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Crecen denuncias de compra de votos en Guatemala para reabrir la caza de ballenas

Fuentes: Ecoportal.net

Organizaciones ecologistas denunciaron durante una demostración realizada el sábado frente a la casa presidencial, que países balleneros han presionado para lograr que la República de Guatemala apruebe la firma de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de la Ballena. Los ambientalistas guatemaltecos temen que si la propuesta es ratificada por el Ejecutivo, […]

Organizaciones ecologistas denunciaron durante una demostración realizada el sábado frente a la casa presidencial, que países balleneros han presionado para lograr que la República de Guatemala apruebe la firma de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de la Ballena. Los ambientalistas guatemaltecos temen que si la propuesta es ratificada por el Ejecutivo, el voto de Guatemala pueda ser determinante para reabrir la caza comercial de ballenas, prohibida desde 1986 en todo el planeta.

Docenas de niños acompañados de personas mayores, estudiantes y organizaciones ecologistas y de derechos humanos realizaron una demostración el sábado por la mañana frente a la casa presidencial, demandando al Presidente de Guatemala, Oscar Berger, que vete el decreto aprobado por el Congreso. Durante la demostración, los activistas denunciaron que hubo compra de voluntades para lograr el dictamen favorable de funcionarios públicos y el voto de algunos diputados.

«Guatemala no tiene ningún interés ballenero y no es lógico que ratifique una convención destinada a la regulación de la caza de las ballenas. Las evidencias muestran que ha habido influencias externas para lograr la entrada del país en dicha comisión, con la intención de que vote a favor de la apertura comercial de la caza de ballenas», declaró Carlos Albacete de Trópico Verde. «La visita de un diputado a Japón, para conocer el supuesto programa de protección de las ballenas que realiza dicho país, levanta serias dudas sobre la forma en que se consiguió el voto de algunos congresistas para aprobar la Convención. Además, el dictamen de UNIPESCA recomendando la ratificación revela claramente que los funcionarios de dicha institución pretenden ayudas económicas externas si Guatemala entra a formar parte de la CBI», denunció el ecologista.

La aprobación de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de la Ballena por parte del Congreso de Guatemala se realizó, a petición del Presidente de la República, sólo dos semanas después de una visita a Japón que realizaron miembros del Ejecutivo, entre los que se encontraba el propio presidente Berger. «La sociedad guatemalteca se vio sorprendida por esta aprobación, ya que se realizó en la semana del 15 de septiembre (Día de la Independencia), en la que el Congreso trabajó únicamente un día y medio. Además de esto, en el informe financiero presentado por el presidente del Congreso a diferentes medios de prensa el 27 de septiembre se eliminaron los gastos de este diputado que viajó a Japón para conocer sobre las ballenas, según reportaron los medios de comunicación. Todas estas evidencias son suficientes para concluir que se está induciendo la firma de la convención para favorecer intereses externos», afirmó Carlos Salvatierra del Colectivo Madreselva.

«La controversia sobre la compra de voluntades por parte del Gobierno de Japón proviene desde finales de la década de 1990, cuando diferentes medios de prensa internacionales empezaron a publicar declaraciones de altos oficiales japoneses que reconocían que estaban reclutando a países para que entraran a formar parte de la Comisión Ballenera Internacional, a cambio de la ayuda que recibían para el desarrollo», declaró Francisco Sánchez de H.I.J.O.S., una organización local en pro de los derechos humanos. El activista hizo un llamado al Gobierno de Guatemala «para que el país no cambie su dignidad y soberanía a cambio de dinero.El Presidente debe vetar el decreto recién aprobado, o de lo contrario mandará un mensaje muy negativo a la opinión pública nacional e internacional: Guatemala cambiando su dignidad por ayudas al desarrollo», afirmó el activista.

La Convención Internacional para la Regulación de la Caza de la Ballena se creó en 1946, cuando 14 países la firmaron e instituyeron la Comisión Ballenera Internacional (CBI). La CBI es el único órgano reconocido internacionalmente para controlar la caza de ballenas. Está organización se encuentra abierta a cualquier país del mundo que se adhiera a la Convención de 1946, y sus miembros están representados por un comisario en las reuniones que se celebran anualmente. La reducción de las poblaciones de ballenas debido a los abusos que cometían los países balleneros llevó a que en 1986 entrara en vigor una moratoria para la caza de estos cetáceos, la cual continúa hasta la actualidad. Sin embargo Japón, Islandia y Noruega se amparan en las excepciones previstas en esta convención, que permiten a los gobiernos emitir permisos de caza con fines de investigación para continuar con esta actividad. La «caza científica» para el estudio de los cetáceos se concibió hace 50 años, cuando no existían otras alternativas. En la actualidad, existen métodos mucho más precisos y rentables de los que se obtiene mayor información sin necesidad de matar ninguna ballena.

Desde el año 2000 inició una estrategia por parte del Gobierno de Japón para lograr que la CBI diera por finalizada la moratoria, para lo cual empezó a reclutar países en vías de desarrollo con el fin de que votaran a favor de la pretensión del gobierno japonés. A finales de la 57ª reunión de la CBI, que finalizó el 24 de junio pasado, Japón anunció que proseguirá y aumentará la caza de ejemplares con «fines científicos», una medida puesta en marcha en 1987 para evadir la veda internacional y abastecer los mercados y restaurantes asiáticos de carne de ballena. De esta manera los nipones informaron que en el próximo mes de diciembre cazarán un millar de ballenas, incluyendo especies amenazadas como yubartas o rorcuales comunes, en las aguas del océano antártico. El voto de Guatemala en la CBI podría ser determinante para que la CBI decretara el fin de la moratoria de la caza de ballenas, pues en la actualidad los países reclutados por Japón están equilibrados con aquellos que, dentro de la CBI, abogan por la protección de las ballenas.

Para mayor información contactar a Trópico Verde -Claudia Sánchez (502) 23394225 y Carlos Albacete (502) 66341444