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Comercio de emisiones

Fuentes: Ecologistas en Acción

A seis meses de que comience el comercio de emisiones por fin se dispone de un borrador del Plan Nacional de Asignación. Ecologistas en Acción considera que es el primer paso que se da en España para reducir emisiones de CO2 desde que se firmó el Protocolo de Kioto en 1997. Hay que considerar la […]

A seis meses de que comience el comercio de emisiones por fin se dispone de un borrador del Plan Nacional de Asignación. Ecologistas en Acción considera que es el primer paso que se da en España para reducir emisiones de CO2 desde que se firmó el Protocolo de Kioto en 1997.

Hay que considerar la presentación de un borrador de Plan Nacional de Asignación como un pequeño avance para frenar el cambio climático, sobre todo porque el anterior gobierno del Partido Popular retrasó irresponsablemente su elaboración (como cualquier otra medida sobre cambio climático) y el nuevo gobierno ha abordado la tarea con decisión. Aunque es cierto que la Comisión Europea ha sido firme en exigir la presentación de los Planes retrasados, también lo es que el presidente Zapatero ha declarado claramente la intención de cumplir el compromiso de Kioto.

El sistema de comercio de emisiones afecta al 45% aproximadamente del CO2 producido en España, generado por el sector energético y gran parte del industrial. Para no superar el objetivo comprometido (15% de aumento entre 2008-2012 y vamos ya por el 40%) no se debe permitir que estos sectores emitan más de ese 15% en el periodo de cumplimiento. Al mismo tiempo, el Plan de Asignación debe contener previsiones de reducción de CO2 en otros sectores que no participan en el comercio de emisiones, en concreto el transporte y residencial, por su elevado peso en las emisiones de CO2 (28% y 8% respectivamente). Ambas vías de actuación son necesarias para poder cumplir el Protocolo de Kioto.

Sin embargo, tecnológica y socialmente es más factible obtener reducciones de emisiones en unas actividades que en otras. El sector eléctrico es con notable diferencia el que tiene más posibilidades de reducir CO2 con la adopción de tecnologías eficientes, y esto se tiene que reflejar en el reparto de derechos del Plan de Asignación. No puede recibir suficientes derechos como para seguir funcionando como hasta ahora y debe pedírsele un esfuerzo mayor que a otros s implicados en el comercio de emisiones. Tampoco hay que olvidar que es uno de las «industrias» que más se ha beneficiado de la actividad económica de los últimos años, como muestra el que el consumo de electricidad creciera más de un 26% desde 1997 a 2001, y consecuentemente las emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora no pueden negarse a contribuir seriamente a resolver un problema del que son los principales causantes, pues es la actividad más emisora de CO2.

Para evitar o disminuir la compra de derechos de emisión en el futuro, hacia 2008 cuando se prevé que sean más caros, es imprescindible que ahora el Plan de Asignación favorezca la producción eficiente, y por tanto que el sistema de reparto de derechos se haga en función de parámetros de producción como los Kwh generados por una central y no de acuerdo con sus emisiones históricas. De este modo se evita favorecer a las centrales más ineficientes. Por este motivo tampoco es razonable que se permita al sector eléctrico gestionar todos sus derechos en una «bolsa común» («pooling»), sino que cada instalación responda por lo suyo.

Para Ecologistas en Acción el Plan de Asignación es un primer test de la voluntad política del nuevo Gobierno para frenar el cambio climático y responder a los compromisos internacionales sobre el medio ambiente. Los países europeos con mayor peso económico están avanzado con lentitud hacia la reducción de emisiones, esperemos que el Estado español se suba de una vez a este tren.

Más información: Cristina Rois 915 22 09 65 – 646 70 82 61