La reforma y el cambio democrático son la garantía de la continuidad de la Intifada hasta la independencia. Cuatro años transcurrieron desde el estallido de la Intifada de Al-Aqsa y la independencia. Nuestro pueblo se levantó unido con todas sus fuerzas y sectores contra la ocupación y dió una contundente respuesta a los Acuerdos de […]
La reforma y el cambio democrático son la garantía de la continuidad de la Intifada hasta la independencia.
Cuatro años transcurrieron desde el estallido de la Intifada de Al-Aqsa y la independencia. Nuestro pueblo se levantó unido con todas sus fuerzas y sectores contra la ocupación y dió una contundente respuesta a los Acuerdos de Oslo que no representaban los intereses del pueblo palestino y a la intransigencia israelí en Camp David al intentar imponer su solución.
Para todos fue confirmado que la política de Oslo-Camp David, no era el camino hacia la libertad, la independencia y la paz de nuestro pueblo. Sólo la opción de la Intifada fue y es el único camino hacia la paz equilibrada que garantiza el derecho de nuestro pueblo a la independencia y al retorno.
La Intifada logró un consenso internacional representado en el derecho del pueblo palestino a un estado independiente como condición indispensable para la paz y la estabilidad en la zona.
Israel vive una profunda y aguda crisis a nivel político, económico y moral debido a la Intifada y el fracaso de imponer una solución militar a través de la represión y la salvaje agresión que ha causado hasta el momento miles de victimas palestinas. Sharon intenta ocultar esta realidad a través de su pésimo proyecto llamado «Plan de Separación Unilateral».
La Intifada y la Resistencia, la claridad y la decisión requerida en la posición palestina de rechazar el plan de Sharon son la garantía de frustrar las maniobras sionistas y de obligar a Israel a ceder ante nuestros derechos.
Hoy la Intifada culmina su cuarto año con una legendaria resistencia y grandes sacrificios ofrecidos con paciencia y solidez sin precedentes.
Es el momento de fortalecer la gloriosa sublevación y aliviar el peso del sufrimiento palestino mediante la eliminación de los obstáculos que entorpecen la trayectoria de la lucha popular y de limpiar las instituciones nacionales de la corrupción, el absolutismo y el caos. Es necesario darle participación al pueblo y a sus fuerzas activas en la toma de decisión nacional a través de una dirección unida basada en un programa común que lleve a una concordancia sobre los objetivos de la Intifada y sus instrumentos. También iniciar un proceso serio de reforma y cambio democrático a través de elecciones transparentes y libres a nivel municipal, legislativo y presidencial, de acuerdo a una ley electoral moderna que garantice la participación de todas las fuerzas sobre la base de la representación porcentual, y una presencia aceptable de la mujer y la juventud.
El Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), como un paso en ese camino de cambio, llama a todos los hijos de nuestro pueblo a dirigirse a los Centros de Registro para expresar su voluntad y decisión, radicada en la necesidad de realizar elecciones que serán una entrada a la reforma que fortalecerá la resistencia, combatirá la corrupción y protegerá la Intifada.