abril de 2017, como «entidad al servicio de un gobierno extranjero porque en realidad responde y sirve a los intereses de otro país».

Hoy Simmons, descaradamente, pasadas sus glorias, dedicase tan solo a especular, inventar historias y fake news, a cambio de un poco de dinero y de dudoso impacto mediático.

Maniobra anticubana de Cámara de Diputados de Chile desconoce nuestra soberanía  

Un desalmado grupo de 83 miembros de la Cámara de Diputados chilena aprobó ayer un proyecto de resolución que solicita al estado cubano se disculpe por la expulsión de los dos diputados chilenos de nuestro país -Jaime Bellolio y Miguel Ángel Calisto- por haber sido impedidos de participar en el show mediático y provocador montado por la Payá en La Habana. Otros 27 miembros de la Cámara se abstuvieron, mientras que 22 se opusieron dignamente a la maniobra anticubana. Se sabe que Bellolio no pudo viajar desde Miami a La Habana al prohibírsele la entrada, mientras que el segundo fue expulsado soberanamente del país.

Asimismo dicho proyecto reclama al gobierno chileno, en abierta injerencia en nuestros asuntos internos, el apoyo a los grupos subversivos de la contrarrevolución interna. A partir de ese incidente el propio canciller chileno amenazó a Cuba con posibles daños en las relaciones bilaterales.

El derecho soberano de Cuba de protegerse de aquellos que fomentan la subversión y conspiran contra su gobernabilidad es legítimo y sus acciones no merecen excusa alguna a «los ofendidos». Cuba está abierta a quien la visita con buena fe pero nunca permitirá -parta de donde parta- ofensa alguna a su soberanía. ¿Está claro?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.